La ciudad de Juárez, México, presenta actualmente una crisis migrante, la cual no se había registrado desde 2018. Se estima que actualmente habitan de manera dispersa más de 35 mil personas originarias de Venezuela, El Salvador, Guatemala, Honduras, entre otros países.
La cifra de personas en movilidad que está actualmente varada en esta localidad corresponde a la misma cantidad de habitantes que se tiene en municipios de Chihuahua, como lo son Saucillo o Buenaventura.
Los engaños de que la frontera está abierta para el paso de personas en movilidad, el deseo inquebrantable de tener una mejor calidad de vida y los actos de corrupción entre agentes de migración, e incluso, las cuestiones políticas, son los principales factores que ocasionan que al día lleguen más de mil 500 personas, en su mayoría de Venezuela.
La llegada masiva de los migrantes ha provocado que habiten actualmente en albergues, plazas y edificios públicos, invadiendo predios y hoteles en desuso, y hasta en las banquetas del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Presidencia Municipal.
La problemática en Juárez se agrava a diario, ya que por tren, avión, camiones y hasta en vehículos particulares arriban migrantes a esta frontera. Y la situación se complica debido a que llegan a dispersarse antes de que puedan contabilizarlos, canalizarlos o atenderlos, señalan autoridades estatales.
En algunos albergues ha disminuido debido a que los migrantes salen de sus instalaciones en busca de cruzar a Estados Unidos de forma ilegal, por la ya popular puerta 36 del muro fronterizo.
Grave crisis humanitaria
La gobernadora María Eugenia Campos Galván aseguró durante esta semana que la problemática migratoria que se vive actualmente en Juárez puede generar un estallido social. En ese sentido, hizo la petición al gobierno federal para que se generen políticas migratorias que garanticen seguridad para las personas en movilidad que a diario llegan.
Según explicó, los migrantes que habitan en tapias, edificios abandonados y hasta hoteles que han invadido en la zona centro de Juárez pelean ya el territorio y los espacios con el crimen organizado en la frontera.
Dicha situación puede llevar a que ocurra un estallido social o algún otro altercado incluso mayor al que ocurrió el pasado 27 de marzo en la estancia provisional del Instituto Nacional de Migración (INM), que dejó 40 muertos y 27 lesionados.
Un ejemplo de ello es lo sucedido el lunes 17 de abril cuando un grupo de migrantes peleó el espacio en unas tapias abandonadas en donde habitan desde hace aproximadamente tres semanas, que dejó un incendio y cinco personas lesionadas.
La población, debido a que los migrantes salen de sus instalaciones en busca de cruzar a Estados Unidos de forma ilegal, por la ya popular puerta 36 del muro fronterizo.
La gobernadora aseveró que el tema migratorio en Juárez se ha tornado en una grave crisis humanitaria y, de acuerdo con los datos que tiene el gobierno de Chihuahua, se volverá más grave si el gobierno federal continúa sin tener una política clara y acciones concretas al respecto.
Juárez: foco rojo para la migración
Javier Calvillo, párroco y titular de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, explica en entrevista con El Universal que la falta de una política migratoria ha llevado a que estas últimas semanas arriben a Juárez hasta mil migrantes al día, todos con el mismo fin: cruzar a Estados Unidos.
El también especialista en el tema de migración destaca que lo que ocurre actualmente en esta localidad es un foco rojo que, incluso, podría ser desatado hasta por un tema político entre México y la Unión Americana.
«Ahorita hay muchos polleros, muchas personas que los engañan, es la tercera o cuarta vez que los migrantes o por ellos se cierran los puentes. Aquí hay mucha información, muchos intereses económicos, están próximas las elecciones, han pasado cosas muy críticas, como el incendio del INM, hay mucha violencia, hemos visto lo que pasa en Migración».
«Todo eso es una maraña, hasta una estrategia política que hace que los migrantes entren y así todos poder estar entretenidos mientras se mueven las piezas para las estrategias políticas que se están haciendo, creo que es de Estados Unidos, creo que es de México también», señala.
Sin medidas para solucionar el problema
A decir del sacerdote, el tema de migración sigue sin tocarse de fondo por parte del gobierno federal, en instancias como Gobernación o Relaciones Exteriores, pese al incendio del pasado 27 de marzo en el INM, por lo que sigue sin existir una política o un plan migratorio digno para las personas en movilidad.
«Todo esto que pasa es una falta de un plan de migración bueno, noble, digno y humano. Preocupa que los tres niveles de gobierno no se puedan sentar a platicar con las organizaciones civiles para poder dar orden a este aspecto, y eso es lo que ocasiona todo este desastre», refiere.
A las afueras de la Presidencia Municipal, frente al INM, existen decenas de familias que han colocado sus casas de campaña para vivir en ese lugar mientras resuelven qué pasará con su situación migratoria.
Los rumores de que la frontera estará abierta para recibir a los migrantes ha provocado que la población en los albergues disminuya. Esto, debido a que las personas deciden salirse de esos lugares y así entregarse en el famoso punto 36 del muro fronterizo en Ciudad Juárez y El Paso, Texas.
Ahora, la esperanza es el mes de mayo, ya que se especula que el gobierno de Estados Unidos derogará el Título 42, y aunque no se sabe aún si eso les permitirá cruzar la frontera, la ilusión no se frena, por lo que se espera que la llegada de migrantes aumente en los próximos días en Ciudad Juárez.