Bienvenidos los drive-in raves.
El deseo insaciable entre los más jóvenes del planeta de reunirse y “enrumbarse” como hace tres meses, enfrenta nuevos retos por la era del confinamiento. Esta es, principalmente, la razón por la cual países como Alemania, uno de los líderes en movidas electrónicas, nos dio una pista de lo que puede ser el futuro de los festivales musicales más importantes.
En la ciudad de Schuttorg, cerca de Holanda, se realizó hace unos días el que han llamado la primera rave «drive-in», en el que los asistentes presenciaron a un DJ colocar música en un escenario con luces estroboscópicas, mientras ellos seguían el evento desde sus carros, según reseña el portal MixMag.
Sí, al mejor estilo de un autocine.
El evento fue organizado por un reconocido club y obligó a los asistentes a que hubiera solo dos personas por vehículo.
Participaron alrededor de 250 personas que se unieron a los beats de DJ’s utilizando sus propias luces y sus cláxones para darle feedback a lo que estaba pasando, creando así una sensación de identidad con la “fiesta”.
Sin duda, la industria de eventos y conciertos será una de las más afectadas en tiempos venideros pero algunos creen que este tipo de celebraciones pueden ser una estrategia para mantenerse a flote.
La escena del auto-rave, un tanto futurista y hasta distópica, recuerda los mundos tecnodecadentes de J. G. Ballard y de manera extraordinaria la genial película Holy Motors, en la que se revela que los carros están vivos y tienen una naturaleza erótica.
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