Apóyanos

Cuatro poemas de Rodrigo García Marina

Madrid, 1996. Intérprete de viola y estudiante de Medicina. Ha publicado “La caricia de las amapolas” (Premio Saulo Torón 2015). Uno de los 25 poetas jóvenes a los que hay que seguir, según la revista Playground (2017). Presentamos poemas de “Aureus” (Bandaàparte Editores, 2017), I Premio de Poesía Irreconciliables del Festival Internacional de Málaga 

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solo conozco una lengua, es la misma

vía parenteral vía

materna. es la misma

historia de leguas y fueguitos fatuos y fósforos y obsidiana

estallidos donde debió existir magnetismo

el mismo proceso: un movimiento circular como el de la Tierra

estamos lejos de no ser

pues la belleza es esta y no otra.

solo conozco un idioma, realmente dos naranjas y media

(de) parte de manos y brazos pero no de lengua

en ocasiones resquebraja la carne la vértebra

diluye la grasa, hace del tuétano espesa nieve,

y cuando la música suena algo me incita a tocarla

                                                con suma precaución.

**

también creí que el sudor era grasa

que el pelo crecía si se regaba como hiedra

que las moscas brotaban de las heces

y las heces eran de azúcar y lombriz

creí en Dios como un beato amerindio, leí santorales y evangelios,

fui monaguillo del barrio de la parroquia creí,

y tal como prueba tuve un espejo, que la delgadez era belleza

y la belleza áureo estertor de órgano vivo

y el oro signo de puridad, y no infección

por eso ahora, manchada virginidad

tras creer en el amor de los amores cual cantar de Nibelungo

tras entender así amor = sucesión de sacrificios, golpes

misteriosas ruinas de piel y de franelas (MI CUERPO ES

bajo la placentera anosmia de la no creencia UNA EXTENSIÓN

                                                                                      MORADA)

arrebatado el sentido dispuesta la razón como cabeza de Juan Bautista

atentando contra los once negros vacíos de septiembre (QUIERO

                                                                            HACERTE LLORAR

y el ahora como lifestyle y constructo, alzo la voz contra el sistema,

                                                                 DICES, TE QUIERO DICES)

(pues todo sistema es adaptable al cristal-y-no,

no digas nada absoluto en este verso pues estoy tan cansado)

alzo la voz contra el sistema solar y digo:

quien crea que puede hacer de Babel un templo

que arroje la primera piedra,

y que por favor, sea certero.

**

yo por ej. siento con las uñas

es por eso que las muerdo las huyo me horrorizo

izo banderas cuando llamas pongo la mesa

friego platos legañas conversaciones oxidadas

borro todo silencio parezca así todo volumen

ningún hueco habita en mí lleno eres de gracia y deseo

Perseo del sexo, destruyo tradiciones barreras y espíritus

gimo donde murallas doblo lanzas y lancetas

Lancelot castillo de Ginebra y tónica y dominante

clásica postura del misionero sin misión misma historia del fallo

permíteme, te voy a tomar el pulso y una o dos

fotografías piensa lo especial del momento

a hora

es tu tur-

no, admírame ad libitum

yo soy voluntad mi caliente libido es sed y culebra

soy sin quererlo vi-

en to(do) y en nada

vacío cual orgasmo decapitado por la temporalidad

lo siento pues existo y no soy,

muerde aquí por favor no causas molestia

no te la tragues escupe en tu idioma, así, así

por favor dispón de la uña, es tuya, tuya es-

un regalo, no lo rechaces, sería de muy mala educación.

**

Mi infancia empieza y termina a-

qui-zá-vanza el pensamiento

pues lo que discurre sobre un papel ocupa espacio no di: mensión,

mención a todas las purgas y a todas las tortugas bobas

¡la memoria y no morir!

cuencas oceánicas profundas la memoria

es un ojo miope, lo dice la geología y lo digo yo:

quiero ser una culebra de collar y que un niño

recoja mi cadáver de la acera, lo guarde en alcohol por años

y me ponga nombre, para así contemplar mi infancia

dorada in-side of you, nur de yildiz ojos de ciruela

digo yo, digo dudo y digo again

voy a ignorarte porque sé que te duele

y porque el dolor todavía guarda una lección para ti,

aunque tú no lo hayas notado.

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Aureus

Rodrigo García Marina

Bandaàparte Editores

Andalucía, 2017

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