El jugo de tomate, conocido por sus cualidades antioxidantes y su riqueza en vitaminas y minerales, puede ser una excelente opción. Los tomates o Solanum lycopersicum pertenecen a la familia Solanaceae y son originarios de América del Sur. Consumidos mundialmente, se valoran por sus potenciales beneficios para la salud.

El jugo de tomate es una fuente rica en nutrientes como proteínas, fibra, hidratos de carbono, vitaminas y minerales clave como el potasio y fósforo, según el portal especializado PharmEasy. Estos componentes son esenciales para mantener un cuerpo saludable y son una razón por la que el jugo de tomate se utiliza como bebida energética o deportiva, puesto que es un gran apoyo para la recuperación luego del ejercicio.

El jugo de tomate se destaca por su capacidad antioxidante, antiinflamatoria, y por su potencial para reducir el colesterol LDL (también conocido como colesterol malo), la presión arterial y el azúcar en sangre. Además, puede ayudar en la pérdida de peso, tiene actividad antifúngica, antitumoral, antimutagénica y puede prevenir la formación de coágulos.

Otros usos del jugo de tomate incluyen los siguientes:

• Para los huesos: gracias a su contenido en vitamina K y calcio, puede ser beneficioso para fortalecer los huesos y asistir en su reparación.

• Para la piel: por su alto nivel del antioxidante licopeno, el jugo de tomate puede actuar como protector solar natural y favorecer la reparación celular, logrando un cutis más resplandeciente.

• Para el corazón: la riqueza en potasio y vitaminas B de esta bebida es clave para la salud cardíaca, pudiendo disminuir los riesgos de infarto y arteriosclerosis.

• Para el cabello: su vitamina A puede fortalecer y dar brillo.

• Otros beneficios: desintoxicante, energizante y mejorar el sistema inmunológico.

Cómo consumir jugo de tomate

Se puede consumir como bebida energética, ingrediente en salsas, sopas o como base para guisos. Es importante consultar con un médico antes de integrar el jugo de tomate en la dieta diaria.

Es seguro en moderación, pero se debe tener precaución en personas con problemas renales, alergias a los tomates y durante el embarazo o lactancia.

En tanto, el consumo excesivo de jugo de tomate puede provocar hiperpotasemia (exceso de potasio en el organismo) y afecciones renales. Además, personas con alergias específicas deben evitarlo. El licopeno en altas cantidades puede causar oscurecimiento leve de la piel, que es reversible al disminuir su ingesta.


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