Hace 50 años El Padrino rompió todos los récords de taquilla, se llevó el Oscar a la Mejor Película e introdujo a millones de personas a un mundo de mafiosos, asesinatos y cannoli.
Pero para el director Francis Ford Coppola, en la época con 29 años de edad, la adaptación de la novela de Mario Puzo no parecía una oferta imposible de rechazar.
«Estaba muy decepcionado cuando comencé a leer (…) era básicamente algo que Mario Puzo había escrito para sus chicos», dijo Coppola durante la proyección de la película por su 50 aniversario en el Museo de la Academia en Los Ángeles el lunes.
«Cuando me ofrecieron la oportunidad de hacerlo, principalmente porque todo el mundo la había rechazado, yo también la rechacé».
Afortunadamente un joven socio llamado George Lucas le insistió en que tomara el trabajo, ya que su incipiente y contracultural estudio cinematográfico American Zoetrope estaba muy endeudado.
«Francis, ¡necesitamos el dinero! Nos van a cerrar, tienes que tomar este trabajo», dijo Coppola que le escuchó decir al que sería el futuro realizador de la legendaria Guerra de las Galaxias.
El resto, como se dice, es historia.
El Padrino, lanzada el 24 de marzo de 1972 en una inusual gran cantidad de cines era ya en septiembre la película más taquillera de todos los tiempos, superando a Lo que el viento se llevó.
Con ello, ayudó a inaugurar la era de los éxitos de taquilla, que realmente tomó vuelo cuando Tiburón, de Steven Spielberg, se hizo con el récord de recaudación tres años después.
De acuerdo con el libro de Peter Biskind Easy Riders, Raging Bulls, Coppola le ganó una apuesta a Paramount de que le comprarían una limusina si la película recaudaba 50 millones de dólares. El Padrino recaudó 130 millones de dólares.
Coppola se convirtió en el primer director superestrella, con el peso financiero necesario para respaldar sus credenciales artísticas.
«Fue el comienzo de una nueva era para los directores», escribió Biskind.
Presupuesto
Pero El Padrino fue de muchas formas un éxito improbable.
Para 1972 las películas sobre mafiosos habían dejado de estar de moda. Paramount había lanzado cuatro años antes Los hermanos sicilianos, protagonizada por Kirk Douglas, y había fracasado.
Pero la novela de Mario Puzo estaba volviéndose popular, y el estudio tenía los derechos.
Paramount sin embargo tenía problemas en encontrar un director. Figuras como Elia Kazan, Costa-Gravas y Peter Bogdanovich rechazaron el proyecto.
Coppola, aunque lideraba el movimiento del Nuevo Hollywood de directores jóvenes y contestatarios, no tenía ningún éxito a su nombre y fue invitado en parte debido a su herencia italiana.
«Si generaba muchas protestas de italoestadounidenses ofendidos que consideraran que se estaba desprestigiando a los italianos, yo hubiera quedado en la mira», dijo Coppola.
Aunque Paramount quería una adaptación barata y rápida, Coppola peleó por más presupuesto, insistiendo en que la película debía ser filmada en Nueva York, pero ambientada en los años 1940, y no como estaba en la actualidad.
«El presupuesto era de unos 2 millones, 2,5 millones de dólares. Y como yo quería hacerla en Nueva York ambientada en 1945, significaba que probablemente necesitaría al menos el doble de eso», comentó Coppola. «Algo que no les hacía gracia».
«A su manera»
No fue el único desafío que enfrentó el director. El productor Robert Evans, uno de los pesos pesados de Hollywood y quien había comprado los derechos de la película, peleó con Coppola sobre el elenco.
El único nombre grande del proyecto (Marlon Brando) no estaba en su mejor momento, y Al Pacino era un desconocido y no el «hombre alto y guapo» que Evans quería.
«Al es muy guapo, pero a su manera única», bromeó Coppola.
Y añadió: «Le gustaba a todas las mujeres. Al Pacino era muy atractivo. Me preguntaba por qué exactamente, pero era así».
«Sin embargo, cuando sugerí a Al Pacino para el papel, la gente en Paramount comenzó a preguntarse si habrían elegido a la persona errada».
El resultado fue el reconocimiento de la Academia. El Padrino ganó como Mejor Película en los Oscar, Brandon como Mejor Actor, y Al Pacino fue una de las tres estrellas de la producción entre los nominados a Mejor Actuación de Reparto.
Una muestra que cómo su legado aún permanece, Coppola fue honrado esta semana con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, y el Museo de la Academia anunció que tendrá una galería exclusiva para esta película.
«El Padrino fue mucho más exitosa de que lo que cualquiera pensó que podría ser», reflexionó Coppola.