El actor guatemalteco Oscar Isaac divide su vida entre la gran pantalla, en proyectos como Spider-Man: Across the Spider-Verse, y el teatro, con su reciente debut en Broadway, una disciplina que es «necesaria» en su vida como artista, cuenta en una entrevista con EFE.
«En el teatro te tienes que expresar con cada célula que tienes. Cada parte del artista se usa y eso para mí es necesario, es regresar a donde nací como artista», relata el actor graduado de la Academia Juilliard de Nueva York.
Isaac no pisaba un escenario desde 2017 y ahora, desde finales de abril, se enfrenta a los de Broadway con la obra The Sign in Sidney Brustein’s Window, de 1964, de la dramaturga Lorraine Hansberry.
Según comenta, actuar en vivo frente a un público que constantemente cambia es una actividad que le recuerda mucho a su época de músico como integrante de la agrupación de ska-punk The Blinking Underdogs.
«Es bastante similar, (con una banda) tocas las mismas canciones cada noche pero siempre se siente diferente dependiendo la audiencia», explica Isaac.
Entrada al universo arácnido
En contraposición al teatro, donde tiene todas las herramientas de expresión, Isaac se adentra en el doblaje en la segunda película de la saga de animación del hombre araña, Spider-Man, que sumerge a los espectadores a distintos universos paralelos.
En Spider-Man: Across the Spider-Verse, el intérprete da vida a Miguel O’Hara, la versión más oscura y seria del superhéroe, que tendrá que enfrentarse al protagonista, Miles Morales, otro de los hombres arácnidos, en su lucha por cambiar el curso de su destino.
«Aunque solo sea con la voz, hay muchas posibilidades de crear un personaje», considera el actor, que antes había participado en la cinta animada The Addams Family 2 (2022).
Isaac también ha formado parte de grandes franquicias como Star Wars y X-Men y ahora, con O’Hara, se suma al universo arácnido en el largometraje dirigido por Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson, que llegará a los cines el 2 de junio.
Aunque le emociona formar parte de proyectos tan icónicos de la cultura pop, confiesa que cuando le llegan las propuestas de trabajo más que centrarse en la popularidad de estas sagas piensa en el personaje en cuestión.
«La atracción nunca viene de la franquicia, siempre viene de cuál es la historia y la vida que vamos a contar», señala el actor de 44 años nacido en Guatemala y radicado en Estados Unidos.
De O’Hara le llamó la atención el misterio que envolvía al hombre de raíces mexicanas e irlandesas, así como la emocionante transformación por la que atraviesa en el filme.
«Cuando vemos a Miguel por primera vez es oscuro, serio y está contenido, pero cuando termina la película es como un animal, es un poco como un vampiro. Fue muy interesante ver cómo iba cambiando el personaje y perdiendo el control», relata.
Además, confiesa que le cautivó la diversidad que planteaba la primera que, de forma disruptiva, mostró que Miles Morales, un joven afroamericano con raíces puertorriqueñas, también podía ser Spider-Man, algo que suele ser un tema de discusión «tóxico entre los fans», considera.
«En la primera película se cuestionaban ¿quién tiene el derecho de ser este personaje?, esto es una pregunta hasta política, y la respuesta era que cualquiera podía ser Spider-Man. Ahora la pregunta es, ¿qué haces cuando tienes la máscara puesta?», dice.
Finalmente, Isaac celebra el éxito y reconocimiento que los actores latinos han alcanzado en los últimos tiempos, pero le emociona de forma especial el de su «hermano» Pedro Pascal, a quien considera un artista «honesto y auténtico».
«Ya le tocaba, ya está viejito. Ver que por fin le están dando el reconocimiento que merece y saber que es un ejemplo para otros artistas latinos me da mucho orgullo», apunta.