La salud mental, en comparación con la salud física, suele quedar en segundo plano. Son dolores y molestias silenciosas, no hacen el sonido de un estornudo ni de una tos. No son tan obvios para los ojos de los demás como una pierna enyesada, pero son igualmente incapacitantes, o incluso más. Sentirse bien es importante.
Precisamente por eso es prioritario aprender a escucharse a uno mismo y a conocer los mensajes que nos envía la mente, muchas veces a través del cuerpo. Solo quienes sean capaces de interpretar estas señales podrán tomar conciencia de los problemas a tiempo y afrontarlos, sin miedo y con eficacia.
Los expertos de Mundopsicologos.com han preparado un vademécum para aprender a sentirse bien desde el punto de vista psicofísico, muy adecuado en estos tiempos de pandemia. «Tras los hechos que han involucrado al mundo entero, trastornando la economía y la socialidad, y ante el período que nos espera de nuevos contagios y nuevas restricciones, es bueno disponer de las herramientas adecuadas para cuidarse y afrontar la situación, mejorando situaciones que surgirán de vez en cuando», señalan.
Sentirse bien, las recomendaciones
Las consecuencias del confinamiento en la psique han sido las más variadas, en particular existe el miedo al aumento de la agorafobia (miedo a los lugares abiertos), claustrofobia (miedo a los lugares cerrados), demofobia (miedo a las multitudes), haptefobia (miedo al contacto físico) y anuptafobia (miedo a quedarse soltero).
1. Duerme
Descansar adecuadamente y las horas adecuadas es fundamental para sentirse bien, recuperar energías y permitir que el cerebro realice correctamente sus funciones.
2. Come sano
Seguir una dieta equilibrada y no saltarse comidas es muy importante para tener toda la ingesta nutricional necesaria para mantenerse sano.
3. Desconecta el teléfono celular
Aprender a distanciarte de tu celular te ayuda a recuperar el contacto contigo mismo, apartado de continuos estímulos externos.
4. Manteen vivas las relaciones
La relación con los seres queridos es buena para la salud, estar con los demás y compartir alegrías y tristezas ayuda a reducir las ansiedades y preocupaciones, experimentar emociones positivas y construir relaciones de confianza mutua.
5. Visita lugares hermosos
La belleza, es bien sabido, es buena para la mente. Caminar en medio de la naturaleza o admirar una ciudad llena de arte infunde una sensación de profundo bienestar.
6. Toma un descanso
Decir basta y detenerse, aprender a comprender cuando se ha llegado al límite, es muy útil para no llegar a niveles de estrés excesivos, que son difíciles de remediar.
7. Practica deporte
El movimiento pone en marcha la producción de endorfinas y serotonina, neurotransmisores que, si se liberan en las cantidades adecuadas, producen estados de bienestar.
8. Practica disciplinas relajantes
La meditación y el yoga son un excelente ejercicio para recuperar la respiración correcta y con ella la armonía interior.
9. Viaja
Conocer a nuevos lugares y salir de la rutina tiene inmensos beneficios para la mente y el estado de ánimo, desde la planificación hasta el regreso a casa, un viaje siempre es una oportunidad para el enriquecimiento y el crecimiento personal.
10. Positividad
Sonreír y afrontar los días con positividad es el primer paso para prepararnos para recibir algo bonito. El mal genio y el pesimismo son enemigos declarados de la felicidad.
11. No te enfades
En la mayoría de los casos, enojarse es inútil. Sí a los arrebatos para no guardarlo todo dentro, pero no a los nervios de punta y la rabia injustificada: los efectos de estos arrebatos repercuten ante todo en uno mismo.
12. Perdona
Aprender a perdonar, a no guardar rencor, es muy útil para aligerar los pensamientos. Aprende a pasar página y seguir adelante en lugar de cavilar sobre el pasado.
13. Sé agradecido
Tomar conciencia de lo que tienes, de lo que has hecho hasta ahora, en lugar de enfocarte siempre en lo que aún no se ha logrado, es fundamental para desarrollar una actitud optimista y agradecida ante la vida.
14. Ayuda al prójimo
Aprende a mirar más allá y a date cuenta de que en el mundo hay innumerables personas que necesitan ayuda. Se puede hacer mucho por los demás, empezando por los pequeños gestos de nuestro día a día.
15. No pospongas las cosas
Aplazar constantemente nos hace sentir abrumados por los eventos y sin el control de nuestra vida. ¡Dejemos de procrastinar y actuemos! Solo así las cosas empezarán a cambiar, positivamente.