Estados Unidos llamó a todos los países a cortar sus lazos diplomáticos y comerciales con Corea del Norte, según dijo este miércoles su embajadora en la ONU, Nikki Haley, quien amenazó con “destruir completamente” al régimen norcoreano “en caso de guerra”.
Con el nuevo lanzamiento de un misil balístico intercontinental, el primero desde el 15 de setiembre, Corea del Norte “escogió la agresión” y su comportamiento “es cada vez más intolerable”, dijo Haley, durante una sesión del Consejo de Seguridad convocada de urgencia sobre el asunto norcoreano.
“Hace falta seguir tratando a Corea del Norte como un paria”, manifestó la diplomática, exigiendo a China, vecina y primera socia comercial de Pionyang, de cortar todo el suministro de petróleo al régimen norcoreano.
El lanzamiento del misil, con capacidad para atacar cualquier lugar de Estados Unidos, acaba con la esperanza de una salida negociada a la crisis por el programa nuclear y balístico de Pionyang.
También representa una afrenta contra el presidente estadounidense Donald Trump, quien había prometido impedir que Corea del Norte lograra desarrollar misiles tan potentes.
Es un “cachorro enfermo”, dijo Trump en referencia al líder norcoreano Kim Jong-un, con quien el intercambio de insultos ya es moneda corriente.
Pionyang es objeto ya de ocho paquetes de sanciones de la ONU ideadas para forzar a Kim a renunciar a sus ambiciones nucleares.
Los dos últimos paquetes fueron adoptados tras los lanzamientos de misiles intercontinentales y un sexto ensayo nuclear: el 5 de agosto para prohibir las importaciones de carbón y hierro norcoreanos, y el 11 de septiembre, para embargar los textiles norcoreanos y limitar su suministro de petróleo.
Con base en la resolución de agosto, la ONU prohibió el ingreso a cualquier puerto del mundo a cuatro navíos sospechosos de violar las sanciones, una medida inédita en la historia de Naciones Unidas.
“Las sanciones funcionan” pero “podemos hacer más”, dijo antes de la reunión el presidente en ejercicio del Consejo, el embajador italiano Sebastiano Cardi.
Pero la diplomática estadounidense denunció que el régimen norcoreano sigue exportando carbón y burla las sanciones petroleras haciendo transferencias de derivados “de barco a barco en el mar”.
Poco después del lanzamiento de misil, Washington había anunciado que pediría nuevas sanciones, pero Haley no evocó durante su intervención la redacción de ninguna nueva resolución.
Aún así un nuevo paquete de sanciones requerirá que Rusia y China no recurran a su derecho a veto.
Aunque calificó el disparo como una “provocación”, Rusia considera que “no hay una solución militar” a esta crisis, según dijo el embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia.
“Rusia no puede aceptar un estatus nuclear para Corea del Norte”, subrayó, llamando a revisar el enfoque de la ONU sobre el tema en vista de las recurrentes acciones militares norcoreanas.
China y Rusia defienden una “doble moratoria”: cese de los ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl y cese de los programas militares norcoreanos, algo que Washington y sus aliados rechazan.
Corea del Norte recurrió a la presentadora estrella del régimen, Ri Chun-Hee para anunciar el éxito del disparo de misil: “Kim Jong-un ha declarado con orgullo que hemos cumplido con la gran causa histórica de completar la fuerza nuclear de Estado, con el objetivo de construir un cohete potente”.
La prensa oficial hizo mención al arma más sofisticada hasta el momento, un misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-15. Según la agencia KCNA, el misil, equipado de una ojiva pesada de gran tamaño, es “capaz de golpear todo el territorio continental de Estados Unidos”.
Según Pionyang, el proyectil, disparado el miércoles alcanzó una altitud de 4.475 kilómetros antes de caer a 950 kilómetros del lugar de lanzamiento.
Su trayectoria sugiere que Pionyang podría tener la tecnología para lanzar un proyectil a más de 13.000 kilómetros de distancia, lo que coloca a todas las ciudades estadounidenses a su alcance.