convulsiones perros
Los perros tienden a desarrollar lazos muy fuertes con sus dueños. Foto iStock

«No estaba preparada para ese momento y nunca había visto que África presentara antes un episodio como ese. Sí había conocido casos en personas, pero no sabía que los perros también lo podían sufrir, y mucho menos que mi mascota estaba en riesgo”.

Así se inició uno de los días más angustiantes que Camila Suescún pasó con África, su perro de 4 años de raza Beagle, todo por un episodio de convulsiones ante el cual no sabía cómo reaccionar.

Muchos tutores suelen prestarle atención a la salud de las mascotas, pero no están preparados para experimentar un episodio de convulsiones. Adicionalmente desconocen que sus animales de compañía lo pueden experimentar y no hacen valoraciones neurológicas de sus perros.

Definición de las convulsiones

Es una de las condiciones neurológicas más comunes que presentan los perros. Se refiere a una alteración o disfunción de la función cerebral normal, la cual se da de manera totalmente involuntaria y de forma temporal, y va acompañada de una actividad muscular difícil de controlar.

El término epilepsia hace referencia a la presentación de episodios repetidos de convulsiones que pueden ocurrir de manera única o con repeticiones durante poco tiempo; adicionalmente, cuando un animal es diagnosticado con epilepsia, los episodios convulsivos pueden darse de manera impredecible o suceder a intervalos regulares.

Esta es una emergencia veterinaria, pues necesita manejo y tratamiento particulares con el fin de evitar daños neurológicos e incluso la muerte del animal.

Epilepsia

La epilepsia primaria es una predisposición a esta alteración que se desarrolla principalmente en animales de 1 a 4 años de edad.

Hay razas de perros con predisposición a sufrir epilepsia y convulsiones, como schnauzer, basset hound, collies, pastores alemanes y australianos, border collie, Beagle, cocker spaniel y golden retriever, entre otros.

¿Cómo reconocerlas?

Como sucedió con África y Camila, es fundamental reconocer los episodios convulsivos para actuar a tiempo. A menudo, las convulsiones se suelen confundir con temblores musculares.

Si bien las convulsiones y los temblores implican movimientos musculares involuntarios, las convulsiones, en su mayoría, tienen la particularidad de que afectan la capacidad de los animales para responder a estímulos externos (de cualquier índole), estar inconscientes y perder la capacidad de sentir.

Sin embargo, algunos tipos de convulsiones no afectan el estatus mental de las mascotas y por ende representan un desafío en el diagnóstico. Por eso es fundamental que el tutor acuda al médico veterinario para hacer una valoración completa del animal.

¿Qué las causa?

Existen muchos factores que pueden llevar a que un perro desarrolle convulsiones y epilepsia. Entre estas se puede encontrar:

  • Traumas en la cabeza por accidentes o golpes.
  • Enfermedades del cerebro: como infección, inflamación y cáncer de cerebro.
  • Bajos niveles de azúcar (hipoglucemia) y calcio (hipocalcemia) en sangre.
  • Enfermedades de los riñones o el hígado.
  • Bajo nivel de oxígeno en sangre.
  • Intoxicaciones o envenenamiento por elementos como plomo o plaguicidas usados en la industria alimenticia.
  • Acumulación de líquido en el cerebro, conocido como hidrocefalia.

Durante la convulsión usted debe actuar así:

  1. Retirar cualquier elemento con el cual el perro pueda hacerse daño, como muebles, porcelanas, vidrios y lámparas, entre otros.
  2.  Si el animal se encuentra en una zona de alto riesgo como escaleras, lugares elevados, en la calle, etc., trate siempre de moverlo suavemente hacia un lugar seguro y cómodo.
  3.  Nunca inserte elementos en la boca del animal. Esto, aparte de ser peligroso para usted, ya que se pueden producir mordeduras accidentales, puede dificultar la respiración del animal.
  4.  Es falso que la lengua pueda producir ahogamientos o atragantamiento.
  5.  Cuando las convulsiones tardan más de un minuto, la temperatura corporal del animal puede elevarse, así que será importante tener una ventilación adecuada o humedecer las huellas plantares.
  6.  Evite tocar al animal para evitar accidentes. Use siempre un tono de voz suave y evite a toda costa estímulos sonoros o visuales intensos.
  7.  Una vez sucedido el episodio y estén estables, puede ofrecerles agua y llevarlos a dar un paseo para que hagan sus necesidades.
  8.  Nunca brinde comida justo después de la convulsión para evitar atragantamientos.

¿Qué hacer?

Usualmente, los episodios convulsivos suelen durar un minuto o menos y no generan daños a largo plazo; sin embargo, es importante velar por la seguridad del animal y no perderlo de vista durante el suceso. Una vez terminada la convulsión, es importante acudir al médico veterinario para determinar la causa. Existen algunas condiciones por las que se debe acudir lo más pronto posible al consultorio veterinario:

  • Episodios que toman de 5 a 10 minutos.
  • Convulsiones repetidas que no permiten al animal recuperarse por completo.
  • Pérdida de la consciencia que perdura en el tiempo.
  • Más de dos episodios en 24 horas o menos.

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