En las últimas semanas no se habla de otra cosa. Tras confirmarse los rumores de ruptura entre JLo y Ben Affleck, y luego de que la cantante le pidiera el divorcio, se conocieron algunos detalles que revelan cuándo realmente habría comenzado el desgaste entre la pareja.
Para sorpresa de todos, la luna de miel en Italia habría sido el momento en el que el matrimonio comenzó a tener algunas tensiones. Al parecer, no pudieron superarlas y los llevaron a separarse.
JLo y Ben Affleck, el punto de inflexión en su matrimonio
Una pareja de recién casados, el Lago de Como como escenario y un amor que volvía a tener revancha 20 años después. Nada podía salir mal, al menos eso es lo que se pensaba.
Sin embargo, muchos aseguran que el matrimonio de JLo y el galán de Hollywood comenzó a tambalear en ese romántico destino italiano.
Si bien ellos intentaron disfrutar de esos días lejos de los flashes, lo cierto es que los paparazzi no los dejaron ni a sol ni a sombra. Así fue como sus paseos en yate, sus cenas en los mejores restaurantes del lugar y sus tardes de shopping por las tiendas de marcas más lujosas, se convirtieron en un atractivo para los fotógrafos… Y el mundo entero.
A pesar de que ambos están acostumbrados a la fama y las cámaras, esta especie de persecución habría incomodado a Ben Affleck.
«No estaba contento con que los paparazzi los siguieran. Ella es una superestrella internacional y él actuó como si fuera una sorpresa que los siguieran», le dijo una fuente cercana a la pareja a Page Six, medio estadounidense especializado en noticias del espectáculo.
Esta exposición no buscada habría afectado la estadía por Italia, haciendo que el actor se mostrara con mala cara la mayor parte del tiempo.
«Cuando no estaban frente a las cámaras, apenas se hablaban. Se suponía que sería el momento más feliz de su vida», agregó.
Si bien el actor había convencido a la cantante de que era un hombre muy distinto a aquel que había conocido a principios de los 2000, lo cierto es que ese nuevo Affleck se habría esfumado muy rápido. «Él la convenció de que era un hombre cambiado. Eso duró muy poco tiempo«, afirmó este allegado.
A su vez, destacó que una vez que el actor recuperó la sobriedad (después de su ardua lucha con el alcohol) comenzó a anhelar más privacidad. «En el último tiempo ya no toleraba el nivel de celebridad de López. No quiere al séquito y todo el drama que eso conlleva en su casa», reveló dando cuenta de uno de los motivos que los llevaron a distanciarse.
Jennifer López: sola, humillada y divorciada
«Ella está furiosa. Él la ha humillado. Él fue quien inició la vuelta y ella hizo todo un tema del reencuentro al decir que él era el amor de su vida. Se casaron hace dos años. Esto es una especie de récord, no son niños pequeños», dijo otra fuente.
Por su parte, desde el entorno de Affleck aseguran que el intérprete siempre fue muy protector con ella, razón por la cual intentó posponer el divorcio lo más que pudo. Jennifer López, no obstante, se presentó en una corte de Los Ángeles y le pidió el divorcio a Ben Affleck exactamente el mismo día en que habrían cumplido dos años de casados.
Al parecer, la separación real habría sido el 26 de abril pasado. Y con este paso, la actriz y cantante dejó bien en claro que ya no hay vuelta atrás. Y si bien la expareja no firmó ningún acuerdo prenupcial, JLo aseguró que de ahora en adelante buscará que el actor y director le devuelva todo lo que «invirtió» en él.
JLo y Ben Affleck, sin vuelta atrás
La artista sintió que Affleck se había «aprovechado» de su riqueza, por lo que le habría exigido un inventario completo de lo que ella gastó en comparación con él. «Quiere que le devuelva todo el dinero que ella invirtió. Ella no es la que renunció a su matrimonio y se siente seriamente quemada y está sedienta de sangre«, le aseguraron otros cercanos al Daily Mail.
Según el séquito de la estrella pop, fue la actitud de Ben Affleck durante este último tiempo lo que la habría hecho reaccionar.
«Si él hubiera permanecido en el matrimonio como un buen hombre, a ella no le habría importado. Pero él la abandonó. En última instancia, Jennifer siempre se venga y ahora está lista para jugar duro«, afirmaron.
Desde abril, la ahora expareja ha estado envuelta en tensas negociaciones para llegar a un acuerdo. Incluso, el diálogo habría sido tan áspero, que dejaron de hablarse por un tiempo. Mientras que las ganancias individuales que cosecharon los últimos dos años -ya sea de proyectos cinematográficos, discográficos o publicitarios- serían propiedad conyugal, los actores ya pusieron a la venta la mansión de 60,85 millones de dólares que compraron el año pasado en Beverly Hills, California.
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