Uno de los sobrinos de Cilia Flores, Franqui Francisco Flores de Freitas, apeló a la Corte Suprema de Estados Unidos su sentencia de 18 años a prisión. Informó The Associated Press.
Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores fueron sentenciados en 2017 por conspirar para contrabandear 800 kilogramos de cocaína a EE UU.
En una petición de Franqui Francisco Flores, publicada este martes en el expediente de la Corte, los abogados de Flores argumentaron que el jurado fue engañado cuando un juez federal de Manhattan les dijo que los hombres deberían haber sabido que la cocaína estaba destinada a EE UU.
El documento dice que en las grabaciones telefónicas en ningún momento se escucha a los acusados hablando sobre el destino del cargamento.
“La única evidencia citada con respecto a la supuesta evasión deliberada del conocimiento por parte de Flores fue que él y Campo permanecieron efectivamente en silencio, es decir, no buscó confirmación o aclaración, cuando los informantes de la DEA dejaron caer sus diversas indirectas”, señala el documento, que fue preparado por abogados de la firma Sidley, con sede en Nueva York.
Ya en abril, los sobrinos de la pareja presidencial venezolana perdieron una apelación. La información la difundió el periodista Joshua Goodman, de The Associated Press.
“Los hijastros de Maduro pierden la apelación de la condena por conspiración de narcóticos de 2017. El caso fue citado en una reciente acusación de Estados Unidos contra Maduro por cargos de conspiración narcoterrorista”, dijo Goodman en Twitter.
El caso de los sobrinos
A los sobrinos de Cilia Flores los declararon culpables de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.
Un juez federal en Nueva York anunció la sentencia, que los condenó a 18 años de prisión a cada uno, menos el tiempo que habían estado encarcelados. Los acusados pasaron 2 años en la cárcel de Nueva York. El resto de su condena, a pedido de sus abogados, la cumplen en una cárcel de máxima seguridad en Florida.
La sentencia del juez Paul Crotty, del Distrito Sur de Manhattan, incluyó multa de 50.000 dólares a cada uno.