La temida banda transnacional Tren de Aragua recibió a lo largo del 2024 fuertes golpes por parte de las autoridades colombianas, lo que se tradujo en la captura de sus cuatro principales cabecillas.
Estas operaciones alcanzaron su punto más alto en el segundo semestre del año, luego que la Policía recibió el apoyo de las autoridades de Estados Unidos y de Chile para debilitar a esta organización, cuyo origen se remonta al año 2013 en Venezuela.
Así las cosas, el 1° de julio de 2024 fue capturado en el municipio de Circasia (Quindío), Larry Amaury Álvarez Núñez, alias Larry Changa, uno de los tres fundadores de la banda. La trazabilidad migratoria da cuentas, de que este hombre ingresó a Chile de forma aérea con su nombre y apellido.
“Las labores de inteligencia establecieron que a este hombre le fueron borrados todos los antecedentes penales que pesaban sobre él en Venezuela. Supimos que cuando estuvo en la cárcel de Tocorón prestó ‘servicios sociales’ al Ministerio de Salud de su país, como conductor, de ahí que presuntamente le colaboraron con la ‘limpieza’ en las bases de datos”, dijo una fuente judicial a este diario.
Sin embargo, de cara a la opinión pública, la organización había construido la narrativa de que «Larry Changa» había muerto una de las tantas reyertas que se habían registrado en el centro penitenciario al que entró en 2015.
Así las cosas, la cara visible del «Tren» fue asumido por Héctor Guerrero, alias «Niño Guerrero» y Johan José Romero, conocido como «John Petrica». Pero los movimientos de «Larry» permitieron su ubicación en Chile, pero cuando las autoridades intentaron materializar su captura se movió a Colombia e ingresó de forma irregular desde finales del año 2012.
“Los registros migratorios dan cuenta que este hombre ya había realizado varios viajes a Colombia. De hecho, en uno de esos viajes compró un terreno en el Eje Cafetero. De hecho, se presume que ya había logrado hacerse con los contactos con las mafias que operaban en Migración y en la Registraduría para obtener sus documentos como ciudadano Colombiano”.
Fue así como el 1 de junio de 2022 obtuvo de manera fraudulenta documentación colombiana bajo el nombre de Víctor Miguel Moreno Álvarrez, nombre con el cual empezó adquirir bienes y a consolidar el accionar delictivo del «Tren de Aragua» en Colombia.
Los registros dan cuenta que nació en Cartagena en 5 de enero del año 1977 y la expedición de la cédula Chile alertó a Colombia de los movimientos de «Larry Changa» e investigadores de la Dijín e Interpol lograron establecer que esta persona había comprado una propiedad avaluada en más de 700 millones de pesos, una camioneta de alta gama por más de 350 millones de pesos y que tenía varios registros de adquisición de materiales en depósitos de construcción en el sector.detalló el informante.
El segundo cabecilla
El presidente de la República, Gustavo Petro reportó en la mañana del 16 de noviembre la captura del segundo cabecilla más importante del «Tren de Aragua». Se trata de Jeison Alexander Lorca Salazar alias Jeison Comino, quien era solicitado por Venezuela a través de notificación roja de Interpol.
“Es sindicado de los delitos de terrorismo, asociación para delinquir agravada, tráfico de armas, municiones y extorsión (…) delinquió en la zona de la Tasajera y de Los Teques” dijo el presidente, ambas ciudades pertenecen a los estados Aragua y Miranda, centro del vecino país.
La mano de derecha de ‘Niño Guerrero’.
Luego, el 7 de diciembre pasado, en el municipio de Los Patios, al sur de Cúcuta, Norte de Santander, fue capturado alias Bobby, identificado como el principal del Tren de Aragua en Chile. Carlos Francisco Gómez Moreno tenía una circular roja de Interpol por delitos como secuestro, homicidios selectivos y tráfico de estupefacientes.
Alias Bobby es considerado hombre de confianza de Héctor Rusthenford Guerrero Flores, conocido como Niño Guerrero líder principal de la banda y por quien las autoridades colombianas ofrecen una recompensa de 5 millones de dólares. Estados Unidos también da a cambio de información que permita localizarlo 12 millones.
Según el seguimiento realizado por las autoridades de Chile y Colombia, alias Bobby estaba siendo cercado en territorio chileno, lo que lo llevó a huir del país hace aproximadamente tres meses. Buscando evadir la justicia, se refugió en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela, donde finalmente fue capturado.
El último golpe
Este miércoles 18 de diciembre, en Cali, Valle del Cauca, Johan Michael García, alias Gallina, a quien señalan de ser el tercer cabecilla del Tren de Aragua en Latinoamérica.
La orden de captura en su contra partió de una notificación roja que hizo Interpol, en la que las autoridades venezolanas piden que ‘Gallina’ comparezca ante ellas porque supuestamente es el responsable de enviar armamento y drogas desde Colombia al estado Aragua, en Venezuela.
En concreto, los delitos que le endilgan son tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, asociación para delinquir, tráfico de armas y municiones, y financiamiento al terrorismo.
“¡Ni la brujería salvó al cabecilla del Tren de Aragua! En Cali capturamos a Johan Michael García Rojas, alias «Gallina», tercero al mando de esta organización criminal a nivel internacional, quien practicaba una serie de actos satánicos, incluido el sacrificio de animales, para intentar evadir la ley”, señaló el director de la Policía, general William René Salamanca.
¿Cómo queda la banda?
Tras la captura de «Gallina» el presidente Petro señaló desde su cuenta en la red social X que: “Prácticamente desmantelado el Tren Aragua en América Latina por capturas hechas en Colombia. Primero, segundo y tercer cabecillas caen en el país”.
Estos golpes dados a la banda suponen su debilitamiento y un revés importante, ya que varios de sus cabecillas están tras las rejas lo que frena la expansión de la organización internacionalmente, principalmente en Latinoamérica.
Sin embargo, estas capturas no significan el desmantelamiento de la organización toda vez que el Tren de Aragua, según expertos, funciona mucho más como una marca que como una organización consolidada, monolítica y jerárquica.
Es por ello que el debilitamiento de la estructura no se da tanto por la captura de sus líder o de una persona, sino de que efectivamente haya una estrategia más integral contra este grupo.