El debate alrededor de la relación entre Will Smith y Jada Pinkett ha estado a la orden del día después de que hablaron sobre la relación que la actriz tuvo con el rapero August Alsina.
No es la primera vez que el tema de la infidelidad toca a la pareja.
A pesar de ser una de las parejas más queridas y longevas de Hollywood, su relación ha atravesado momentos difíciles prácticamente desde el comienzo.
Will y Jada se conocieron en la década de los 90 en el set de El príncipe del rap durante las audiciones. Jada no fue elegida para el elenco y en ese momento él estaba casado con Sheree Zampino (con quien tuvo a su hijo Trey Smith).
Después del divorcio de Smith en 1995, los actores se reencontraron y en 1997 contrajeron matrimonio. Para ese momento Jada ya esperaba a su primogénito Jaden.
Infidelidad
El primer escándalo de la pareja por la supuesta aparición de un tercero fue a mediados de 2011. En ese momento se especuló que Jada tenía una relación con Marc Anthony (amigo de ambos), situación que los llevó a hablar con la revista People para explicar que su matrimonio estaba intacto.
Años después, en agosto de 2015, ante nuevas especulaciones, Smith utilizó sus redes sociales para aclarar que no se estaba divorciado.
«Bajo circunstancias normales no respondo tonterías porque es contagioso, pero mucha gente me ha extendido sus ‘profundas condolencias’. Pensé: ‘Qué demonios, puedo ser un tonto también», escribió el actor.
«Les prometo a todos que si en algún momento decido divorciarme de mi reina, ¡les diré yo mismo!», dijo.
El gusto por el porno
Antes de que el escándalo por la infidelidad saliera a la luz y también a través del programa Red table talk (que es conducido por su hija Willow), Jada compartió que en una época en la que era soltera y practicaba la abstinencia sentía la necesidad de ver películas para adultos.
Y aunque eso no es un motivo de divorcio ni mucho menos, la actriz aclaró que en ese tiempo esta clase de filmaciones le ayudaron a relajarse.
Ahora que ambos ventilaron la crisis por la que pasaron y de la que se sobrepusieron, sigue la duda sobre si la pareja seguirá siendo estable.