Akira Toriyama
Foto EFE

El dibujante japonés de manga Akira Toriyama, autor de la serie Dragon Ball, murió a los 68 años a causa de un derrame cerebral agudo, anunció este viernes su estudio Bird Studio en un comunicado a través de redes sociales.

«Lamentamos enormemente informar de que el creador de manga Akira Toriyama murió el 1 de marzo debido a un hematoma subdural agudo», detalló el estudio en su perfil de la red social X.

«Sentimos mucho que todavía tenía varios trabajos a mitad de creación con gran entusiasmo. También, tenía muchas más cosas por lograr», añade el escrito de Bird Studio.

El equipo de Toriyama destacó los trabajos que el autor deja para la posterioridad y añadió: «Gracias al apoyo de tanta gente alrededor del mundo, pudo continuar con sus actividades creativas durante más de 45 años. Esperamos que el mundo único de creación de Toriyama siga siendo amado por todos durante mucho tiempo».

Dragon Ball
Foto EFE

Bird Studio explicó que el funeral del autor ya ha tenido lugar entre sus familiares y allegados, y pidió al público abstener de enviar flores u otras ofrendas de condolencias, «siguiendo sus deseos de tranquilidad».

Akira Toriyama, reservado e influyente

La repentina muerte del reservado e influyente dibujante Akira Toriyama causó conmoción por ser una figura clave para numerosos artistas que terminaron moldeados por el irresistible atractivo de su estilo personal plasmado en Dragon Ball, uno de los mangas y animes más exitosos a nivel global.

Fallecido el día 1 de marzo a los 68 años de edad y nacido el 5 de abril de 1955 en la localidad de Kiyosu, en el centro de Japón, Toriyama trabajaría en una agencia de publicidad en la limítrofe Nagoya antes de decidir que la encorbatada vida del salaryman japonés no era para él y que iba a volcar su carrera en el manga.

Tras llamar la atención del mítico editor Kazuhiko Torishima con sus primeros trabajos de 1977, Awawa World, y Misterious Rain Jack (una parodia de la mítica Star Wars), Akira Toriyama debutaría en 1978 con Wonder Island en las páginas de la revista Shonen Jump, a la que se mantendría vinculado durante toda su carrera.

Su primer gran éxito llegaría con la serialización de Dr. Slump, las disparatadas aventuras del científico e inventor Senbei Norimaki y su creación, Arale, un robot con la apariencia de una niña de 10 años, que se publicaría entre 1980 y 1984.

Mientras se encontraba trabajando en este éxito, Toriyama crearía Dragon Boy (1983), una historia corta de dos capítulos que sirvió como prototipo para varios de los personajes que protagonizarían la obra que lo lanzó a la fama mundial y se ha convertido probablemente en el manga más conocido de todos los tiempos, Dragon Ball.

Su obra más mítica se publicaría entre 1984 y 1995, dando lugar a una transgresora serie de animación que revolucionaría el consumo y el rumbo de la industria, y a numerosas obras y series posteriores, entre ellas las actualmente en publicación Dragon Ball Heroes y Dragon Ball Super, en la que estaba trabajando, haciéndose cargo del guión, junto a su discípulo Toyotaro (dibujo).

«Empecé a dibujar manga para que el maestro Toriyama me elogiara. Lo era todo para mí», escribió su pupilo en redes tras el anuncio.

Más allá de Dragon Ball

Además del manga y el anime, Akira Toriyama trabajó asiduamente en la industria de los videojuegos. A su carho estuvo diseño de personajes y monstruos de importantes títulos como Dragon Quest o Chrono Trigger, y el próximo abril está previsto el lanzamiento del título Sand Land, inspirado en su obra homónima de 2000.

«Akira Toriyama era el Osamu Tezuka de su época, un narrador proteico con un don singular para combinar acción y aventura con empatía», dice a EFE el periodista, escritor y profesor asociado de la Universidad de Waseda Roland Kelts, que destaca: «Fue un artista pionero en unir manga, anime y videojuegos».

Kelts, autor de libros como Japanamérica: Cómo la cultura pop japonesa conquistó Occidente (Odaiba Ediciones, 2020), considera que es imposible sobrestimar el impacto que Akira Toriyama ha tenido en la audiencia global de la cultura pop japonesa.

«‘Dragon Ball fue la primera franquicia del manga con licencia oficial, traducido y publicado fuera de Japón, allá por 1992, a través de un acuerdo amistoso entre dos mujeres, Chigusa Ogino, de Shueisha (editorial de la Shonen Jump) y Montse Samon, de Planeta», relata el académico, que lamenta: «Al igual que Tezuka, Toriyama murió inesperadamente y demasiado joven».

Incluso el Gobierno japonés ha dedicado unas palabras a la muerte del autor. «Gracias a sus obras, los contenidos japoneses han sido reconocidos ampliamente en el mundo y creo que ha sido una de las causas del aumento de turistas. Reconocemos que ha jugado un papel importante para mostrar la potencia cultural del país», dijo en rueda de prensa el portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi.

Pese a su extraordinaria fama, Toriyama siempre fue muy celoso con su intimidad. Alérgico a las fotografías y las entrevistas, prefería ser retratado en obras y artículos con su característica caricatura que lo representaba como un robot e incluso tras su fallecimiento, su editorial ha difundido esta imagen, según los deseos del artista.

En lo que respecta a su vida personal, Akira Toriyama continuaba viviendo en su Kiyosu natal junto a su esposa, Yoshimi Kato (más conocida por su nombre artístico, Nachi Mikami), una exmangaka con la que contrajo nupcias en 1982. El matrimonio tuvo dos hijos, Sasuke y Kikka.


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