El rey emérito Juan Carlos I estaría pasando más tiempo en Ginebra junto a Marta Gayá, la mujer que, según la periodista Pilar Eyre, ha sido su verdadero amor durante los últimos 40 años.
En su blog en Lecturas, Eyre aseguró que el exmonarca dejó de lado sus viajes a Sanxenxo, en España, y prefiere la compañía de Gayá en su elegante apartamento en Cologny, en Suiza, el mismo que él le regaló en 2007.
«Arrancarse de la amable compañía de Marta cada vez le cuesta más», afirmó la cronista, quien sugirió que su permanencia en Ginebra se prolongará, aunque oficialmente no puede residir allí por su estatus fiscal en Abu Dabi.
Sin embargo, según Eyre, sus «hermanos» jeques se lo permiten todo.
Un amor que resistió el tiempo y los escándalos
La relación entre Juan Carlos y Marta Gayá comenzó cuando él tenía 47 años de edad y ella 38. «No era una vampiresa deslumbrante, pero aunaba todo aquello que él necesitaba en una mujer: conversación, simpatía, sensualidad elegante y, sobre todo, discreción», describe Eyre.
A lo largo de los años, su historia de amor enfrentó obstáculos, rumores y hasta la intervención de la reina Sofía. Sin embargo, ni la presencia de otras parejas ni los escándalos que sacudieron la vida del emérito lograron romper su vínculo.
Incluso Corinna Larsen, a quien en su momento consideraron la gran amante del exmonarca, no logró desplazar a Marta.
El retiro de Juan Carlos I junto a Marta Gayá
Con la edad y las dolencias físicas que lo afectan, Juan Carlos optó por la tranquilidad de la vida junto a Gayá. En su círculo más cercano, según Eyre, habría dejado claro que no quiere que Marta quede en el olvido cuando él falte: «Amparadla, queredla como me habéis querido a mí, ¡no la dejéis sola!».
Pilar Eyre concluyó que el emérito habría asegurado el futuro de Gayá, tanto emocional como económicamente, reafirmando así el peso que ella ha tenido en su vida.
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