ENTRETENIMIENTO

Top Gun: la historia de Kelly McGillis, la única estrella de la película que no invitaron a la secuela

por Avatar GDA | El Comercio | Perú

En 1986, Kelly McGillis tocaba la miel del éxito al protagonizar junto a Tom Cruise, el galán de cine de moda de entonces, Top Gun, la historia de Maverick, el rebelde piloto de avión de la Armada de Estados Unidos. Treinta y seis años después, la secuela de este éxito de los ochenta se estrena el 27 de mayo pero sin su recordada protagonista.

En la historia original, McGillis daba vida a la guapa instructora de vuelo que termina enamorándose de Maverick (Tom Cruise). Con 29 años en aquel entonces, hoy tiene 64, la actriz se convirtió en un ícono de belleza para la época y su carrera cinematográfica parecía tomar impulso en Hollywood, sin embargo, sus problemas personales terminaron por desaparecerla de la industria.

Tras el éxito de Top Gun, McGillis protagonizó en 1987 Hecho en el cielo de Alan Rudolph y La casa de Carroll Street. Al año siguiente fue propuesta para estelarizar Los acusados, la historia de una joven que sufre una violación en grupo dentro de un bar. Sin embargo, la actriz rechazó el papel pues le generaba conflictos personales al haber sufrido en la vida real un ataque sexual en 1982.

Finalmente, el protagónico recayó en Jodie Foster y McGillis obtuvo el papel de la abogada de la protagonista. Durante la promoción de esta película, la actriz contó a la revista People detalles de la agresión sexual que sufrió en 1982.

Reveló que dos hombres forzaron la puerta de su departamento, la ataron, la hirieron con un cuchillo y la violaron por turnos. Las declaraciones de McGillis se tomaron con pinzas y hasta fue acusada de querer darle publicidad a la película.

En 1989, McGillis sufrió un auténtico infierno durante el rodaje de El cazador de gatos, pues se llevó muy mal con Abel Ferrara, el director y Peter Weller, su coprotagonista.

«Si esto es lo que va a ser actuar, no lo haré. En el último día de rodaje, dije: ¿Has terminado conmigo? Sí, contestó. Entré en mi remolque, me afeité la cabeza, y dije: ¡Que te jodan!, nunca más quiero actuar», declaró la actriz en una entrevista a Independent Woman.

Kelly McGillis

Ese mismo año, la actriz formó parte el elenco de la obra Noche de reyes de Shakespeare y reveló que sufrió varios ataques de nervios durante los ensayos. Sentía mucha inseguridad y creía que no tenía talento para la actuación. «Cuando estoy actuando es cuando me siento más segura de mí misma, porque puedo centrarme en otra persona», declaró al Washington Post en octubre de 1989.

«No me siento muy cómoda conmigo misma, pero sí cuando puedo ser cualquier otra persona. He hecho muchas cosas malas en mi vida. No fui una hija perfecta, no fui una estudiante modelo y eso me atormenta».

Todos estos problemas le quitaron las ganas de seguir actuando.

Decidida a comenzar una nueva vida, la actriz viaja a Florida y abre un restaurante de nombre Kelly’s, en el que ella misma servía las mesas junto a su esposo, el millonario Fred Tillman. Ahí, decidió quitarse los implantes de pecho y se tatuó una frase china que decía: «Viaje hacia la paz».

Kelly McGillis

«Mis agentes me llamaban y me advertían de que estaba jodiendo mi vida, pero yo solo quería ser una actriz de carácter y en Estados Unidos no hay nadie que aparente 50 años», dijo al diario independent en 2011.

El impacto de Top Gun

Antes de Top Gun, McGuillis protagonizó en 1985 Witness, una película junto a Harrison Ford. por la que fue nominada al Globo de Oro. Al año siguiente, la actriz fue seleccionada para ser la coprotagonista de Tom Cruise en la historia de aviones y Maverick.

Sobre esta experiencia, McGuillis declaró: «Tuve que hacerlo porque había firmado un contrato de dos películas con Paramount después de Witness… Acabo de salir de Juilliard, pensé que todo era clásico, luego leí Top Gun y pensé: ‘Esto no es Medea’. Sin embargo, me lo pasé muy bien haciéndolo. Estoy cubriendo a Tom en esos carteles famosos porque yo era demasiado alto, realmente lo superaba. Tuve una mala postura durante toda la película», dijo.

Kelly McGillis

El éxito de Top Gun en Estados Unidos fue grande, en taquilla reunió alrededor de  357.1 millones de dólares alrededor del mundo y catapultó a la fama a Cruise y a todo el elenco. Sin embargo, para McGuillis este impacto fue negativo.

«Me hizo muy infeliz, muy desconfiada de otras personas. Creo que lo llamarías terror viviente. Me asusté cuando me reconocieron en la calle. Ya hay suficientes personas chifladas en el mundo, y ya me habían pasado suficientes cosas horribles antes de era famoso. Cuando eres reconocible, piensa cómo se multiplica la posibilidad de que eso suceda. Además, encuentro muy peculiar que me miren como diferente a los demás. Me mudé de Los Ángeles porque no quería que mis hijos me vieran en eso», dijo.

Profesionalmente, la carrera de McGillis quedó reducida a producciones de clase B, obras de teatro y apariciones esporádicas en alguna que otra serie. En 2008, por ejemplo, formó parte del capítulo «Lesbians Gone Wild» de la serie The L Word.

Top Gun

En lo personal. la actriz tuvo dos hijas pero se divorció de Tillman en 2002. En 2010, McGuillis volvió a contraer matrimonio, esta vez con Melanie Leis, una ejecutiva relacionada con la industria de la música que había sido su pareja en secreto durante nueve años, aún estando casada con su primer esposo. Finalmente se divorciaron en 2012.

Actualmente, la actriz de 64 años está apartada de los reflectores focos y colabora eventualmente en algunos centros de ayuda a drogadictos y alcohólicos, además de dar clases a aspirantes a actor.

Tras el estreno de la secuela de Top Gun, la actriz recibió muchas burlas a su físico por parte de algún sector del público. Sin embargo, McGuillis dice no hacer caso de lo que digan los demás.

Kelly McGillis dice que su vida es ahora tranquila, pequeña y adorable. «Antes pensaba que me suicidaría si no podía actuar. Ahora tengo una familia, sé que hay personas que se preocupan por mí», declaró en 2011 al Independent y en 2019, en entrevista al New York Times sentenció: «Estoy vieja y gorda, tengo el aspecto apropiado para una mujer de 62 años; yo ahora me siento a gusto y mi valía no depende de mi belleza».