La pandemia aumentó significativamente los desequilibrios en el organismo de las personas, quienes no han logrado, en especial, dormir bien y descansar como corresponde. En estos tiempos de crisis es común presentar problemas para lograr un sueño reparador.
Dormir bien es una necesidad fisiológica básica, importante para el correcto funcionamiento del cuerpo. Mientras el cuerpo está en reposo, el organismo presenta cambios en la actividad cerebral, respiración, ritmo cardíaco y en los movimientos musculares. También ocurre la liberación de la hormona del crecimiento, que es clave para la longevidad.
Para alcanzar un estado óptimo, se debe dormir y despertar aproximadamente a la misma hora. Con ello se regula el ritmo circadiano, que no es más que el reloj biológico que comprende todos los ciclos que se repiten cada 24 horas.
Etapas del sueño
Para conseguir un descanso adecuado es relevante conocer las etapas del sueño y cómo se caracterizan. Cada ciclo dura aproximadamente entre 90 y 110 minutos. La primera fase es un sueño ligero en el que la persona se despierta por cualquier eventualidad. En esta muchas personas experimentan contracciones musculares.
Luego se entra en un sueño profundo, en el que no hay movimiento ocular o actividad muscular y las ondas cerebrales son más lentas. En esta etapa es muy difícil despertar a una persona.
Finalmente se entra en un periodo Rapid eye movement, (REM) en donde la respiración se vuelve más irregular, el movimiento de los ojos es más rápido y las ondas cerebrales aumentan. Es en este intervalo en el que se presentan los sueños. Si se despierta a una persona en esta etapa es más factible que recuerde lo que estaba soñando. En condiciones normales se entra en periodo REM de tres a cinco veces durante la noche.
¿Cómo lograr un descanso adecuado?
«La alta presión y la alternabilidad entre el trabajo y el rol de madre o padre son los principales causantes de desórdenes de sueño. Las preocupaciones o las tareas pendientes que se derivan de estas actividades no permiten apagar el cerebro. A estos factores socioeconómicos se les debe sumar la edad, la maternidad, los ciclos menstruales y los altibajos hormonales», asegura la doctora Margarita Botero, médico cirujano. La especialista ejerce como profesional de medicina antienvejecimiento en el Centro Médico Energía Vital Activa.
Para poder llevar una vida sana, hay que descansar adecuadamente. Se recomienda intentar dormir boca arriba con los brazos a los lados ya que es la mejor posición para la columna vertebral y el cuello. A su vez, se pueden combinar tratamientos efectivos que permitan conciliar un sueño reparador.
Entre ellos está la desintoxicación iónica. Dentro de sus beneficios se encuentran la relajación, inactivación de micro-organismos, sueño profundo, reducción del dolor, purificación sanguínea y linfática. También contribuye con el alivio de tensión, pérdida de exceso de peso, vitalidad, entre otros.
El masaje antiestrés es otra de las alternativas. A través de estos se intenta unificar, coordinar e integrar cuerpo y mente estimulando nervios y músculos. Entre sus beneficios se destaca su contribución a disminuir la ansiedad gracias a que activa la circulación sanguínea.
Los sueros con oligoelementos son otra opción ya que restablecen, regulan y equilibran las funciones metabólicas bloqueadas.
También están las neuroterapias que ayudan a equilibrar el funcionamiento del sistema nervioso periférico. Con estas terapias se regulan los procesos inflamatorios dolorosos y se mejora la circulación local.
Entre otras recomendaciones hay que desconectarse de las pantallas antes de dormir ya que la luz de los equipos electrónicos afecta el sueño. Asimismo, se aconseja dormir en un ambiente adecuado, sin ruidos ni luces que afecten el descanso.
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