Un Santa Claus sorprende a los asistentes al acuario de un zoológico en Guadalajara (oeste de México) mientras nada y hace piruetas dentro de un tanque entre peces similares a las pirañas, en un espectáculo especial para celebrar la época decembrina.
Vestido con su tradicional traje rojo con blanco, el cabello y las barbas blancas del llamado “Santa acuático” se mueven de un lado a otro mientras nada, hace piruetas, saluda a los niños y les muestra los juguetes que carga en una gran caja de regalo.
Miguel Armando Villanueva, uno de los cinco Santa acuáticos, contó este domingo a Efe que este personaje es uno de los que más sorprende a los niños por la particularidad de estar rodeado de peces mientras los saluda y se toma fotografías.
Desde hace cinco años Villanueva se caracteriza de este ícono navideño con la intención de hacer que los niños pasen un momento sorpresivo y sus acompañantes recuerden la alegría que rodea a la época decembrina, a pesar de que les regale un carbón.
“Es algo que no es muy común y está padre ver la sonrisa de los niños, cómo se emocionan, cuesta un poco de trabajo estar en el agua porque no es nuestro medio, es más difícil moverse además de que el traje se moja y pesa como cinco kilos, pero es una gran satisfacción”, dijo.
Quienes se caracterizan de Santa deben saber bucear, por lo que debajo del peculiar conjunto llevan un traje de neopreno, plomo en sus pies para mantenerse estables y, entre sus barbas, sostienen un regulador conectado al tanque de oxígeno para poder respirar.
Aunque es poco el tiempo que los buzos pasan inmersos en el tanque durante el espectáculo, la actividad requiere de cierta destreza y un proceso de preparación que lleva varios minutos desde asegurarse que el tanque y la manguera están en buenas condiciones, hasta que el traje esté bien colocado en el área de secado tras la función.
Con el movimiento de las piruetas los buzos suelen enredarse en la manguera y espantan a los peces que se esconden en las orillas del tanque o detrás de la chimenea que decora el tanque.
“Donde nos metemos, los peces son parientes de las pirañas, de la especie myleus pocú, podríamos decir que es una piraña, pero totalmente inofensivos. Al principio que nos metemos se espantan y se van, pero después se acercan a nosotros, son tranquilas”, explicó.
La magia del Santa acuático permanecerá en el acuario hasta el 26 de diciembre.