El cineasta Jafar Panahi, condenado a seis años de prisión en Irán, acusó a las autoridades de su país de considerar a los cineastas independientes como criminales, en una carta dirigida al Festival de Cine de Venecia, donde compite por el León de Oro.
«Creamos obras que no son encargos, por eso los que están en el poder nos ven como criminales», sostiene el cineasta en la carta firmada también por su colega Mohammad Rasoulof y a la que AFP obtuvo una copia por parte del festival.
El artista disidente, uno de los cineastas más premiados de Irán, fue arrestado y condenado en 2010 a seis años de prisión con la prohibición por 20 años de dirigir o escribir películas, viajar o incluso hablar con los medios.
Sin embargo, continuó trabajando y viviendo en Irán. Fue declarado culpable de «propaganda contra el régimen», tras apoyar el movimiento de protesta de 2009 contra la reelección del ultraconservador Mahmoud Ahmadinejad como presidente de la República Islámica.
El pasado 11 de julio, Panahi fue arrestado al entrar a la oficina del fiscal de Teherán para dar seguimiento al caso de su colega Mohammad Rasoulof, detenido desde el 8 de julio.
«La historia del cine iraní es el testimonio de la presencia constante y activa de directores independientes que han luchado contra la censura y para garantizar la supervivencia de ese arte. A algunos se les ha prohibido realizar películas, otros se han visto obligados a exiliarse o han sido reducidos al total aislamiento», denuncian en su misiva los dos cineastas.
«Somos cineastas, cineastas independientes», concluyen.
Jafar Panahi compite este año en Venecia con Los osos no existen y fue vencedor del máximo galardón veneciano en 2000 por El círculo.
En Cannes recibió el premio a la Mejor Dirección en 2018 con Tres caras, después de haber sido galardonado en el Festival de Berlín por Taxi Teherán.