Milei, a las puertas de su primer triunfo legislativo tras aprobación de la Ley Bases en el Senado

Tras seis meses de mandato en los que no pudo sancionar ninguna ley, el presidente de Argentina, Javier Milei, está cerca de anotar su "primer gol" en el Congreso. Su controversial Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, más conocida como Ley Bases o Ley Ómnibus, pasó la dura prueba en el Senado y ahora regresa a la Cámara de Diputados para su aprobación definitiva. Sin embargo, el gobierno se vio obligado a hacer concesiones en el camino para evitar que su proyecto estrella se caiga. ¿Por qué es tan importante para el oficialismo, pese a perder gran parte de su esencia, y qué le falta para convertirse en ley? Lo analizamos

Seis meses después de su llegada a la Presidencia de Argentina, Javier Milei quedó a las puertas de sancionar su primera ley en el Congreso. Su proyecto estrella, la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, originalmente presentado con 664 artículos y reducido a poco más de 200, fue aprobado en el Senado tras un extenso debate de 13 horas en el que la figura de la vicepresidenta de la nación, Victoria Villarruel, fue fundamental.

El camino para alcanzar esta victoria, que aún no se ha consumado, ha sido largo.

Inicialmente el proyecto para reformar el Estado fue tratado en febrero en la Cámara de Diputados, donde obtuvo la aprobación en general, pero se trabó durante la votación en particular y volvió a foja cero.

El 29 de abril, una versión desguazada del texto regresó a la Cámara Baja y, tras un maratónico debate de 30 horas, consiguió la media sanción que le permitió continuar su proceso en el Senado.

Mientras avanzaba, el proyecto se desmembraba cada vez más. Pero al Ejecutivo no le quedó otra opción que aceptar las modificaciones en su intento por anotar su «primer gol» en el Congreso. En el camino quedaron varias facultades delegadas que pretendía el presidente (originalmente eran 11 y se aprobaron 4), así como la cantidad de empresas por privatizar, entre ellas Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y los medios públicos, y las reformas al régimen de pensiones.

Con todos estos cambios, incluso varios realizados minutos antes de iniciarse la sesión, el texto llegó el 12 de junio a la Cámara Alta. Allí, tras un álgido debate de más de medio día y mientras en las afueras del Congreso la Policía reprimía a manifestantes que expresaban su rechazo a la ley, el proyecto fue aprobado en general gracias al voto favorable de Villarruel, quien desempató en su rol de presidenta del Senado luego de que la votación terminara 36 a 36.

Para asegurar el triunfo oficialista, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, anunció modificaciones al final de la sesión para la votación, en particular del polémico Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Específicamente se limitó su aplicación a los sectores agroforestal, de infraestructura, minería, energía y tecnología. Además, se estableció el compromiso de contratar proveedores locales por al menos 20% del monto total de la inversión.

Inesperadamente, el oficialismo se vio beneficiado por la ayuda de tres senadores opositores de Unión por la Patria, que quebraron la unidad del partido y votaron a favor del RIGI.

Todas las modificaciones y concesiones que aceptó el gobierno desde la presentación del proyecto original en diciembre hasta su aprobación seis meses después evidencian que el Ejecutivo buscaba sancionar la ley a toda costa.

“Un triunfo del pueblo argentino”: el gobierno celebró la aprobación

Minutos después del voto favorable de Villarruel, la oficina del presidente emitió un comunicado en el que celebró “la histórica aprobación en general” de la reducida «Ley Ómnibus» en el Senado.

El gobierno la calificó de “un triunfo del pueblo argentino y el primer paso hacia la recuperación de nuestra grandeza”.

“El Poder Ejecutivo destaca la labor patriótica de los Sres. Senadores de la Nación que aportaron su voto positivo a la aprobación de esta ley, y espera seguir contando con su compromiso para dejar atrás las políticas de fracaso y miseria, y reinsertar a la República Argentina en la senda de la prosperidad y el crecimiento”, expresa el texto.

El Ejecutivo volvió a convocar a la firma del Pacto de Mayo a gobernadores, expresidentes, legisladores que apoyaron la ley y líderes de los principales partidos para “abandonar las viejas recetas de fracaso, olvidar las diferencias políticas, abrazar las ideas de libertad y establecer diez políticas refundacionales para devolverle el futuro a los argentinos”.

Para la oposición más dura, la aprobación de la ley representó una “victoria pírrica”.

“La ley perdió su esencia”

Según el abogado y consultor político Federico Miravet, la»‘Ley Bases» fue perdiendo su esencia a medida que el gobierno hacía concesiones para lograr su aprobación.

“Yo no sé hasta dónde Javier Milei quiere efectivamente que salga esta ley después de los acuerdos que tuvo que hacer con los legisladores y la forma en que negoció”, dijo Miravet a France 24.

«El Ejecutivo presentó un proyecto sumamente ambicioso con más de 600 artículos en diciembre, y lo que se aprobó fueron solo 232 artículos, además con modificaciones, en particular en el Senado. No sé cuánto quedó de esa esencia», agrega el experto.

Pese a calificar la aprobación como una «victoria tardía», sostiene que es importante para el gobierno debido a la escasa cantidad de legisladores que tiene en el Congreso.

