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Oriana Sabatini y Paulo Dybala: una historia de amor que terminó con pedida de matrimonio en la Fontana de Trevi

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«Para siempre». Esta frase, escrita por Oriana Sabatini, anunciaría sin más su inminente boda con el futbolista argentino, Paulo Dybala. Este martes, la hija de Catherine Fulop y Oswaldo Sabatini, a través de su perfil de Instagram, confirmó la noticia.

Tras 5 años de relación sonarán las campanas de boda y los «Sí, quiero» de la pareja quienes, a través de una imagen compartida, anunciaron al mundo su decisión.

Oriana Sabatini y Paulo Dybala Matrimonio

Paulo, de 29 años, compartió en sus historias una romántica imagen con Oriana, de 27, en la Fontana Di Trevi en Roma, seguida del momento en el que se arrodilló para pedirle que se convirtiera en su esposa.

Después de hacerse público el anuncio, las redes reaccionaron y, por supuesto, la actriz venezolana Catherine Fulop, madre de la novia, compartió su emoción a través de un sentido mensaje en sus cuentas personales.

A ella se le unieron amigos y diversas personalidades mundo del espectáculo y del deporte.

Fulop afirmó, en declaraciones a medios internacionales, que se enteró de la noticia justo después que sucedió. «Fue apenas pasó» y relató su emoción ante la noticia. «No parábamos de llorar. Nos mandaron videos. Yo estaba viendo una serie, eran las ocho de la noche. Ella estaba muy emocionada», contó.

Sobre si se esperaba que la propuesta llegara en este momento, Fulop apuntó que «cuando una pareja va más allá de vivir juntos y tienen dos perros, dices: ‘Está consolidado'». Señaló, además, que su hija Oriana estaba resignada a no ver cumplido su deseo de pedida de mano. «Justo que se relajó, pasó».

El cuento de hadas de Oriana Sabatini y Paulo Dybala

Los jóvenes comenzaron su relación en 2018, después del Mundial de Rusia. Poco después, la también actriz y modelo abandonó Argentina para convivir con él en Europa, donde juega para la Roma en la Serie A. Tienen dos perros.

La historia de su relación, sin embargo, siempre ha sido el eje de la atención desde que comenzaron a surgir los rumores de su noviazgo. Según allegados, «es digna de una película romántica».

Cuentan medios especializados que se seguían en Instagram y fue él quien se animó a escribirle por privado para invitarla a cenar. Ella no tenía idea de quién era. Creyó que era un tenista, hasta que confirmó con sus amigas que era una estrella del fútbol y estaba en Italia, jugando en la Juventus.

Los primeros mensajes surgieron durante 2018 y, finalmente, la cita se concretó cuando él visitó Argentina, después del Mundial de Rusia. Oriana Sabatini se había separado de Julián Serrano, y Paulo Dybala, su pretendiente, había terminado una relación con Antonella Cavalieri.

Oriana Sabatini y Paulo Dybala Matrimonio

El flechazo

Apenas se vieron, se enamoraron. Esa primera cita, según ambos, fue un éxito y supieron que querían estar juntos.

En un principio, no obstante, tuvieron que conformarse con un amor a distancia. Hasta que ella tomó la decisión de irse a Italia, a pesar de que sus padres no estaban del todo de acuerdo: la relación era demasiado reciente.

Contra viento y marea, ambos prefirieron escuchar a su corazón. El resto… es historia.

Oriana Sabatini y Paulo Dybala junto a sus mascotas

Sobre Oriana Sabatini

Oriana, además de ser la hija de quien cobró fama gracias a su papel en la telenovela Abigail (RCTV), tiene como padre al actor y empresario Osvaldo Sabatini. Nació el 19 de abril de 1996 en Buenos Aires, y tiene una hermana menor llamada Tiziana, de 24 años.

Desde niña cursó estudios en canto, piano y teatro. Se sabe que además de prepararse en su país natal, estuvo estudiando un tiempo en la reconocida New York Film Academy.

Al igual que su madre, incursionó en el modelaje antes de dar el salto a la pantalla chica con su primera actuación en la telenovela uruguaya Porque te quiero así, en 2011, con apenas 15 años. Desde entonces ha participado en distintas series argentinas, obras de teatro, así como el reality de talento Tu Cara Me Suena 2, en 2014. Además, en 2018 participó en la película Perdida de Alejandro Montiel. Uno de sus papeles más conocidos fue cuando interpretó a Azul Medina en la serie de televisión argentina Aliados.

