La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo hoy sentir «cierta esperanza» respecto a la crisis que atraviesa Venezuela debido a las conversaciones abiertas en República Dominicana entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición.
«Siento cierta esperanza de que se pueda encontrar algún acuerdo entre el gobierno y la oposición», comentó Bachelet en una conferencia que dio en la sede neoyorquina del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés).
Chile aceptó el pasado domingo la invitación del régimen y la oposición venezolana a integrar el grupo de países que harán de mediadores en el diálogo, junto con México, Bolivia, Nicaragua y Paraguay.
La mandataria, que reconoció seguir con «gran preocupación» lo que pasa en Venezuela, apostó por una «solución negociada» entre todas las partes que permita restaurar el orden constitucional en el país.
«Algunos países se han lanzado al cuello del gobierno y en Chile hemos preferido optar por una diplomacia más silenciosa», apuntó Bachelet, quien consideró que el contar con la confianza de ambas partes involucradas es lo que ha llevado a Chile a ser invitada a sentarse en la mesa de negociación.
Sin querer señalar a ningún país, la presidenta quiso resaltar la importancia de evitar «una intervención militar» que no sólo podría no aportar ninguna solución, sino que además podría agravar una crisis a la que no se quiso referir como humanitaria ya que, según apuntó, «es un término que no les gusta allí».
Durante su conferencia, Bachelet también se refirió a la creciente tensión existente entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Bachelet confesó haber percibido «cierta preocupación» entre los líderes mundiales que estos últimos días han participado en la Asamblea General de la Naciones Unidas por la crisis entre Estados Unidos y Corea del Norte por el programa nuclear de Pyongyang.
La mandataria se refirió al gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el que dijo que «a algunos les gusta y a otros no», pero insinuó que la mayoría de los mandatarios apuestan por soluciones «más diplomáticas» al conflicto generado por la escalada armamentística del presidente norcoreano, Kim Jong-un.
En los últimos días, Trump se ha enzarzado en un cruce de amenazas y descalificaciones con Jong-un, al que el pasado 19 de septiembre volvió a llamar «hombre cohete» en la Asamblea General de la ONU. Su antagonista le ha devuelto el golpe hoy mismo al referirse al multimillonario como «vieja bestia lunática».