Bajo presión ciudadana, el Congreso acordó este domingo exigirle a Manuel Merino que renunciara a la presidencia de la República, solo seis días después de colocarlo en ese cargo al aprobar la vacancia de Martín Vizcarra. La decisión se tomó en una Junta de Portavoces convocada de urgencia, en la que no hubo autocrítica por la crisis política que atraviesa el país, detallaron a El Comercio diversas fuentes parlamentarias.
En la reunión, los voceros de las bancadas justificaron la vacancia presidencial de Vizcarra, pero la mayoría coincidió en que Merino no podía seguir en el cargo luego de la ola de protestas registradas a nivel nacional, que dejaron dos muertos y numerosos heridos.
La Junta de Portavoces terminó con una llamada a Palacio de Gobierno para exhortar a Manuel Merino a que renuncie. Si no lo hacía, planeaban censurarlo en una sesión extraordinaria del pleno del Congreso.
“Se le dijo lo que tenía que hacer”, detallaron fuentes de El Comercio.
Poco después de recibir la llamada, Merino anunció su renuncia mediante un mensaje a la Nación. Ya se sabía solo: el Congreso le dio la espalda y los integrantes de su Gabinete Ministerial fueron renunciando entre ayer y hoy.
Discusiones internas
Mientras se iniciaba la Junta de Portavoces, fuentes de la bancada de Fuerza Popular adelantaron a El Comercio que buscaban la renuncia de Merino. Si esta no se daba – precisaron- apuntarían a que el Congreso “tome acción para darle una solución al país”.
Horas después, la congresista Martha Chávez renunció a la bancada por estar en desacuerdo con esa postura.
En tanto, en el Frente Amplio hay reclamos internos porque los legisladores que vacaron a Vizcarra y contribuyeron con la crisis política “no le han pedido perdón al país”. Y en Unión por el Perú, los congresistas Rubén Ramos y María Bartolo renunciaron a la bancada por no estar de acuerdo con la posición que llevó el grupo a la Junta de Portavoces.
Unión por el Perú optó por defender la continuidad de Manuel Merino, pero solo tuvo como aliado a Podemos Perú. Hasta la publicación de esta nota, el resto de las bancadas continúa buscando la salida a la crisis política que desencadenaron.
En el bolo
En la Junta de Portavoces, varios congresistas fueron voceados para reemplazar a Merino en la presidencia de la República. Entre ellos están Carolina Lizárraga y Gino Costa, del Partido Morado, y Rocío Silva Santisteban, del Frente Amplio.
La mayoría de bancadas está de acuerdo en que el próximo presidente de la República debe ser un legislador que votó en contra de la vacancia presidencial, y los tres mencionados cumplen con ese requisito.
De acuerdo con fuentes parlamentarias, al menos cuatro bancadas apoyarían la propuesta de que Lizárraga tome el mando. Sin embargo, la congresista, quien también es precandidata del Partido Morado para la presidencia en las elecciones generales del 2021, aseguró en sus redes sociales: “Yo no he pedido ningún cargo. No es mi estilo. Seguiré en mi camino de buscar la legitimidad, a través del voto de los militantes de mi partido primero, y de nuestro país, después”.
En tanto, la opción de que Gino Costa asuma la presidencia no habría conseguido consenso porque es un congresista que se ha enfrentado públicamente con varias bancadas, precisaron fuentes de El Comercio.
Tras la Junta, la bancada del Partido Morado hizo pública otra alternativa: que el Congreso de la República se retracte de haber vacado a Martín Vizcarra para que este vuelva a ocupar el cargo de jefe de Estado.
En esa línea, propuso que su vocero, Francisco Sagasti, asuma la presidencia del Congreso, convoque a una sesión de pleno y que en esta se anule la destitución de Vizcarra.
La decisión final será tomada en un pleno extraordinaria convocado para este domingo.