El Kremlin no se mostró este lunes «muy sorprendido» por la decisión del presidente de EE UU, Joe Biden, de renunciar a la reelección.
«Honestamente, lo que ha ocurrido en los últimos años en EE UU nos ha enseñado a no sorprendernos de nada. Por ello, no estamos muy sorprendidos», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Con todo, Peskov subrayó que lo que ocurre en «uno de los países más grandes del mundo» es un «asunto interno» y no puede ser una prioridad para Rusia.
«No somos nosotros los que debemos valorar las decisiones del actual presidente y candidato presidencial de EE UU», dijo.
Peskov resaltó que lo que sí es «muy importante es el futuro de las relaciones ruso-estadounidenses, que ahora atraviesan el peor momento de su historia».
Tampoco se decidió a emitir una valoración sobre «la potencial candidatura» de Kamala Harris, la vicepresidenta de EE UU, aunque destacó que abundaron durante estos años sus declaraciones «inamistosas» hacia Rusia.
Eso sí, admitió que no recuerda ninguna reunión entre Harris y el presidente ruso, Vladimir Putin.
«Pero, de todas formas, lo importante para nosotros son nuestras inquietudes, logros y problemas. Y lo fundamental, por supuesto, es la operación militar especial (en Ucrania) y los objetivos que nos hemos marcado», afirmó.
Sea como sea, subrayó que Moscú no espera «nada bueno» de los meses que le faltan a la administración de Biden «dado el estado de ánimo imperante en el poder establecido en EE UU».
Peskov se mostró convencido de que Washington seguirá rearmando a Ucrania, al tiempo que cederá parte de la carga financiera a sus «subordinados europeos».
«Esto no contribuye al arreglo del conflicto en torno a Ucrania, sino que conduce a su alargamiento. Pero esto no repercutirá en el desenlace de este asunto», dijo.
Putin aseguró en varias ocasiones en los últimos meses que a Rusia le convenía más la victoria de Biden que la del expresidente Donald Trump, que se lo tomó como un «cumplido».