En su faceta como cantante, en 2017 fue telonera de Ariana Grande en su visita a Argentina como parte de su gira Dangerous Woman Tour. En ese mismo año, también fue telonera de la famosa banda británica Coldplay, que concluyó su gira A Head Full of Dreams Tour en Argentina. Un año después se presentó en el festival Lollapaloza Argentina y compartió tarima con la famosa banda estadounidense Red Hot Chili Peppers.

Sin filtro

Así como se muestra en las redes sociales, transparente, Oriana Sabatini es acérrima de no ocultar lo que ocurre en su vida personal ante las cámaras. Es bien conocido por muchos que, por largo tiempo, sufrió de graves problemas alimenticios. Hoy, a pesar de todo, sigue luchando contra ese padecimiento aunque se encuentre «en un mejor lugar».

En 2022, en entrevista, confesó que tuvo anorexia durante «cuatro años». «No quiere decir que esté recuperada, porque es un camino muy largo, es una lucha diaria. Y es algo que me sigue afectando hoy en día», aseguró.

Ante la consulta de si pudo volver a disfrutar de la comida, la actriz y cantante señaló: «Sí, mejoró un montón cuando me volví vegetariana. La comida pasó a ser algo diferente, comía con otro fin. Pero es un proceso largo«.

«Mucha gente piensa que para tener anorexia o bulimia tenes que verte de cierta manera, pero es una enfermedad mental, no solamente física»

Estas imágenes de Oriana y Paulo en Grecia, en etapas tempranas de su relación, fueron un gatillo para su enfermedad

«Sé que tengo poco culo, pocas lolas, no estoy dura, estoy llena de estrías, claramente un poco de celulitis y está bien. A esta altura, me animo a mostrarme así porque no hay nada que me puedan llegar a decir que sea peor que todo lo que yo, en mi cabeza, ya me dije«, planteaba Oriana.

Sobre el novio

Es uno de los mejores jugadores argentinos en el mundo. Su zurda, afirman medios especializados, su gambeta, el remate y la habilidad lo llevaron a crecer como futbolista en Palermo, Juventus y Roma, pero la «Joya» se descubrió mucho antes y no lo hizo ningún cazatalentos: fue su papá.

Paulo, en Laguna Larga -su ciudad natal-, jugaba en Newell’s, una filial del club rosarino, pero en Córdoba. Aquella localidad, ubicada a 63 kilómetros de la provincia cordobesa, cuenta con menos de 8 mil habitantes.

Adolfo -padre del delantero- siempre quiso que sus hijos se dedicaran al fútbol. Gustavo, el mayor, no llegó; Mariano jugó en las inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata, pero no pudo. Quedaba la última oportunidad: La Joya. 

Desde 2003 hasta 2008, Adolfo recorrió, todos los días, las mismas calles y rutas para alcanzar el sueño que anhelaban él y su hijo, pero ocurrió el hecho que marcó la vida de Dybala para siempre: la muerte de su padre. Un tumor dejó a la deriva a un joven de 15 años, que pidió permiso en Instituto y durante seis meses volvió a jugar en Newell’s para estar más cerca de la familia.

A los dos días de la muerte, Paulo fue a jugar un partido. «La rompí. Corrí y grité como nunca e hice cosas que no había hecho en una cancha. Eso no me lo voy a olvidar jamás», detalló en el libro La Joya. Pese a haber sido un dolor muy fuerte, el cordobés dijo que le había prometido a su papá que iba a ser futbolista profesional. 

Luego de dos años, en 2011, Instituto se jugaba el ascenso a Primera, que peleaba con River; el delantero titular de la Gloria se lesionó y Darío Franco, técnico de entonces, decidió darle la oportunidad a una joven promesa que surgía de las inferiores.

Paolo Dybala junto a su padre.

Aquel 12 de agosto significó un antes y un después. Había cumplido con su padre, pero aún faltaba mucho por delante. Una semana más tarde, llegaría el turno de convertir. En su segundo partido, el nacido en Río Segundo marcó su primer gol como profesional. «Lo primero en que pensé fue en mi viejo», recordó tras el encuentro. A lo largo de la Primera B Nacional marcó 17 goles, lo que lo posicionó como el goleador de Instituto. Su gran desempeño, de hecho, lo llevó a tener reconocimiento en su club: es el primer jugador en anotar dos tripletes en la misma temporada siendo el más joven; superó a Mario Alberto Kempes que lo había logrado con 18 años.

Después de aquel certamen en la Segunda División, Palermo de Italia vino con todo para llevárselo a Europa.

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