En los camerinos del Teatrex en Caracas las cantantes vocalizan, hacen escalas y preparan la voz. Los otros presentes conversan entre ellos, hombres y mujeres se preparan para un espectáculo sin distinciones: faltan pocos minutos para dar inicio a la primera edición del Femme Fatale Fest, festival de rock protagonizado por mujeres rockeras. En los minutos previos, las intérpretes se toman fotos emocionadas y se retocan el maquillaje además de acomodarse el cabello. Los nervios están a flor de piel, pero pocas hablan de ello. La experiencia les parece irrepetible y un ejemplo de que, a pesar de los prejuicios que puedan existir, la mujer tiene una presencia importante en el rock venezolano.
Son las 7:15 pm. El evento lleva más de una hora de retraso cuando Alberta Centeno, vocalista de Plan9 y gerente de Teatrex, sale del camerino vestida de negro. Su pantalón con argollas va a juego con su maquillaje y peinado: «Vamos a empezar», exclama eufórica. En el camerino reina la emoción y la expectativa, llegó el momento del gran show, el primero de muchos. El festival en honor a las mujeres que se destacan como rockeras surgió como una iniciativa del percusionista Claudio Arreaza, el bajista Ángel Guanchez y el guitarrista Luis Díaz, integrantes de la banda Plan9.
Fueron ellos quienes se dieron cuenta de que en el género hay muchas mujeres rockeras y pensaron que merecían ser honradas con un festival. “Este encuentro honra la divinidad femenina en las tarimas del rock nacional. A mí me pareció una idea muy buena y tierna. Les dije inmediatamente que sí, a pesar de que no suelo mezclar mi trabajo en el Teatrex con mi carrera como vocalista. Estamos seguros de que tendremos una segunda edición y lo haremos una vez al año”, cuenta Centeno, quien coordinó los espacios en los que se realizaría el festival.
En los camerinos de Teatrex, antes del show, los miembros de Plan9 comparten con los otros músicos que se presentarán: Curetaje, Nomásté y Carol Ánngel. Además de proponer el festival, también fueron los encargados de seleccionar a las artistas que se presentarían. Ante la emoción y novedad del espectáculo, Centeno confiesa que ya están planificando la segunda edición. “Son muchísimas las bandas en las que hay mujeres. El cartel del año que viene ya está listo”, asegura.
La vocalista, que comenzó haciendo versiones de grandes clásicos del género hasta que Luis Díaz le propuso unirse a su banda hace más de 20 años, se siente una mujer privilegiada. Sabe que en un género musical como el rock son pocas las mujeres que resaltan. Eso la ha llevado a estar toda su vida rodeada de hombres. “Aun así, siempre me sentí respetada, acompañada. Siempre hay gente que duda y habrá gente a la que uno no le guste, pero nunca sentí discriminación o rechazo. Sí he vivido las tonterías normales de la gente que dice: ¿una mujer cantando rock? Puede que haya gente que tenga prejuicio al respecto, pero ya llevo 20 años tocando y nunca me han discriminado”, asevera.
Mientras le rizan el cabello como parte de su look para el espectáculo, Centeno se muestra eufórica y emocionada por subir a la tarima a cantar. Plan9 presentó en el primer Femme Fatale Fest su segundo álbum, Nocturno, después de que en 2008 debutaran con Invasión.
No ha comenzado la primera edición del Femme Fatale Fest y Centeno ya se muestra decidida: desean que el festival trascienda, se perpetúe y se vuelva una cita anual. Reconoce que aunque no hay una presencia predominante de las mujeres en el género, sí hay una importante. Eso es lo que desean visibilizar. “Queremos que las mujeres tengan una plataforma segura para mostrar sus trabajos. La idea es crecer, que la próxima vez no sea solamente rock sino que también vengan las Djs con sus propuestas“, comenta.
Para Centeno, el lugar de las mujeres en el rock nacional es el mismo lugar que ocupan en la vida. “Lo que le damos las mujeres al rock es mucha pasión y sentimiento, mucha entrega, es un nivel de creación diferente. Las mujeres somos divinas”, concluye frente al espejo antes de salir de su camerino para indicarle a su grupo que ya es la hora: es momento de dar sala.
En honor a The Cure
A Curetaje le toca la tarea de abrir el espectáculo. Liderados por su vocalista, Ingrid Dreissig, mejor conocida como IngridD, de 55 años de edad, Carlos Ramírez en el bajo, Jesús Machado en la batería y Pedro Díaz en la guitarra suben al escenario vestidos de negro. Cada uno se ubica en su lugar, toma su instrumento y se prepara para empezar. La banda, que se formó en 2018, surgió como un tributo a uno de los grupos más grandes y reconocidos del género: The Cure.
IngridD se presenta en escena con una capa negra que le cubre el rostro y botas altas. Es parte del perfomance: con una mano toca algunas notas del teclado mientras que con la otra toma el micrófono para entonar las primeras notas de «A forest». La melodía resuena en el lugar donde hay algunas butacas vacías, sobre todo en los laterales de la sala. En la segunda canción, IngridD se saca la capucha, luego se quita el vestido para dejar ver un corsé negro y unos shorts. Sus cambios de vestuario los hace sobre el escenario mientras interpreta grandes clásicos de la banda: “I’m beetewen days”, “Lovesong”, “Closet to me”, “High”, Friday I’m in love”, “The promise”, “Boys don’t cry”, entre otras.
