Iris Apfel Fallecimiento
Imagen: Agencias

Su cabello corto y blanco, los labios rojos y las gafas grandes de pasta redondas fueron las señas de identidad de Iris Apfel. Pionera prescriptora de estilo, seguirá siendo uno de los grandes iconos de la industria de la moda a pesar de su fallecimiento este viernes a los 102 años.

Esta neoyorquina, que cuenta con muñeca Barbie y emojis propios, ha sido una figura de la cultura pop, «reverenciada por su inteligencia y su estilo ocurrente», como la define el libro El ABC de la moda, editado por Phaidon.

Su estilo ecléctico rompió moldes, así como su peculiar gusto para mezclar colores, texturas y complementos de lujo con piezas de mercadillo han dado la vuelta al mundo.

Iris Apfel Fallecimiento

«No eres guapa y nunca lo serás, pero no importa. Tienes algo mucho más importante. Tienes estilo», le dijo Frieda Loehmann, fundadora de los famosos almacenes Loehmann’s a Iris Apfel cuando comenzaba a dar sus primeros pasos en la industria de la moda. Así se explica en el documental Iris, dirigido por Albert Maysles.

Se dedicó al mundo de la decoración, aunque siempre coqueteó con la moda, hasta que a los 84 años su estilo hipnótico adquirió fama mundial tras ser la protagonista de Iris Apfel: rara avis, una exposición en el Metropolitan de Nueva York en 2005 en la que se exhibieron 80 piezas de joyas y prendas de alta costura de su peculiar colección.

«El mundo de la moda y el gusto por vestirse es como tocar una pieza de jazz, es improvisación», decía a EFE en una entrevista quien consideraba que la moda «es sentido del humor y curiosidad».

Iris Apfel, eterna

Nació en el verano de 1921 en Queens, Nueva York. Su madre tenía una boutique y su padre era fabricante de espejos. Fue una niña de la Gran Depresión y, aunque no tuvo carencias, no se podía permitir comprar demasiadas prendas. Con un vestido, una falda y un jersey negro le permitían ir a cualquier sitió. Aprendió a crear nuevos estilismos con pocas piezas, adoraba la moda.

Iris Apfel Fallecimiento

Con mucho esfuerzo y renunciado a chucherías u otros caprichos infantiles, adquirió su primer complemento a los 11 años, un broche por 65 centavos en una tienda de Greenwich Village, según se cuenta en el documental Iris.

Siendo una adolescente diseñó su dormitorio. «Compré telas para hombre y pinté las paredes de negro», afirmaba en unas charlas para la serie Iris de Netflix.

Apasionada del cine y del teatro, estudió historia del arte en la Universidad de Nueva York y en la Escuela de Arte de la Universidad de Wisconsin.

Se casó con Carl Apfel (su nombre de nacimiento era Iris Barrel) y juntos, dos años después, se convirtieron en afamados decoradores al frente de Old World Weavers, una fabulosa fábrica de textiles que prestaba sus servicios a presidentes de Estados Unidos desde Harry S. Truman a Bill Clinton, y a las grandes estrellas de Hollywood como Greta Garbo o demás de mujeres emprendedoras como Estée Lauder.

Iris Apfel Fallecimiento
Carl Apfel fue el esposo de Iris Barrel

Se definía como una «criatura de la decoración» y su casa reflejaba su extraordinaria creatividad. Consideraba que las reglas estaban hechas para romperse. Hacía lo que simplemente le apetecía. Se atrevía con todo y tenía gusto para mezclar piezas de lujo con otras vintage y también de mercadillo hasta conseguir espacios y aspectos excéntricos que le han valido la admiración de diseñadores y estilistas.

Criatura de la decoración

«En el momento de crear, todo me inspira, lo que toco, lo que veo, las ciudades que visito y su energía vibrante», decía Apfel, que adoraba los accesorios, sobre todo los collares, capaces de transformar el estado de ánimo.

«El estilo es originalidad, creatividad, es una actitud que hace falta cultivar», creía esta prescriptora de moda a quien le gustaba la ropa atemporal, la de buena calidad, la que se puede usar durante mucho tiempo.

En su vestidor había desde piezas de Dior, Chanel o Versace hasta complementos adquiridos en mercadillo de antigüedades europeos y en zocos y bazares de África o lugares exóticos, una larga colección de complementos que le ha hecho única y extraordinaria.

Iris Apfel cumplió su sueño de triunfar en el mundo de la moda. A sus 97 años, fichó por IMG Models, la agencia que representa a supermodelos como Gigi Hadid, Gisele Bündchen o Karlie Kloss.

«¿Quién me iba decir que a mi edad iba a ser una chica de portada?», declaró tras firmar un contrato hasta los 100 años.

«El mayor error de la moda es mirarse al espejo y ver a otra persona», dijo en varias ocasiones Iris Apfel, una mujer singular y única volcada en la moda.


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