El Club de Madrid, un foro de exmandatarios que busca promover la democracia y el desarrollo, se ofreció hoy a la ONU para apoyar el trabajo de la organización en áreas como la mediación o la defensa de los derechos humanos.
Lo hizo en una reunión mantenida por varios de sus miembros con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien también es parte del foro en su calidad de ex primer ministro de Portugal.
«Hemos hablado de lo que podemos hacer conjuntamente el Club de Madrid con la Secretaría General de Naciones Unidas», explicó a Efe el expresidente boliviano Jorge Quiroga (2001-2002).
Según Quiroga, las dos partes acordaron trabajar juntas en cuatro áreas: la mediación, la promoción y discusión de políticas como la lucha contra el cambio climático o contra el terrorismo, los objetivos de desarrollo de la ONU y la defensa de los derechos humanos.
La expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla (2010-2014) destacó que el Club de Madrid puede hacer «aportes importantes», por ejemplo cumpliendo misiones en las que los representantes oficiales pueden encontrarse con demasiada rigidez y donde los exmandatarios disponen de «una mayor flexibilidad».
«Tenemos perspectivas que complementan los problemas en distintas regiones, porque hay miembros de todos los continentes», recordó en declaraciones a Efe Chinchilla, quien aseguró que Guterres se mostró muy receptivo a la oferta.
Chinchilla y Quiroga fueron los representantes de Latinoamérica en la delegación del Club de Madrid que hoy se entrevistó con el jefe de la ONU, y que estuvo encabezada por la presidenta del foro, la expresidenta letona Vaira Vike-Freiberga (1999-2007).
Quiroga explicó que en la cita se abordaron algunas crisis actuales, incluida la situación en Venezuela.
«Hemos explicado lo dramática que está la situación, es una catástrofe humanitaria, una debacle económica, una represión política sañuda», señaló el que fuera presidente de Bolivia entre 2001 y 2002.
Según Quiroga, Guterres está al tanto de lo que está ocurriendo en Venezuela y de los esfuerzos internacionales para responder a la crisis.
El expresidente boliviano consideró que la comunidad internacional debe alzar la voz ante lo que considera que son «violaciones groseras» a distintos convenios internacionales.
«Merece el repudio y la condena internacional y el respaldo a los venezolanos y venezolanas que están luchando en la calle por tener democracia», subrayó.
El Club de Madrid se fundó en el año 2001 y actualmente tiene entre sus miembros a más de un centenar de ex jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo.