ENTRETENIMIENTO

Mi bella genio: dramas de una comedia llena de oscuros secretos

por Avatar GDA | La Nación | Argentina

Una premisa insólita creada a la sombra de otro éxito, un protagonista que consumía LSD antes de grabar y una botella mágica que apareció en la vidriera de una licorería son parte de la historia desconocida de Mi bella genio, una sitcom que se estrenó hace 55 años y que aún vive en la memoria de varias generaciones. La ingenua e intempestiva Jenny se volvió uno de los personajes más queridos de la pantalla chica, pero detrás del personaje hay muchos e increíbles secretos.

La chica de la lámpara

A mediados de la década del 60, el público estadounidense estaba rendido a los pies de una comedia con una premisa tan inusual como graciosa: la historia de una bruja que se enamora de un simple mortal y decide dejar la escoba por una vida tranquila entre humanos. Si bien en un comienzo el público le dio la espalda, con el paso de las temporadas Hechizada se volvió más y más exitosa hasta convertirse en uno de los ciclos más vistos de la pantalla chica.

Inspirado por este suceso, el guionista y productor Sidney Sheldon imaginó otra comedia disparatada. Pero en vez de hechizos en aquelarres, recordó The Brass Bottle, una cinta sobre un hombre que encuentra un genio en una botella y se vuelven amigos. En 1964, la historia había llegado a la pantalla grande como una comedia con muchas escenas sensuales protagonizada por Tony Randall, Burl Ives y Barbara Eden.

Con esa premisa y un par de borradores, Sheldon se presentó en la productora Screen Gems, que era uno de los estudios más importantes de la época y era la responsable de Hechizada. De inmediato la serie fue aprobada y ofrecida a la señal NBC, que en un comienzo se mostró reticente.

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«Recuerdo que el vicepresidente de NBC rechazó el proyecto en un memo en el que decía que no creía que el ciclo funcionaría porque era ‘un show basado en una sola idea’ y que eso no era suficiente. Así que pedí una nueva reunión y empecé nombrando todas las series que se basan en una sola idea: Yo amo a Lucy, Los Beverly Ricos, etc. No hay ningún problema con que un programa se base en una idea, la clave es usar esa idea como disparador para un conflicto nuevo cada semana», recordó años más tarde Sheldon. Su tenacidad logró que le aceptaran al menos una temporada.

Sin más contacto con The Brass Bottle que la idea de la lámpara mágica, Mi bella genio contaba la historia de un astronauta de la NASA quien, tras regresar de una misión y aterrizar con su cápsula en una isla desierta, encuentra una botella en la que vivía un genio muy especial: Jeannie.

Sheldon y Screen Gems comenzaron el casting para Jenny pensando en un actriz morocha y «con rasgos exóticos», que pudiera atraer a hombres y mujeres y superar el principal obstáculo que tenía la trama: que el genio de la lámpara no se parecía en nada a lo que existía en el imaginario estadounidense. Además, dentro del estudio temían que fuera demasiado obvio para el equipo de Hechizada que estaban buscando replicar su fórmula y querían alguien que no se pareciera en nada a la bruja Samantha.

Pero luego de buscar y buscar sin éxito una intérprete de estas características, recordaron a una de las actrices de The Brass Bottle, una rubia estadounidense que en el filme interpreta a la novia del protagonista que encuentra la lámpara mágica, Barbara Eden.

Eden tenía por ese entonces 34 años de edad y había sido actriz invitada en numerosas series, como Perry Mason y Papá lo sabe todo. Sin embargo, ella soñaba con ser una estrella de cine, pero se había desencantado con el mundo del espectáculo luego de protagonizar con Elvis Presley Flaming Star, una de las pocas cintas dramáticas del cantante.

«Trabajando con Elvis me di cuenta de que no todo lo que brilla es oro: él incluso me hizo varias propuestas amorosas durante el rodaje pero su vida era estar encerrado en habitaciones de hotel. Muy lejos de lo que yo quería para mi vida», aseguró en 2017 la actriz.

La televisión, sin embargo, le tenía una revancha: Sheldon se convenció de que ella podría ser una buena Jenny porque, si bien no coincidía con el estereotipo que tenía en mente, Eden era perfecta para representar la ingenuidad y candor de un personaje cuya función era poner siempre en problemas al astronauta Anthony Nelson.

La pareja más bella de la televisión

Mi bella genio

Tampoco fue sencillo encontrar a quien se ponga en la piel del protagonista: en las audiciones pasaron nombres importantes para la época como Robert Conrad, pero terminaron eligiendo a Larry Hagman, a pesar de que no tenía experiencia en comedia sino que todos sus roles anteriores habían sido dramáticos.

Sheldon, sin embargo, creía que era muy importante que ambos protagonistas fueran muy atractivos y tuvieran química en pantalla, porque debían mantener una atracción mutua y conquistar a todos en la casa. Mientras que nadie duda del sex appeal de Eden, Hagman era presentado por entonces como «un joven Jack Lemmon».

