Jorge Drexler ya no volverá a ser el mismo después de su gira Silente, al menos en lo artístico. Así lo aseguró el artista uruguayo en una entrevista con Efe antes de empezar la fase final del tour que terminará en Madrid.
“Siempre fui de hacer las giras con una buena dosis de improvisación. Esta es todo lo contrario”, dijo Drexler.
“El espectáculo es parecido a una obra de teatro, con un repertorio y parlamentos muy fijos, un guión muy específico y todo coordinado con las luces, el sonido y la escenografía”, explicó.
Aunque reconoce que todas sus giras fueron experiencias liberadoras desde un punto de vista artístico, Drexler afirmó que Silente es la más arriesgada y la que más le costó lograr que funcionara.
El artista explicó que cada canción tiene un movimiento escenográfico diferente, con cambios en las posiciones de las pantallas de video y paneles rodantes. Usó diversos elementos para acompañar cada pieza como instrumentos, declamados, narración y hasta diferentes tipos de micrófonos.
La decisión de experimentar con un cambio profundo la forma de presentarse ante su público nació después de ver espectáculos de dos artistas que admira: el músico escocés David Byrne, quien se hizo famoso como líder vocal de la banda Talking Heads, y el inglés Elvis Costello.
”Ahora que estamos terminando, faltan los shows de Miami, Nueva York y Madrid, me doy cuenta de que no creo que volveré a hacer un show lineal”, afirmó Drexler.
Esta transformación como artista lo impulsó a tener acceso a elementos de la dramaturgia que le permitan crear una nueva experiencia para su público que vaya más allá de sentarse a escuchar y cantar unas canciones. Una vez que Silente baje el telón, el próximo 30 de marzo en el Teatro Lope Vega de Madrid, Drexler se enfocará en escribir la música para el próximo disco.
“No soy de los artistas que puede escribir durante una gira. Yo soy muy social y prefiero en las ciudades ir a comer, escuchar música, ver amigos y escribir música me saca mucha energía”, indicó.