El Partido Conservador de la primera ministra británica Theresa May sufrió el viernes un grave revés en las elecciones municipales, debido en gran medida a una frustración de los votantes por la gestión del Brexit que también pasó factura a los laboristas. Los conservadores perdieron más de 1.305 concejales y el control de una cuarentena de gobiernos municipales, según resultados casi definitivos de los comicios celebrados el jueves para renovar 9.000 puestos en 250 asambleas locales en zonas rurales de Inglaterra e Irlanda del Norte.
«Este es un momento difícil para nuestro partido y los resultados de las elecciones son un síntoma de ello», admitió May durante una reunión de su formación, después de que uno de los asistentes la llamara a dimitir. «Hubo un mensaje simple en las elecciones de ayer tanto para nosotros como para el Partido Laborista: sólo hay que ponerse y llevar a cabo el Brexit», agregó May.
Y es que los laboristas, que deberían haberse beneficiado de la fragilidad del partido de una primera ministra incapaz de sacar al país de la Unión Europea tras más de dos años de negociación, no lo lograron. Hacia el final del escrutinio limitaron los daños, pero aún así, pese a que aspiraban a mejorar sus resultados de 2015, acabaron perdiendo unos 80 concejales debido a su ambigua posición sobre el Brexit. «Por supuesto que queríamos hacerlo mejor», dijo su líder, Jeremy Corbyn, que atribuyó el mal resultado «en parte a factores locales» y «en parte a personas que probablemente no estaban de acuerdo con la actitud de ambos partidos respecto a la UE».
Reino Unido debía inicialmente abandonar la UE el 29 de marzo. Pero el firme rechazo del Parlamento británico, que tumbó estrepitosamente tres veces el acuerdo de divorcio firmado por May con sus 27 socios europeos en noviembre, obligó a la primera ministra a pedir dos prórrogas. La segunda va hasta el 31 de octubre, aunque el país podría poner fin antes a sus 46 años de membresía si consigue aprobar el Tratado de Retirada negociado con Bruselas.
En un intento de que su texto sea aceptado en una eventual cuarta votación, May negocia desde hace semanas con Corbyn y su equipo en busca de una salida al bloqueo, que a todas vistas pasaría por la permanencia de Reino Unido en una unión aduanera con Europa tras el Brexit.
Sin embargo, las conversaciones no han dado ningún resultado visible, lo que hace temer a los partidarios de abandonar la UE que la cuestión se eternice. Paradójicamente, el resultado de las municipales, que de ser extrapolado a unas elecciones legislativas anticipadas haría estragos entre sus filas, podría motivar a las dos grandes formaciones a llegar a un acuerdo. Hay ahora «un gran impulso» para que las negociaciones den resultado, dijo Corbyn.
Las dos grandes formaciones, que hicieron campaña para las elecciones municipales a desgana, «perdieron más votos en las zonas donde tenían más fuerza», es decir el sur para los conservadores y el norte para los laboristas, explicó a la BBC el experto en encuestas John Curtice.
Los principales beneficiados en estas elecciones fueron los candidatos independientes y las pequeñas formaciones, encabezadas por el Partido Liberaldemócrata que ganó 680 concejales y el control de una docena de gobiernos municipales. Esta fuerza centrista y antibrexit vuelva así a registrar resultados positivos después de que los votantes la hubiesen castigado en las urnas en los últimos años por su participación, como socio minoritario, en el gobierno del conservador David Cameron de 2010 a 2015.
«El ascenso hoy del Partido Liberaldemócrata es un trampolín para las elecciones europeas» del 23 de mayo, se congratuló su líder, Vince Cable. Pero May sigue esperando encontrar una salida antes para no tener que participar en esos comicios al Parlamento Europeo, casi tres años después del referéndum de junio de 2016 en que 52% de británicos votó a favor del Brexit.