En el público, las personas se mantienen atentas a cada una de las notas de Curetaje. Personas de todas las edades, desde jóvenes hasta los más mayores disfrutan del concierto, graban con su celular las interpretaciones y se mantienen en silencio durante las canciones. Solo cuando terminan la canción es que estallan en aplausos y ovaciones.
Esta es la primera tarima grande en la que se presenta Curetaje, “todo un logro” para IngridD, quien durante su adolescencia fue la primera vocalista de la banda venezolana de rock alternativo Zapato 3. En ese momento, IngridD se definió a sí misma como una adolescente rebelde, muy punk. Tenía 17 años. Ni sus padres podían controlarla. Por eso, cuando los hermanos Álvaro Segura y Carlos Segura, Fernando Batoni, Jaime Verdaguer, Diego Márquez, Rafael Cadavieco y César Domínguez, los miembros fundadores del grupo, le pidieron que tomara clases de canto, ella se negó.
“Les dije que a mí nadie me iba a estar mandando nada, si no le hacía caso a mis padres menos a ellos. Pensaba que no me hacía falta, que yo sabía cantar. Me fui y eso fue como con un ex: yo pensé que me llamarían para seguir ensayando y no lo hicieron. Buscaron otro cantante. Yo dije: ellos se lo pierden”, cuenta la vocalista.
Tras esa despedida, IngridD se dedicó a estudiar idiomas, viajó a Alemania, se casó, tuvo hijos y no fue sino hasta que cumplió 50 años que decidió volver a la música. Tomó clases de canto. En 2010 intentó formar una banda que hiciera versiones de The Cure, la banda que más la había marcado en su adolescencia. Consiguió bajista, tecladista y guitarrista pero no baterista. Así ensayaron varios meses. “Nunca salimos a escena porque no teníamos baterista, pero para mí eso ya fue un gran logro porque podía cantar esas canciones”, comenta.
El proyecto se fue quedando atrás por varios inconvenientes hasta que en 2017 tuvieron la primera presentación. “Tengo un doble reto porque The Cure es un vocalista hombre, Robert Smith. Nosotros hacemos versiones adaptadas un poco a mi timbre de voz. Es un reto porque debo cantar con mi voz femenina canciones que todos han escuchado en la voz de Smith. Eso es un reto y un logro para mí poder hacerlo”, asegura.
Al igual que Alberta Centeno, IngridD siempre ha estado rodeada de hombres. Incluso cuando trabajó en la parte de relaciones públicas de Desorden Público. “Para mí es normal convivir con hombres y siempre he sentido apoyo, compañerismo de parte de ellos, nunca he sentido rivalidad, todo lo contrario. Siempre hay esa disposición de ayudarme y salga para adelante”, confiesa.
IngridD tampoco siente que la traten diferente por su género. A veces son más caballerosos porque es mujer. “Yo me siento igual a ellos también”, añade. Tras su presentación, Curetaje le da el micrófono a Plan9, y la banda a la cantautora solista Carol Ánngel, la tercera presentación del Femme Fatale Fest. Las dos próximas actuaciones son recibidas por el público con aplausos, gritos y ovaciones de emoción.
Encontrar un lugar
Lo más difícil para Carol Ánngel Barboza, cantautora de 45 años de edad, lo más difícil para ella en los 6 años de carrera artística ha sido encontrar un lugar en el mundo del rock venezolano. No es fácil, es un mundo al que define como “bastante fuerte”, sobre todo para la mujer. Actualmente, reconoce que hay un gran movimiento de rock en el país, un movimiento que va saliendo a flote. Eso lo hace un poco más fácil pero igual considera que no es una tarea sencilla.
“Estamos acostumbrados a que siempre el rock es un género para caballeros. Tenemos la labor de educar nuevamente, es bueno lo que estamos haciendo porque creamos un precedente dentro del género. Creo que las primeras en lograrlo seremos las que queden en la historia para todas aquellas chicas que vengan en el futuro”, reflexiona.
Preparada para mostrar su último tema promocional “Come with me now” en el Femme Fatale Fest, Barboza se define a sí misma como una artista genuina que logró imprimirle su propio sello vocal a su música. Su voz no se parece a la de ninguna otra artista en el mundo, ese es su fuerte. Además, tiene mucha variedad de estilos musicales como el hadrock, el bossa, blues, heavy metal, entre otros.
Durante su presentacion, el público la escucha atentamente, en silencio. Desde las butacas, miembros de su equipo, con la camisa de Carol Ánngel, la apoyan con gritos de emoción antes de empezar a entonar los versos de su sencillo promocional. Una tanda de aplausos se esucha al terminar el tema.
