Pasar las páginas
también conduce a la oscuridad
la noche que regenera
reacomoda
recompone
el gato muere
de la misma muerte que su amo
un maullido
o una palabra
a menudo se atascan en el pecho
entonces el miedo no pasa
no encuentra la salida
vemos caer las hojas del arce
(o del libro)
con el ojo ciego del silencio
**
Esta es mi aflicción
¿la ves?
La tengo aquí
latiendo
entre las manos
Maúlla con fuerza
me hiere con sus garras
se resiste
La tengo en la mira
me reta con su ojo ciego
Esta es la angustia
en carne viva
Sabe de mis secretos
escupe sobre mi plato
Luego se duerme
horada mis sueños
destila su bilis
Acecha
hasta el próximo zarpazo
**
Solo se sube
para ver en el fondo
unos ojos que te observan
son los tuyos quizás
los de tu sombra
pues únicamente se nace
con la muerte a cuestas
**
Detrás de las grandes piedras
está la embarcación
que suele aparecer
en mis pesadillas
no zarpará
ni ha venido de ningún puerto
su velamen
replegado
no dice de antiguos vientos
ni otea siquiera
promesas de distancias por recorrer
Una anémona del sueño
habla
en el fondo
de un pasado que nunca fue
están encallados los pensamientos
y eso está bien
Observa lo que hay
porque eso eres
espuma
un soplo de brisa
el grito del ave marina
un leve temblor involuntario
de la mano que te escribe
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La meditación
Miguel Marcotrigiano
Editorial Lector Cómplice
Caracas, 2017