Los gobiernos de Rusia y Alemania hicieron un llamado este sábado para que se efectúe una conferencia de paz bajo patrocinio de la ONU por el conflicto armado en Libia.
Al respecto, Angela Merkel, canciller alemana, y Vladimir Putin, presidente ruso, pidieron un alto el fuego, y consideraron que ese conflicto puede internacionalizarse.
«Espero que en unas horas las partes en conflicto en Libia cesen el fuego, como lo solicité en conjunto con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan,». Así lo señaló Vladimir Putin, tras un encuentro en Moscú con Merkel.
Turquía y Rusia
Putin y Erdogan, actores claves del conflicto, llamaron a un cese del fuego a partir del domingo a medianoche.
Este mes, Turquía desplegó militares en Libia para apoyar al Gobierno de Unidad Nacional de Fayez al Sarraj, el cual es reconocido por la ONU como legítimo.
Mientras tanto, a Rusia se le acusa de apoyar las tropas rivales del mariscal Jalifa Haftar. El gobierno de Putin niega las supuestas vinculaciones.
«Es importante poner fin al enfrentamiento armado», insistió Putin.
Pero, hasta ahora, el mariscal Haftar afirma que se mantendrá la ofensiva contra el gobierno de Fayez al Sarraj.
En ese sentido, Mevlüt Cavusoglu, jefe de la diplomacia turca, afirmó que Rusia debe convencer a Haftar de parar los ataques.
Conferencia de paz en Berlín
La canciller alemana aplaudió los esfuerzos de Rusia y Turquía. Agregó que espera poder invitar prontamente a que se realice una conferencia de paz en Berlín bajo patrocinio de la ONU, con miras a que Libia pueda volver a ser un país soberano y pacificado.
«Las partes libias que tienen en este momento una confrontación armada deben implicarse cuanto sea posible para encontrar soluciones», señaló.
Al respecto, el mandatario ruso respaldó la iniciativa y negó estar vinculado a Haftar.
«Si hay ciudadanos rusos allá, no representan los intereses del Estado ruso y no reciben dinero del Estado ruso», recalcó.
Conflicto en Libia
Libia se encuentra Inmersa en el caos desde la revuelta en 2011, que llevó a la muerte del dictador Muamar Gadafi. Actualmente, ese país permanece en un escenario creciente de conflictividad entre el Gobierno de Unidad Nacional y las fuerzas rivales del mariscal Haftar.
El gobierno establecido en Tripoli cuenta con el apoyo de la ONU, varios países occidentales y Turquía. Por su parte, Haftar tiene el respaldo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
El rol de Alemania
Alemania pretende desempeñar un papel de mediador en la crisis, y no desea ver al país transformarse en una «segunda Siria», según la canciller.
Para Europa, la pacificación de estos conflictos es esencial para reducir la presión migratoria. En los últimos años los países del viejo continente han recibido a centenares de miles de migrantes procedentes de Libia y Siria.
Irán
Merkel y Putin también abordaron las otras crisis regionales, en particular la que se vive en Irán.
Hicieron un llamado a que se salve el acuerdo sobre el tema nuclear iraní.
En 2018, Estados Unidos se retiró del acuerdo y luego impuso sanciones económicas a Irán. La respuesta iraní fue incumplir los compromisos que asumió en el pacto.