La gratuidad de la anticoncepción para las jóvenes de 18 a 25 años de edad entra en vigor el sábado en Francia, para luchar contra un «retroceso» observado por las autoridades y afectará potencialmente a cerca de tres millones de mujeres en ese país.
El ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, anunció en septiembre esta medida subrayando que la contracepción estaba «en retroceso» entre las jóvenes y señaló que «el primer motivo» era la «renuncia por razones financieras».
Una situación constatada también por la portavoz de la asociación feminista francesa «Avant toutes» (Adelante todas), Louise Delavier.
«Entre los 18 y los 25 años, las mujeres son muy vulnerables, ya que pierden muchos derechos en comparación a cuando eran menores de edad y son muy frágiles económicamente», explicó a la AFP.
La contracepción para las menores de edad ya es gratuita en Francia.
Según el ministerio de Salud, las jovenes tendrán acceso gratuito a una consulta por año con un médico o una partera, a los exámenes biológicos correspondientes y los anticonceptivos (píldoras, implantes, dispositivos intrauterinos, diafragmas y la anticoncepción de emergencia hormonal).
Pero para Leslie Fonquerne, socióloga especializada en cuestiones de género, «esta medida no resuelve en nada el desequilibrio de la carga anticonceptiva entre mujeres y hombres».
La clasificación del Foro Parlamentario Europeo para los Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF) -que evalúa «el acceso a una contracepción moderna, eficaz y asequible» en Europa- coloca a Francia en el segundo lugar de su Atlas de la anticoncepción 2020 (detrás de Bélgica).
Polonia sigue siendo el país europeo peor colocado.
«Aunque casi 60% de las mujeres europeas en edad fértil utilizan algún tipo de anticoncepción, 35% de los embarazos en Europa se consideran no planificados», señala el Foro.