“Milei necesitaba aprobar una ley”

Para el politólogo Roberto Nolazco, gerente del área de Asuntos Públicos e Issue Management de Prospectiva Public Affairs Latam, Milei necesitaba mostrar para afuera que puede aprobar una ley.

“No solo en la cuestión política doméstica, sino para atraer inversiones y generar confianza en los mercados”, explica a France 24.

Según el experto, el mandatario precisaba exponer ante los inversionistas extranjeros que su plan de gobierno también es realizable desde lo político y que es capaz de sancionar leyes.

“Por un lado, hay cierta impaciencia de los mercados. El país viene de dos semanas financieras bastante en rojo para los ADR y los bonos argentinos. Por otro lado, se está acabando un poco la paciencia de la gente. Milei sigue teniendo una imagen positiva, pero necesita empezar a mostrar resultados concretos. Más allá de bajar la inflación o alcanzar el superávit fiscal, tiene que sancionar leyes”, afirma.

Nolazco asegura que con la aprobación de la ley el gobierno tiene para hacer un “relato de triunfo”.

“Cualquier cosa que se sancione es mejor que no sancionar nada”.

“El presidente precisa acuerdos políticos”

En diálogo con France 24, la politóloga y doctora en Relaciones Internacionales Lourdes Puente coincide con su colega Nolazco en que la aprobación de la ley representa más un mensaje para los inversionistas.

“En algún punto, los inversores dicen: ‘Primero tenés que demostrarnos que vas bien y después vemos si invertimos en el país”.

La directora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Católica Argentina (UCA) cree que al gobierno también le sirve para conseguir algo de la estabilidad y sostenibilidad política que le exigió el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Milei se debate entre mantener su discurso, que es lo único que tiene de fortaleza con sus votantes, y por otro lado hacer política para mostrar un encuadre o una estabilidad que no puede obtener si no se aprueba la ley”, señala.

Puente sostiene que el presidente, para conseguir lo que necesita, debe generar una determinada confianza que solo la política y los acuerdos pueden proporcionar.

“Intentaron perpetrar un golpe de Estado”

Mientras los senadores debatían en el recinto, en las cercanías del Congreso se registraron momentos de alta tensión entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Durante los enfrentamientos, varias personas resultaron heridas, incluidos diputados, activistas, trabajadores de medios de comunicación, policías y gendarmes. Al menos cinco miembros de las fuerzas de seguridad fueron hospitalizados.

Los manifestantes incendiaron dos automóviles y lanzaron piedras y bombas molotov contra los agentes del orden, quienes respondieron violentamente.

El gobierno, a través de la cuenta de la Oficina del Presidente en la red social X, felicitó a las fuerzas de seguridad por la represión contra los manifestantes, a quienes acusó de pertenecer a “grupos terroristas” que intentaron “perpetrar un golpe de Estado”.

“La Oficina del presidente felicita a las Fuerzas de Seguridad por su excelente accionar reprimiendo a los grupos terroristas que con palos, piedras e incluso granadas, intentaron perpetrar un golpe de Estado, atentando contra el normal funcionamiento del Congreso de la Nación Argentina”, indica la publicación.

Para la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el operativo fue “perfecto”.

“No hubo pasividad frente a una violencia inusitada», declaró al diario local Clarín.

El protocolo antipiquete aplicado por la Policía Federal permite a sus agentes empujar a los manifestantes hacia las aceras, emplear escuadrones antidisturbios, camiones hidrantes y gas pimienta.

Según confirmaron la Policía Federal y la Policía de la Ciudad, al menos 30 personas fueron detenidas en los incidentes que convirtieron las calles aledañas al Congreso en un campo de batalla.

Por otro lado, en distintas partes del país se realizaron cacerolazos en contra del gobierno y en rechazo a la aprobación de su «Ley Bases» en el Senado.

Cómo sigue el trámite parlamentario

Dado que el Senado introdujo cambios en el texto recibido de Diputados el 30 de abril, el proyecto deberá volver a la Cámara Baja para poder convertirse en ley.

Así lo establece el artículo 81 de la Constitución nacional:

“Si el proyecto fuere objeto de adiciones o correcciones por la Cámara revisora, deberá indicarse el resultado de la votación a fin de establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes o por las dos terceras partes de los presentes».

Milei
Los senadores votan un paquete de reformas clave para el presidente Javier Milei en una sesión marcada por huelgas y manifestaciones en el Congreso Nacional en Buenos Aires el 12 de junio de 2024. Foto: TOMÁS CUESTA / AFP

Agrega que «la Cámara de origen podrá por mayoría absoluta de los presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correcciones introducidas o insistir en la redacción originaria, a menos que las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes de los presentes. En este último caso, el proyecto pasará al Poder Ejecutivo con las adiciones o correcciones de la Cámara revisora, salvo que la Cámara de origen insista en su redacción originaria con el voto de las dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen no podrá introducir nuevas adiciones o correcciones a las realizadas por la Cámara revisora”.

En resumen, el texto que regresa a Diputados ya no puede ser alterado. Las alternativas son ratificar las modificaciones propuestas por el Senado o mantener la redacción original.

Por Guido Burdman


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