La osteoporosis, más conocida como la enfermedad silenciosa, es una baja en la masa ósea aumentando la fragilidad de los huesos y el riesgo de sufrir fracturas.
Se le dice «enfermedad silenciosa» porque es una enfermedad asintomática que puede pasar desapercibida durante años hasta que finalmente se termina manifestando, por ejemplo, con una fractura. Existen algunos casos en los que no se necesita una fractura para diagnosticarla ya que se puede detectar con una densitometría.
La osteoporosis es un proceso crónico que se desarrolla con el paso del tiempo y está influenciada por factores hereditarios, ambientales y de estilo de vida. Este padecimiento está relacionado con la menopausia porque se experimenta una aceleración en el proceso de desgaste de los huesos al cesar la producción estrogénica en las mujeres.
Inicialmente, el ritmo de desgaste de los huesos aumenta en la peri menopausia y en los primeros años después de la menopausia. Sin embargo, existen hábitos que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como la adecuada ingesta de calcio y vitamina D.
Esta última, se consigue fundamentalmente por el efecto de la irradiación solar sobre la piel. Es clave que durante la peri y la menopausia la persona esté atenta a los índices de vitamina D. Si son muy bajos, el médico deberá indicar cómo suplementarlos.
Abandonar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, así como realizar ejercicio diariamente son claves. Se presenta más riesgo de padecer osteoporosis en las personas que:
- Sufren una menopausia precoz, antes de los 40 años.
- Fuman.
- Realizan poco ejercicio.
- Son delgadas con huesos pequeños.
- Tienen antecedentes familiares de osteoporosis
- Ingieren grandes cantidades de alcohol o cafeína.
- Se consumen medicamentos que se asocian a una pérdida de masa ósea como, por ejemplo, los corticoides.