Volodimir Zelenski asumirá la Presidencia de Ucrania luego de una imponente victoria en los comicios generales de este domingo contra el mandatario saliente, Petro Poroshenko. Y aunque el actor y comediante es novato en la política, ya fue «presidente» en la pantalla chica, en una serie ucraniana de televisión llamada Servidor del pueblo.
A pesar de las dudas sobre su capacidad de gobernar, Zelenski, de 41 años de edad, logró 73,1% de los votos en la segunda vuelta frente a 24,5% para Petro Poroshenko, de acuerdo con los resultados casi definitivos.
Se trata del sexto y más joven presidente de Ucrania desde su independencia. El presidente electo recibió felicitaciones del mundo entero, incluso las de los presidentes Donald Trump, de Estados Unidos, y Emmanuel Macron, de Francia.
Conocido especialmente por sus monólogos, Volodimir Oleksándrovich Zelenski supo aprovechar el ambiente de descontento entre los ucranianos frente a los partidos tradicionales, considerados corruptos e ineficaces, y la decepción que dejó el levantamiento prooccidental de la plaza Maidán hace cinco años, que permitió la Presidencia del mandatario saliente, Petro Poroshenko.
El showman es padre de dos hijos y originario de Kryvy Rig, una ciudad industrial ubicada en el centro del país, reconocida en la época soviética por la presencia de pandillas, la delincuencia y la violencia que azotaban las calles.
Hijo de un matrimonio judío –padre, maestro, y madre, ingeniera–, Zelenski estudió Derecho en el departamento de la Universidad Nacional de Economía, y empezó a incursionar en la comedia con presentaciones que cuestionaban la fuerte represión que ejercía el gobierno entonces.
Posteriormente, mientras dejaba a un lado la profesión de abogado, su carrera humorística despegó con la llegada a la televisión ucraniana en medio del cambio de siglo, y su nombre tomó tanta fuerza que llegó a participar en reconocidas películas en Ucrania y en Rusia.
Uno de sus personajes más reconocidos fue su protagónico en la serie de televisión El sirviente de la gente, en la que interpretó a Vasily Golorobdko, un profesor que inesperadamente llega a la Presidencia de Ucrania después de aparecer en un video viral en el que se queja de la corrupción.
En una entrevista con la BBC manifestó que el éxito del show se debe precisamente a que la gente quiere ver a un presidente como el personaje.
Por tal razón, el 31 de diciembre decidió lanzarse a la Presidencia de Ucrania a través de un video que se tornó viral y que fue retransmitido por una cadena privada (en lugar del mensaje del presidente Poroshenko), y dejó claro que no era una estrategia de propaganda ni una broma.
“Cuando anuncié que me presentaba a la Presidencia, me calificaron de payaso. Soy un payaso y estoy orgulloso de ello”, declaró entonces.
Sus partidarios creen que Zelenski trae una bocanada de aire fresco a la política ucraniana, mientras que sus detractores denunciaron un programa confuso y una falta de experiencia peligrosa para un país en guerra.
Ante las críticas, Zelenski se rodeó de asesores reformistas y aseguró que quiere mantener el rumbo prooccidental en su país, a la vez que negocia con Rusia, por medio de la participación de Estados Unidos, para resolver el conflicto en el este de Ucrania.
El presidente electo también es acusado de ser una marioneta del oligarca Igor Kolomoiski, enemigo del presidente Poroshenko y propietario de la cadena de televisión que emite su programa, lo que el actor ha desmentido repetidamente.
Cierto es que la tarea de gobernar no se prevé sencilla para el comediante, pues el país de 45 millones de habitantes está inmerso en una fuerte crisis económica y lidia una histórica guerra contra separatistas prorrusos en el este del país, que ha dejado más de 13.000 muertos en 5 años.
Este conflicto, además, es motivo de las continuas tensiones con la vecina Rusia, que anexó en 2014 la península ucraniana de Crimea, un territorio que las dos naciones se disputan desde la disolución de la Unión Soviética en 1991.