Cerca de 250.000 manifestantes exigieron este domingo en Praga la dimisión del primer ministro checo, el magnate Andrej Babis, acusado de abusos con fondos europeos y pendiente de juicio, en lo que constituye la mayor protesta ciudadana desde la caída del comunismo en 1989.
La marcha, convocada por el movimiento cívico »Un millón de momentos para la democracia», exigió también el cese de la ministra de Justicia, Marie Benesova, una ex fiscal a la que sus críticos acusan de querer proteger al primer ministro de posibles acciones legales en su contra.
Una investigación comunitaria indica que el consorcio agroalimentacio Agrofert, propiedad de Babis, ha recibido millonarias ayudas de forma injustificada, incluso siendo ya él jefe de gobierno.
«Pedimos la dimisión de Marie Benesova y exigimos la dimisión de Andrej Babis», manifestó hoy al inicio de la protesta Mikulas Minar, el líder de la plataforma cívica que organiza desde hace semanas las protestas contra el primer ministro.
«No queremos colza, queremos mariposas», decía una de las cientos de pancartas exhibidas por los manifestantes, en alusión a los subsidios al biodiesel que recibe Agrofert, que extendió el cultivo de la colza a muchas zonas del país y que con sus pesticidas ha reducido las poblaciones locales de esos insectos.
El primer ministro, de 64 años de edad, que lidera una coalición en minoría entre su partido, el populista ANO y el socialdemócrata CSSD, rechaza las acusaciones en su contra y las considera un ataque contra el país.
Con el cuarto millón de manifestantes de este domingo, Praga vive las mayores concentraciones civiles desde la llamada Revolución de Terciopelo, que puso fin al régimen comunista hace justo tres décadas.
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