El género musical se presta para eso, pues Barboza explica que el rock tiene muchísimos estilos: ska, blues, funk, bossa, jazz, punk, trashmetal, new metal, hardcore, etc. La mujer puede interpretar el estilo que más le guste de la forma en que más le guste. No hay límites ante tanta versatilidad. “Eso es lo importante para Venezuela, un país que está acostumbrado a ritmos latinos. El género de rock está calando”, opina.
Para Carol Ánngel en todas las carreras hay obstáculos, no solo en el rock. La clave, afirma, está en la preparación que tengas, ese es su secreto para hacer las cosas bien. En la música hay muchas cosas que puedes aprender de manera empírica pero llegará un momento donde tendrás que prepararte porque empezarás a tener limitaciones. Es allí donde yo aconsejo que antes de innovar en el rock hay que estudiar”, recomienda.
Actualmente, gracias a la visibilidad que otorga las redes sociales, las mujeres rockeras tienen más posibilidades que en el pasado. Así lo considera la cantautora, quien no niega que hay muchas cantantes de rock que tienen 70 años con una trayectoria importante. Sin embargo, todas se enfrentan alguna vez con comentarios negativos que, “tristemente vienen de caballeros. El Femme Fatale Fest fue ideado por hombres, ya con eso nos damos cuenta de que hay respeto por la mujer en el rock venezolano, hay presencia y posicionamiento. Cuando haces lo que te apasiona, no hay límites”, concluye.
“No más té”
En los años de la Revolución Francesa era costumbre que los hombres llevaran a sus esposas a las negociaciones, las dejaban tomando té mientras ellos negociaban. Con el tiempo, las mujeres se cansaron de eso, se empoderaron y dijeron: no más té. Ahora nosotras seremos parte también de las negociaciones. De allí proviene el nombre de la banda Nomásté, una agrupación conformada únicamente por mujeres: Jossy Bonham, baterista de 27 años; Kueylam Nieto, vocalista de 24 años; Grisel Carrillo, trompetista de 36 años; Leomar Fuentes , tecladista de 29 años; Jeisel Torres, bajista de 28 años y Maru Valerio, saxofonista, ausente del Femme Fatale Fest.
La agrupación surgió por la inquietud de que no había bandas de rock en Caracas conformadas por mujeres. Al principio, en 2016, se reunieron como una banda de ska punk, luego, con el tiempo, cada una empezó a ponerle funciones a la banda: punk, cumbia, salsa, merengue. Así fue como en 2018 formalizaron la propuesta y se dieron a conocer como una banda de rock fusión tropical.
“Una de las cosas más difíciles de dedicarse al rock siendo mujer es lograr que te vean como otro músico, que te respeten más allá de ser mujer, que no te minimicen por tu género; o que te digan, sin siquiera escucharte: tú no sabes tocar. Esta lo que quiere es echar pinta”, confiesa Jeisel Torres, bajista de la agrupación.
Las jóvenes coinciden en que siempre hay prejuicios por los tabús que todavía hay acerca del rock, un género asociado con los hombres rudos. “A veces cuando nos ven, piensan: es una chica, ¿ella realmente toca? No se ve mucho a las mujeres en la movida”, añade Jossy Bonham, la baterista del grupo. En el caso de haberlas, las exponentes tienen que lidiar con los comentarios sobre su género o su apariencia. Todas coinciden en que a las mujeres se les critica su apariencia más que a los hombre.
Kueylam Nieto, vocalista de Nomásté, señala: “Las mujeres en el rock y en la música siempre nos enfrentamos a esa presión social que existe y que nos impone cómo debemos vernos sobre el escenario. O te sexualizan, que no hay problema si te quieres sexualizar y lo haces por voluntad propia, pero si lo haces hay críticas y si no, también. Hay una fuerte presión”.
También le ha pasado que la ven y le dicen: te ves bonita pero ¿sabes tocar? ¿Sabes de tonos musicales? La joven confiesa que incluso le “dejan tarea” como si ella no supiera de música. No ha sido una labor fácil, pero sobre todo, lo más difícil ha sido coincidir tanto en los tiempos para ensayar como en lo musical. Nomásté es una banda con muchos estilos que se muestra orgullosa de la buena química que hay entre sus miembros.
“Hay mucha química a pesar de que también nos enfrentamos a ese prejuicio de son muchas mujeres, de seguro nunca se ponen de acuerdo o siempre se pelean. Como banda nos ha costado demasiado posicionarnos y ser constantes para poder grabar los temas. Posicionarse dentro de la movida es difícil, hay que tener una fuerte presencia en las redes sociales”, considera Nieto.
En el Femme Fatale Fest, Nomásté presentó para cerrar el festival su álbum Caminos, el primero que lograron grabar, compuesto por cuatro canciones. Cada una de ellas se muestra feliz por ser la primera vez que participan en un evento como este. Con el festival, han conocido a otras bandas y pudieron ver que hay otras mujeres con trayectoria y talento que también están intentando encontrar su lugar en la movida.
Aunque reconocen que no es fácil, las cinco coinciden en un mismo punto: la mujer puede ocupar cualquier rol que desee dentro del rock nacional.