«Creo, con modestia, que fuimos la pareja más bella de la televisión. Y no había dudas de que teníamos mucha química y supongo que por eso siempre estuvieron los rumores de que estábamos juntos en un sentido más profundo que el profesional. Pero jamás tuvimos un romance: nos teníamos mucho cariño y había una conexión, pero no era sexual, sino algo intangible», aseguró años más tarde la actriz.

Esta sensualidad latente entre ambos fue motivo de preocupación para la cadena NBC, que quería dejar en claro que se trataba de una serie familiar. Por eso hubo muchas idas y vueltas con el diseño del vestuario de Jeannie. Finalmente se acordó una suerte de vestido con tules rosas que eran más transparentes en la zona del abdomen y más opacos a partir de la cintura, pues se había decidido no mostrar ni el ombligo ni las piernas de la genio.

La botella en la que vivía la protagonista también estuvo rodeada de mucho debate: se probaron  formas y estilos, desde una lámpara tradicional a un objeto del tamaño de una persona y de aspecto muy costoso. Sin embargo, se terminó utilizando una botella decorada que había lanzado el licor de Jim Beam como una edición navideña en 1964.

Hasta el día de su muerte, Sheldon contó a la prensa que recibió ese licor de regalo de manos del director de los primeros episodios, Gene Nelson, quien se la encontró en la vidriera de una licorería. Según reveló en su autobiografía, cuando tomó la botella en sus manos tuvo una revelación y entendió que era lo que necesitaba. No todos creen en esa versión: los artistas que trabajaban en el departamento de utilería de Screen Gems aseguran que le acercaron muchas opciones al productor y que él eligió esa.

Problemas y más problemas

Mi bella genio

Cuando estaba el elenco formado, los guiones aprobados y la fecha de estreno de Mi bella genio fijada, Eden llamó a Sheldon para pedirle una reunión urgente: después de mucho buscarlo estaba embarazada y había decidido seguir adelante con la gestación. Ella estaba segura de que iba a ser despedida del proyecto por eso pero, para su sorpresa, no se alteró ninguno de los planes, aunque a lo largo de la primera temporada su personaje comenzó a cubrirse más y más el vientre.

Mi bella genio se estrenó el 18 de septiembre de 1965 y su primera temporada fue en blanco y negro a pesar de que ya era común que las comedias se vieran en color. El problema era que los efectos especiales animados, escasos pero muy difíciles y costosos, habían sido presupuestados para la vieja tecnología.

«Cuando me dijeron que lo haríamos en blanco y negro estallé. ¡Le estaban bajando el precio a mi idea! Me reuní con Screen Gems y decidimos ofrecerle a NBC pagar nosotros el costo extra. Yo había calculado que no era mucho dinero e incluso pensé en ponerlo de mi bolsillo pero allí descubrimos que algunos no confiaban en una comedia con una protagonista que vivía en una botella y nos aconsejaron no poner plata de más», reveló Sheldon.

Pero, aunque nunca tuvo los números de audiencia de Hechizada, Mi bella genio fue un modesto éxito durante cinco temporadas y su popularidad comenzó a crecer con las repeticiones en canales locales y de otras partes del mundo.

Este relativo suceso mantenía a todos contentos durante las largas sesiones de rodaje que solían tener como centro a Hagman, quien en esa época de su vida tenía un consumo problemático de alcohol y solía beber una botella de champagne en el camerino cada mañana.

Borracho en la mayor parte de las escenas de las primeras tres temporadas, su interpretación del militar Nelson era tan errática e impredecible como inusual y no desentonaba con lo que se esperaba de una comedia que involucraba maldiciones, sultanes y gemelas malvadas.

«Amé a Larry pero era una persona muy difícil, de eso no hay dudas. Bebía cantidades increíbles de champagne y su camerino olía a tabaco todo el tiempo. Cuando no le tocaba estar delante de cámara se encerraba a beber y Dios sabe cómo hacía para salir de allí para hacer sus escenas, pero lo hacía», se sinceró la actriz.

El problema es que en ocasiones el intérprete estaba molesto e inseguro, comportándose de manera violenta e inapropiada. En un ocasión, por ejemplo, un ejecutivo de Screen Gems había invitado a un grupo de monjas a que conocieran los estudios en donde se rodaban las series y, furioso con lo que sintió una invasión, salió de su tráiler insultando y blasfemando hasta que logró espantar a las religiosas.

Para su compañera, estos sucesos volvieron muy difíciles la convivencia con el equipo técnico aunque nunca perjudicaron lo que se veía en pantalla: «A pesar de todo amé trabajar con él. ¡Pero no sé qué hubiera pasado si en vez de su compañera hubiese sido su esposa!».

