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Coronavirus: cómo trabajan los diarios de Latinoamérica en la era de la pandemia

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La pandemia del coronavirus y sus consecuencias (aislamiento, cuarentena, suspensión de actividades) obligó a los diarios de todo el mundo a modificar la metodología de trabajo y a implementar medidas urgentes que permitan continuar la búsqueda de información sin exponer la salud de los periodistas y sus familias.

Así, de un día para el otro se impuso más que nunca el WhatsApp como principal medio de intercambio de datos y consignas, se redujeron al mínimo las reuniones y la asistencia a las redacciones.

Algunos medios, como La Nación, dispusieron el teletrabajo para todos los redactores, quienes están abocados en su mayoría a cubrir el problema del coronavirus desde distintos ángulos (social, económico, político, cultural) y, desde ayer, solamente el 10 por ciento de sus periodistas están de forma presencial en la Redacción. En tiempos de crisis sanitaria global , la urgencia pasa por informar, claro, y también por contribuir con la prevención .

Los medios que integran el Grupo de Diarios América (GDA) aplicaron una serie de medidas en sus respectivos planteles: en Lima, el diario El Comercio, organizó turnos de trabajo remoto, con tres días presenciales y dos a distancia. El Tiempo, de Colombia, redujo a la mitad la presencia de periodistas en su redacción y los editores solo se reúnen una vez al día, en general a la mañana, para decidir la agenda y las prioridades.

Algo parecido implementó El Universal, de México: una reunión presencial por la tarde y prueba piloto para hacer conferencias vía Hangout. En Brasil, las redacciones de O Globo en San Pablo y Brasilia están prácticamente vacías porque cerca del 100 por ciento del personal está trabajando desde su casa.

En la sede de Río de Janeiro, la medida se fue ampliando según las restricciones del personal (mayores de 60; embarazadas; pacientes crónicos o con enfermedades preexistentes; como indican las recomendaciones en general); y por estos días solo concurren a la redacción los responsables de la edición diaria en papel.

«En La Nación de Costa Rica se implementaron, a partir de hoy, medidas para evitar la concentración de personal y mantener cobertura intensiva de esta emergencia sanitaria: desde el envío de personal a realizar teletrabajo hasta promover que personal que tiene muchos días acumulados de vacaciones pueda tomarse algunos días. En este momento, cerca del 50% del personal periodístico está realizando teletrabajo -explicó Ronald Matute, jefe de la Mesa de Actualidad-.

Debido a que todos los días el gobierno emite un reporte general sobre el avance de la pandemia, nosotros estamos enviando dos redactores para cubrir la conferencia y tener luego la oportunidad de hacer entrevistas o consultas particulares a los ministros que están al frente de la atención de la emergencia. Salvo estos casos, y otras coberturas especiales como las sesiones del Congreso, la mayoría del personal realiza coberturas a distancia aprovechando las facilidades tecnológicas disponibles».

Como en la mayoría de los casos, la coordinación se realiza por medio de correo electrónico, pero principalmente, por chats en WhatsApp. En las redes sociales del diario de Costa Rica, se lanzó la campaña #MisManosMisArmas. Con esta, se busca concientizar sobre la importancia del esfuerzo individual para evitar la propagación del covid-19.

Por otra parte, como agrega Matute, «en forma constante, el blog El Explicador está elaborando materiales de servicio que se publican en la web y el diario impreso; y la sección #NoComaCuento publica informaciones para desmentir fake news sobre el tema del nuevo coronavirus «.

En cuanto a la metodología de trabajo implementado para atender la coyuntura, Matute cuenta: «Es indudable que la propagación del covid-19 ha ‘contagiado’ prácticamente a todos los ámbitos de la cobertura periodística. Debido a ellos, todas las secciones han tenido que destinar la mayor parte de sus recursos a la atención de esta emergencia sanitaria y sus repercusiones en todos aspectos de nuestra vida. Una parte del personal se ha dedicado a atender la cobertura de los hechos diarios y otra parte a profundizar en materiales de agenda propia de tipo explicativo, testimonial y de análisis».

En Venezuela , la pandemia se sumó a la ya complicada situación sociopolítica local. Como contó a La Nación, José Meza, jefe de política e información general de El Nacional, «desde hace tiempo hemos estado respondiendo a las contingencias que vivimos a diario en Venezuela: apagones, cierres de vías y otras situaciones, por lo que simplemente nos adaptamos a una más. Hacer periodismo acá es una odisea continua, y sin garantías. La única diferencia en este momento es que casi todos, podemos hablar de 90% de la redacción, se vio obligada a quedarse en su casa porque los controles no permitieron la movilización. Unos por vivir en la periferia, no hay transporte público y los militares no creen en eso de que somos prioridad para mantener informada a la población; y otros porque movilizarse en Caracas también resulta complicado. Seguimos divididos por secciones, pero básicamente en tres bloques: deportes, entretenimiento y todo lo demás».

«De todas formas esa ya ha sido la práctica de los últimos meses. Hasta ahora ha sido difícil el trabajo de campo; salvo algunas crónicas de periodistas que han tenido que movilizarse y aprovechan ese momento para obtener información. Vivimos en un país lleno de carencias, luchamos contra eso. La señal de Internet no es idónea y la telefonía celular falla. Ayer, por ejemplo, muchos de los redactores tuvieron que usar sus datos para poder conectarse porque no tenían servicio de Internet. Hacer un resumen del día que sustituye la portada tradicional de los impresos tomó casi seis horas, porque la señal fue intermitente y no había comunicación entre los que tenían que hacerlo. El podcast, en cambio, con resumen informativo, salió en menos tiempo. A pesar de todo tratamos de seguir informando».

Como La Nación, O Globo también montó una cobertura especial dedicada al coronavirus que está orientada a la edición digital. En la versión tradicional han reducido la cantidad de páginas de secciones como Deportes y Cultura; Viajes y Espectáculos para brindar más espacio a las novedades de la pandemia.

En El País , de Uruguay, y El Nuevo Día, de Puerto Rico, también recurrieron al teletrabajo para la mayoría de sus empleados. El caso de Puerto Rico es especial porque desde anoche se implementó el toque de queda a partir de las 21. Los periodistas pueden, por el momento, circular por la calle para hacer su trabajo. Pero si la medida se generaliza, los reporteros ya no podrán recorrer los espacios públicos ni dirigirse de un sitio a otro.

Esta situación inesperada pone a prueba, más que nunca, el ejercicio del periodismo en tiempos de redes y trabajo remoto. Las noticias cambian minuto a minuto, pero la tarea de informar con responsabilidad no se detiene ni un segundo.

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