Polémica designación en Colombia en medio de la ambiciosa política de paz total del presidente Gustavo Petro.
18 antiguos comandantes de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), incluidos varios de sus máximos jefes y cofundadores, fueron designados como gestores de paz para abrir una previsible décima mesa de negociación con grupos al margen de la ley. La primera con una organización ya inexistente.
Los designados pueden actuar de facilitadores o intermediarios entre organizaciones criminales y el Gobierno con el propósito de lograr la desmovilización de personas que hagan parte de estas estructuras e, incluso, el sometimiento de los grupos.
Según la resolución del gobierno, su participación busca que “contribuyan con su conocimiento y experiencia al desarrollo de actividades de construcción de paz y garantías de no repetición, estructuración de procesos de paz y estrategias de acercamientos con actores armados ilegales”.
El nombramiento fue hecho mediante la resolución 453 de 2024, firmada el pasado 8 de noviembre, y confirma el anuncio hecho por el mandatario desde el pasado octubre. Sin embargo, la decisión sigue despertando críticas y controversia por la participación de los acusados previamente de múltiples crímenes de lesa humanidad.
Sin embargo, la resolución señala que el reconocimiento como gestores de paz «no modifica su situación jurídica, ni las medidas de aseguramiento vigentes, o su régimen de libertad, ni conlleva beneficios judiciales».
Se trata de una figura que no les da beneficios judiciales, pero permite que ayuden en acercamientos con actores armados ilegales, insiste la administración de Petro.
El mandatario también subraya que uno de los objetivos principales de la propuesta es “terminar” el proceso de desmovilización de las AUC que se produjo entre 2003 y 2005, tras un proceso de paz bajo el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe. Tras el acuerdo de desmovilización de inicios de los 2000, varios de los excomandantes de las AUC terminaron extraditados a Estados Unidos, donde fueron condenados por narcotráfico.
Petro considera que ese proceso está inconcluso debido a la falta de reparación para las víctimas de la violencia.
Ahora, su designación como gestores de paz será de seis meses y sus actividades serán desarrolladas en las “condiciones excepcionales”, donde defina la oficina de paz del gobierno, sin que se modifique su “situación jurídica, ni las medidas de aseguramiento vigentes, o su régimen de libertad, ni conlleva beneficios judiciales”, indica el decreto.
¿Quiénes son los 18 exjefes paramilitares que fueron nombrados gestores de paz?
En la lista figuran quienes fueron los principales cabecillas paramilitares, autores de miles de delitos —la mayoría por línea de mando—, algunos de ellos incluso extraditados a Estados Unidos y condenados por delitos de narcotráfico.
Entre los paramilitares desmovilizados está Hernán Giraldo Serna, conocido con los alias de “El señor de la Sierra” o “El Taladro”, nombre que le daban por abusar sexualmente de las niñas cuando era jefe paramilitar, recuerda la agencia de noticias AP. En 2021 fue deportado a Colombia luego de purgar una pena por narcotráfico en Estados Unidos.
También figura Diego Fernando Murillo, alias “Don Berna”, quien además de paramilitar fue narcotraficante e hizo parte de los Perseguidos por Pablo Escobar, dedicados a atacar a traficantes asociados al capo narcotraficante Pablo Escobar, quien fue finalmente abatido por la policía en 1993. Murillo fue condenado por narcotráfico en Estados Unidos en 2009, donde continúa recluido.
La lista la completan: Rodrigo Tovar Pupo, alias «Jorge 40»; Carlos Mario Jiménez, «Macaco»; Heberth Veloza García, «HH»; Rodrigo Pérez Alzate, «Julián Bolívar»; Luis Eduardo Cifuentes Galindo, «El Águila»; Manuel de Jesús Pirabán, «Pirata»; Juan Francisco Prada Márquez, «Juancho Prada»; José Baldomero Linares, «Guillermo Torres»; Freddy Rendón Herrera, «El Alemán»; Edward Cobos Téllez, «Diego Vecino»; Héctor Germán Buitrago, «Martín Llanos»; Ramón Isaza, «El Viejo»; Arnubio Triana Mahecha, «Botalón»; Ramiro Vanoy, «Cuco Vanoy»; Héctor Buitrago Rodríguez, «El Patrón»; y Salvatore Mancuso, quien ya había sido designado gestor de paz por el Gobierno en julio de 2023.
Colombia lidia con estructuras armadas de herencia paramilitar, como el cártel Clan del Golfo, y también con disidencias de la antigua guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al proceso de paz firmado con el Estado en 2016.
Los nuevos gestores de paz se desmovilizaron de los grupos paramilitares entre 2003 y 2005, años en los que el Estado adelantó un proceso de paz con las Autodefensas Unidas Colombia, creadas para combatir a las guerrillas de izquierda. Luego se sometieron a una justicia especial para paramilitares denominada Justicia y Paz, por lo que sus sentencias se redujeron a un máximo de ocho años de prisión por desmovilizarse.