El cáncer es una afección en la que las células del organismo comienzan a proliferar de manera descontrolada. Su origen se determina por la región del cuerpo en la que se manifiesta inicialmente, aunque posteriormente puede diseminarse a otras zonas. Cuando afecta la vagina se le denomina cáncer vaginal o de vagina.
La vagina, también conocida como canal del parto, constituye un conducto hueco en forma de tubo situado entre la base del útero y la región externa del cuerpo. De acuerdo con Medline Plus, los cánceres de vagina y vulva son poco comunes, aunque su incidencia es más frecuente en mujeres mayores de 60 años y en aquellas que han contraído el virus del papiloma humano (VPH).
¿Qué es el cáncer vaginal?
El cáncer vaginal es una condición poco frecuente pero sería, caracterizada por el crecimiento descontrolado de células en la vagina. Esta enfermedad, identificada por Mayo Clinic como «una proliferación de células que comienza en la vagina», puede originarse en diversas áreas del cuerpo y extenderse.
Aunque los síntomas pueden no ser evidentes en etapas tempranas, es crucial estar atenta a posibles señales de alerta. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), estos pueden incluir flujo o sangrado vaginal anormal, presencia de sangre en heces u orina, estreñimiento, dolor pélvico, molestias durante las relaciones sexuales, cambios en el color de la piel de la vulva, así como llagas, bultos o úlceras en esa área que no cicatrizan.
Tipos de cáncer vaginal
De acuerdo con la información de Mayo Clinic, se identifican diversos tipos de cáncer vaginal, los cuales varían según las células que resultan afectadas.
El carcinoma de células escamosas vaginales tiene su origen en células delgadas y planas conocidas como células escamosas, siendo este el tipo de cáncer más frecuente en la vagina.
El adenocarcinoma vaginal se desarrolla a partir de células glandulares situadas en la superficie de la vagina, siendo esta una forma menos común de cáncer vaginal.
El melanoma vaginal surge en las células responsables de la producción de pigmentos, denominadas melanocitos, y se presenta como variante extremadamente poco común de cáncer vaginal.
El sarcoma vaginal se inicia en las células del tejido conectivo o en las células musculares localizadas en las paredes de la vagina.
Prevención
Para prevenir esta enfermedad no existe una garantía absoluta, pero hay medidas que pueden reducir el riesgo.
En primer lugar, es crucial realizar exámenes pélvicos regulares y pruebas de Papanicolaou, pues estos pueden detectar signos tempranos de cáncer cervical y a veces de cáncer vaginal.
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Además, la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) puede disminuir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer vaginal y otros tipos de cáncer relacionados con este virus.