ENTRETENIMIENTO

La película de Black Mirror sorprendió a fanáticos por su interactividad

por Avatar GDA | La Nación | Argentina

Consolidada como una de las series más populares y elogiadas de los últimos tiempos, Black Mirror volvió a dejar a todos con la boca abierta con el sorpresivo estreno de Bandersnatch, un film en el que cada espectador se pone en el lugar del protagonista para tomar decisiones que van cambiando radicalmente la historia y que ya se puede disfrutar en Netflix.

Las versiones de que Netflix estaba analizando lanzar capítulos interactivos comenzaron hace dos años luego de que sus directivos confirmaran que estaban trabajando en nuevas maneras de contar historias. Poco tiempo después, esta modalidad comenzó a implementarse en algunos títulos infantiles como Minecraft: Story Mode, la serie de El Gato con Botas y Strech Armstrong, pero pasó desapercibida para el gran público. Lo que muchos creyeron que había sido un fracaso era, en realidad, una estrategia: entender la tecnología y perfeccionarla para dar el salto a gran escala.

Y es posible que no hubiese mejor serie para mostrar la potencialidad de esta nueva herramienta para contar historias que Black Mirror, la creación de Charlie Brooker que debutó en 2011 en Inglaterra con un recordado episodio en el que el primer ministro inglés debía mantener relaciones sexuales televisadas con un cerdo para evitar un asesinato. Gracias a este tipo de historias perturbadoras y diferentes, pronto se volvió un producto de culto.

Black Mirror busca mostrar el costado oscuro de nuestro vínculo con la tecnología, que en muchos casos es adictiva. De hecho, el nombre de la serie nace porque cuando los teléfonos y las computadoras se apagan podemos vernos reflejados en esa suerte de espejo negro.

Atentos a captar aquellas producciones que son populares, en 2016 Netflix cerró un acuerdo para que los nuevos episodios se volvieran exclusivos de la plataforma y sumó episodios excelentes como “San Junipero”, con una reflexión sobre la muerte y el amor, y “USS Callister”, un justo homenaje a Star Trek pero también una indagación sobre la realidad virtual y la inteligencia artificial.

Stephan quiere desarrollar su propio videojuego (Foto: Netflix)

Aunque por sus episodios han pasado actores muy conocidos como Jon Hamm o directores como Jodie Foster, en “Bandersnatch” el elenco no tiene caras conocidas pero sí grandes intérpretes como Will Poulter, Craig Parkinson, Alice Lowe y Asim Chaudhry, bajo la dirección de David Slade, responsable del capítulo “Metalhead”.

Situada en la década del 80, Bandersnatch se centra en Stefan, un joven tímido y solitario que sueña con ingresar al mundo de los videojuegos. En su cuarto, escribe el código de un nuevo título, inspirado en un libro de culto, pero que muchos creen que es maldito. Una vez que tiene una primera versión, se acerca al sello más popular del momento para convencerlos de que le dejen completar su proyecto. A partir de allí, la historia cambia según las elecciones de cada espectador.

La posibilidad de elegir entre distintas tramas es tan atractiva como adictiva y, a diferencia de lo que sucedía con los libros infantojuveniles de la colección “Elegí tu propia aventura”, aquí todo comienza con cierta inocencia como optar por qué cereal desayunar, qué canción escuchar, si hablar con alguien o no, y termina con situaciones oscuras y terribles. No todos llegan a esta instancia pero aquellos que se toparon con la escena del cenicero entenderán cómo Black Mirror no perdió su gusto por la provocación y la incomodidad.

Aunque tanto Netflix como los productores de la serie prefieren no dar mayores datos, se estima que hay cerca de cinco horas de material disponible para jugar con las opciones y que existen tanto finales oscuros como cierres absolutamente ridículos y sorprendentes. Incluso hay meta referencias a la misma plataforma de streaming y guiños sutiles, como publicidades en segundo plano que referencian al tipo de cereal que uno eligió al comienzo.

Junto con estos juegos, Bandersnatch también está lleno de elementos del universo de Black Mirror, con pistas sobre otros episodios y personajes, por lo que seguramente muchos decidirán jugar varias veces hasta tratar de descubrir todos los secretos. No será fácil: se calcula que hay miles de versiones posibles de la historia. Y no todo termina allí: además de un personaje de Alicia a través del espejo de Lewis Carroll, “Bandersnatch” también fue un juego de computadoras real de 1984 que fue muy publicitado pero jamás salió a la venta… ¿quién descubrirá cuál es la verdadera historia?

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