En su punto de consumo máximo, el galán se indignó por unas líneas de su guion, revoleó los libros y orinó sobre ellos en medio del set y enfrente de todos sus compañeros. Para colmo de males, en 1969, tras un concierto, Hagman probó junto al músico David Crosby el LSD y comenzó a consumirlo con regularidad.

«El LSD fue una experiencia tan profunda en mi vida que me cambió a mí personalmente y al patrón de cómo pensaba. No pude alejarme de las drogas por muchos años y lastimé a muchos», reconocería años más tarde. Hagman lograría sacarse de encima el papel de Nelson gracias a su interpretación del malvado J.R. Ewing en Dallas.

Después de mucho tiempo el intérprete terminaría abandonando el LSD y el alcohol gracias a la ayuda de Jack Nicholson, quien le sugirió que se inclinara por la marihuana: «Me convenció porque me hacía sentir bien sin sufrir al otro día resaca». El actor mantuvo sus opiniones controvertidas acerca del cannabis hasta su muerte, por leucemia, en 2012. Algunos años antes había sido receptor de un hígado. El consumo de alcohol le había provocado una cirrosis que requirió un transplante.

Los problemas con Hagman en las grabaciones de Mi bella genio eran tales que al terminar la tercera temporada, los ejecutivos de NBC y el mismo Sheldon decidieron escribir una trama para que se fuera del ciclo y Jennie encuentre un nuevo amo. Pero Eden se opuso firmemente y les pidió que le dieran otra oportunidad,  pues al menos en pantalla la química entre ambos era perfecta.

Un error que marcó el destino de la serie

genio

Tal como sucedería décadas más tarde con La Niñera, cuando los guionistas decidieron que los protagonistas de la serie se casaran, el interés de la audiencia desapareció. La boda de Jeannie y Nelson fue el episodio más visto, pero a partir de allí el rating cayó y en 1970 llegó la cancelación.

Si bien los críticos de ese momento, y muchos de los actuales, coinciden en que la serie no era especialmente graciosa ni tenía el nivel de talento en pantalla de Yo amo a Lucy o la originalidad de Hechizada, lo cierto es que Mi bella genio quedó grabada en el imaginario cultura de más de una generación incluso fuera de Estados Unidos, al tiempo que Eden quedó por siempre ligada al personaje.

«Sé que hay otros que sufren estar encasillados, como le pasó a Adam West con Batman. Yo, en cambio, jamás me sentí así. Antes de Mi bella genio rodé con Paul Newman, Clint Eastwood, Elvis. ¡Todos los grandes! Pero siempre era la dama en apuros, la mujer que debía ser rescatada. Con Jeannie pude tener mi voz y dejar mi marca. No lo vivo como una maldición, sino como una gran oportunidad», explicó.

Y si bien la actriz cree que su personaje es el de una mujer fuerte, incluso durante sus primeras emisiones, muchas pensadoras y periodistas criticaron que se mostrara en el horario central a una mujer con poca ropa cuyo rol era obedecer los pedidos de un hombre al que llamaba «amo».

Eden conoce esas críticas y suele desestimarlas: «¡Qué locura esa mirada sobre el personaje! Jeannie es una genio y su misión en el mundo es conceder deseos. No importa si es hombre o mujer. ¡Es lo que hace un genio!».

Además de su personaje, Mi bella genio es recordada por su cortina musical, compuesta por Hugo Montenegro y totalmente reconocible, al igual que su presentación animada que fue modificándose y expandiéndose año a año para mostrar mejor los sucesos en la ficción. La canción fue utilizada por artistas musicales en sus remixes, desde Suzanne Vega al DJ Ben Liebrand.

La historia regresaría en 1985 con la película para televisión Mi bella genio… 15 años después, en la que Jeannie le revela a su hijo su verdadero origen mientras sigue tratando de que su hermana malvada no destruya su matrimonio con Nelson, quien está a punto de jubilarse como coronel del Ejército pero que no aparece en pantalla porque Hagman no logró negociar un salario que le interesara.

En 1991 hubo una nueva producción especial, I Still Dream of Jeannie, otra vez sin participación de Hagman. La trama giraba alrededor de la desaparición de Nelson en plena misión espacial y el descubrimiento de que una regla mágica exigía que los genios no pasen más de tres semanas sin su amo o deberían buscar uno nuevo.

Del elenco original solo Eden está viva, y con sus 89 años de edad sigue siendo para muchos «la bella genio». Del último episodio que filmó se llevó una de las botellas de utilería y es una de sus posesiones más preciadas, con la que en ocasiones apareció en  eventos. El destino de la botella original no está claro, aunque algunos creen que se encontraba en posesión de Larry Hagman.

«Muchas veces a lo largo de los años han dicho que querían hacer una nueva versión de Mi bella genio. No sé si alguna vez sucederá. Solo pido, por favor, que me reserven un lugar como personaje secundario. ¡Creo que me lo merezco!», manifestó Eden.