Un llamado de urgencia fue el que hizo la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, al presidente Gustavo Petro tras el último consejo de seguridad, en el cual se expuso la grave situación de criminalidad en la capital.
Ante la más reciente ola de fleteos y homicidios violentos en los que ha predominado la modalidad de sicariato, el Ministerio de Defensa y la Alcaldía concertaron un consejo de seguridad Nación-Distrito para buscar salidas urgentes a la crisis. La alcaldesa solicitó la presencia del presidente Petro para “poder articular esfuerzos”.
Hemos acordado con el Ministro de Defensa hacer un consejo de seguridad conjunto la próxima semana. Le solicito al Presidente @petrogustavo presidirlo y apoyarlo.
Lo único que hay que parar en Bogotá es la criminalidad!
Y lo que tenemos que coordinar para mejorar es la seguridad! pic.twitter.com/1vJEiJIjeF— Claudia López Hernández (@ClaudiaLopez) July 27, 2023
“Hemos acordado con el ministro de Defensa hacer un consejo de seguridad conjunto la próxima semana. Le solicito al presidente de la República presidirlo y apoyarlo. Lo único que hay que parar en Bogotá es la criminalidad y lo que tenemos que coordinar es la seguridad”, añadió López.
Peores cifras en el año
Y las cifras no son menores. De hecho, algunas de ellas son las peores que se han visto en el año, luego de lograr en diciembre de 2022 una reducción casi que en la totalidad de los delitos de alto impacto en Bogotá, como por ejemplo el homicidio, que se redujo 15%, incluso por encima de la meta nacional.
Mientras al cierre de 2022 solo tres delitos de alto impacto presentaban cifras alarmantes, ahora la cuenta ya va por ocho de ellos. El total de delitos medidos en la ciudad es de 12.
Hoy la ciudad tiene desbordados el hurto en residencias, con un crecimiento de 32% entre enero y junio, comparado con la misma fecha de 2022; el hurto a personas, que subió 26%; el hurto de automotores, con un crecimiento de 13,9%; el homicidio, con repunte de 11,8%, y la extorsión, que se incrementó 0,8%.
Ante el difícil panorama, la comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Sandra Hernández, dijo que la ciudad avanza con el compromiso de mantener la seguridad y convivencia en la capital del país.
“Hemos dispuesto todas las capacidades en cabeza de nuestro Comando Élite, en cabeza de una unidad de reacción bancaria, apoyándonos en la tecnología. Opera desde hoy con nuestra aeronave, en horas y en sitios críticos, apoyado con personal en tierra”, indicó la general Hernández.
Más pie de fuerza focalizado
El plan de trabajo que anunció la comandante de la Policía consiste en poner a trabajar al máximo las capacidades de inteligencia y tiene como elemento clave la implementación de un modelo de vigilancia aéreo que patrullará la noche y las horas más complicadas para la seguridad de la ciudad.
Aunque no ha aumentado el pie de fuerza de la capital, y la alcaldesa ha juzgado con vehemencia que el presidente le quitó a Bogotá cerca de 1.500 efectivos que “se pagaron con los impuestos de los bogotanos”, la comandante Hernández mencionó que “el director general apoyó con 500 unidades de las diferentes direcciones de la Policía” la estrategia de seguridad de la ciudad, que entrará en funciones el próximo sábado.
Así, en la ciudad se han identificado 60 zonas, ubicadas en seis localidades, como las de mayor riesgo y donde se concentra cerca de 50% de los homicidios y los delitos de toda Bogotá.
Las localidades priorizadas serán Kennedy, Ciudad Bolívar, Chapinero, Bosa, Usaquén y la zona norte de la ciudad. Estos puntos críticos se han establecido en conjunto con Policía Judicial, a través de la investigación de estructuras criminales que vienen delinquiendo en esos sectores. “Sabemos que el multicrimen es el responsable”, puntualizó la comandante.
Según la Mebog, el énfasis en estas zonas será en delitos como el hurto, el fleteo, atraco a mano armada, hurto en transporte masivo y los homicidios.
La Personería alertó
El difícil momento que atraviesa Bogotá también prendió las alarmas de la Personería, que llamó de urgencia a una reunión al secretario de Seguridad, Óscar Gómez; el de gobierno, José David Riveros, y a toda la cúpula de la Policía Metropolitana de Bogotá, encabezada por la general Hernández.
El personero de Bogotá, Julián Pinilla, señaló luego de ese encuentro, a puerta cerrada, que la entidad de control estará atenta al cumplimiento de las estrategias que las diferentes carteras y autoridades firmaron para solucionar el tema de inseguridad; sin embargo, y aunque su entidad fue la que hizo el llamado de alerta, dijo que “la situación no se mejorará ni mañana ni en una semana y requiere de un proceso y mucha veeduría y coordinación”.
También señaló Pinilla que para establecer la nueva estrategia de seguridad fue necesario hacer análisis de las transformaciones que el crimen sufre con cada intervención y explicó que, aunque se busca que las estrategias se mantengan en el tiempo, estas serán revisadas periódicamente para adaptarse a la mutación criminal. Pese a que este último punto es el que ha sido cuestionado por expertos, por la falta de “permanencias” de las estrategias, en esta oportunidad las autoridades y la administración se la vuelven a jugar por un plan itinerante.
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