El pasado domingo 26 de enero, un dramático enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, captó la atención mundial. Petro, que rechazó dos vuelos militares estadounidenses que transportaban colombianos deportados, se vio obligado a dar marcha atrás después de que Trump anunciara aranceles y sanciones de represalia. Pero aunque la Casa Blanca elogió las concesiones de Petro como una victoria, el presidente de Colombia podría buscar más confrontaciones con Trump y tratar de reformular las relaciones entre los dos aliados históricos.
Desde su independencia, Colombia ha sido considerada uno de los aliados más firmes de Washington en América Latina, y ambas naciones disfrutan de estrechos vínculos militares, políticos y comerciales.
Esta amistad parece estar enfrentando su mayor desafío hasta el momento. Petro, un exguerrillero de izquierda, y Trump, un multimillonario de derecha, tienen pocos puntos en común ideológicos. Si a esto añadimos las tendencias populistas de ambos líderes y su reputación de tuiteros impulsivos a altas horas de la noche, aumentan las probabilidades de una confrontación.
En Colombia, la victoria electoral de Trump en noviembre fue recibida con temores sobre la relación del país con su aliado más importante.
Las preocupaciones incluían los aranceles, la migración y la ayuda. Todos estos temores se vieron confirmados durante la primera semana de Trump en el cargo.
¿Petro subestimó la respuesta de Trump?
Petro ha sido criticado en el país por haber provocado problemas con su rechazo a los vuelos migratorios. El líder de un país relativamente pequeño en el escenario mundial decidió antagonizar a Trump mientras incluso los países más poderosos del mundo intentan cortejarlo .
Sergio Guzmán, director de Análisis de Riesgos de Colombia, explica que Petro probablemente subestimó la respuesta de Washington. “En retrospectiva, no creo que esperara que Trump fuera tan drástico”, dijo el analista a Latin America Reports .
Vuelo con colombianos deportados. Crédito de la imagen: @CancilleriaCol vía X
Cuando el gobierno de Colombia accedió el domingo por la noche a permitir los vuelos de deportación, parecía que Petro había capitulado. Pero Guzmán sugiere que para el presidente de Colombia la disputa puede que aún no haya terminado.
En una nota enviada a los clientes de Colombia Risk Analysis, Guzmán advirtió que “es probable que Petro busque nuevos puntos de confrontación con Trump en foros internacionales”. Además de la migración, hay múltiples áreas en las que ambos gobiernos podrían enfrentarse, desde el cambio climático hasta el cultivo récord de coca.
¿Habrá más disputas entre Colombia y Estados Unidos?
Katherin Galindo, analista de seguridad colombiana, destacó cómo Trump amenazó a Colombia con la descertificación de las plantaciones de coca durante su primer mandato y que éstas han seguido aumentando desde entonces.
“En su último mandato, en cierta manera amenazaba a Colombia con la descertificación, porque los cultivos estaban aumentando durante ese tiempo y esto [el aumento] sigue sucediendo ahora”, dijo Galindo a Latin America Reports.
La elección de Trump para secretario de Estado, Marco Rubio, alimenta los temores de más disputas entre las dos naciones.
El exsenador de Florida ha expresado abiertamente su desaprobación del presidente colombiano y sus relaciones con Nicolás Maduro, refiriéndose a él como “Gustavo Chávez” y culpándolo de desestabilizar la región.
El presidente de Colombia también criticó al máximo diplomático de Washington, al que en 2019 calificó como “expresión de los sectores más atrasados de la política estadounidense”.
Dados estos puntos de presión entre Washington y Bogotá, Guzmán cree que Petro podría buscar reducir la dependencia de Colombia de Estados Unidos.
La opción obvia es China, cuyo embajador en Colombia dijo el domingo a El Tiempo que las dos naciones estaban disfrutando “del mejor momento de nuestras relaciones diplomáticas”.
La administración de Petro ha estado cortejando a China durante más de un año; en 2023, ambos firmaron una “asociación estratégica” simbólica que representa su deseo de mantener relaciones más estrechas.
Un año después, en octubre de 2024, Colombia y China anunciaron un grupo de trabajo conjunto en el marco del cual las dos naciones están colaborando en los planes para que la primera se adhiera a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta.
Reemplazar a Washington por Beijing
Pero la presidenta de la Cámara de Comercio Americana en Colombia (AmCham), María Claudia Lacouture, dudó de la viabilidad de reemplazar a Washington por Beijing. “Dejar de comprar los productos que importamos… no es un proceso que sucede… ‘de la noche a la mañana’”, dijo Lacouture a Latin America Reports.
María Claudia Lacouture. Crédito de la imagen: @mclacouture vía X
Señala que 70% de los bienes estadounidenses que importa Colombia no se producen en el país y se utilizan como insumos para la industria.
“Si cambiamos de proveedor, tendríamos que importar esos insumos de otros países a precios más altos, con la consecuencia de una mayor inflación que afectará a todos los colombianos, especialmente a los de menores ingresos”, explicó Lacouture.
En lugar de prepararse para las consecuencias de posibles disputas entre Trump y Petro, el presidente de la AmCham abogó por la diplomacia y la contención.
“El desafío… es trabajar para construir, de manera proactiva, sobre los temas y preocupaciones comunes de los dos gobiernos, utilizando el diálogo y los canales diplomáticos apropiados”, indicó Lacouture.
Ella cree que se pueden encontrar puntos en común en materia de migración y de iniciativas antinarcóticos.
Lacouture espera que, con el involucramiento de redes de diplomáticos, congresistas y líderes empresariales, Estados Unidos y Colombia puedan “evitar decisiones desproporcionadas que afecten a millones de ciudadanos de manera injusta”.
Original en inglés en Latin American Reports. Versión en castellano para El Nacional por Alfie Pannell.
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