Angelo Colina
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La primera vez que Angelo Colina subió un video haciendo stand up su grupo de amigos le dijo que debía hacerlo más seguido. Hablar en público se le daba bien. En esa misma conversación le preguntaron cuál era su sueño. Él respondió: «Abrirle un show a Nacho Redondo o Led Varela y colaborar con Joanna Hausmann«. Comediantes que admiraba. Lo que no imaginó es que, par de años después, estaría trabajando codo a codo con ellos y, lo más importante, construyendo una carrera haciendo comedia en español en Estados Unidos. Un camino que comenzó de cero y al que todavía le falta mucho por recorrer, pero que ya le ha dado muchas satisfacciones.

Angelo no sabía que quería dedicarse a la comedia hasta que una profesora le hizo una sugerencia que, sin saberlo, cambiaría el rumbo de su vida. Cursaba Comunicación Social, mención audiovisual, en la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacin, en Maracaibo, estado Zulia. Para la clase de cine debía presentar el guion de un cortometraje. Escribió uno de drama. Era lo que más le gustaba. «Todo estudiante de audiovisual y de cine entra en una etapa de Wes Anderson, en la que se siente distinto a los demás porque ‘eres cinéfilo»‘, recuerda.

La historia no le gustó a la profesora. «Eres muy malo escribiendo drama, deberías escribir comedia». El comentario no le cayó muy bien, hirió un poco su ego, pero luego se dio cuenta de que era un halago. «Ella y yo teníamos buena química de comedia, entendía mis referencias. (El comentario) me hizo sentir mal, pero luego asumí que era un piropo porque, de alguna manera, me estaba diciendo ‘tú eres gracioso’ o ‘tienes un punto de vista gracioso de las cosas’. Lo tomé por ahí, me hizo clic, despertó algo en mí», cuenta el comediante marabino de 29 años de edad, quien siguió la sugerencia y grabó su primer corto de comedia titulado 2030, una sátira sobre cómo imaginaba a Venezuela ese año.

Colina
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Al principio, comenzó a grabar cortos de comedia como parte de sus actividades en la universidad, pero luego se convirtió en un hobby. Grabó muchos videos que publicó y otros que nunca llegaron a ver la luz. Lo disfrutaba y era bueno. No hubo vuelta atrás. «Desde el primer día que comencé a grabar en un set de comedia y escuché las risas me di cuenta de la diferencia. Cuando grabas drama debes estar más serio, no puedes hacer chistes, pero cuando haces comedia todo es como una joda, más orgánico y divertido. Por eso, desde que empecé, dije ‘quiero hacer esto el resto de mi vida'».

Angelo no hizo stand up hasta que emigró. En 2017 se mudó a Bogotá por una oportunidad de trabajo como profesor de inglés con la Secretaría de Educación de Colombia. Allí intentó probar material en los circuitos locales de la ciudad, pero no lo logró. Era muy difícil, como principiante, conseguir un espacio. Dos años después, por motivos familiares, se mudó a Salt Lake City (Utah), en Estados Unidos. «Todo fue un poco inesperado. No tenía la intención de quedarme, pero luego las cosas afortunadamente funcionaron».

En Salt Lake City, Angelo hizo stand up por primera vez. Fue en inglés. Al llegar a la ciudad buscó clubes de comedia en los que pudiera probar material y consiguió un espacio. No sintió miedo, todo lo contrario. Le emocionaba, por fin, poder hacer eso que tanto había querido intentar. Su dominio del idioma y seguridad al hablar en público, por su experiencia como profesor, lo ayudaron a desenvolverse sin problemas. «No tenía excusa. Fue como ‘mira, esta es la única manera que me va a tocar hacer esto'», cuenta. Esa noche, decidió llevar a su mamá para que lo viera. No preparó una rutina de chistes, hizo algo diferente: improvisar. «Ella no sabe inglés y empecé a decir cosas en el show sobre ella. Estuve tres minutos diciéndole cosas a mi mamá en inglés y todo el público se reía de que ella estaba riéndose y aplaudiendo porque me estaba yendo bien, pero no tenía idea que estaba diciendo cosas como que la vi de pequeño en el cuarto con mi papá, cosas reales», recuerda.

Colina
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Angelo volvió al club, pero esta vez con una rutina de chistes. Le fue bien, demasiado bien, recuerda. En sus primeros shows recibió halagos. «Pareciera que tuvieras más tiempo haciendo stand up», era el más recurrente. «Me lo decían no solo por lo gracioso, sino por la presencia en el escenario, que viene de que fui profesor. Siempre me da risa que hay gente que no sabe mis antecedentes y me dice: ‘Es que pareces un profesor viejito’ y les digo ‘Es que lo era’. Me gusta explicar mucho para que todo quede claro y también estoy muy pendiente de la dicción y hablo lento en ambos idiomas», detalla el comediante, quien no quería que lo que estaba haciendo quedara solo en el club. Por eso, decidió grabarse, editar el video y subtitularlo. Publicó el clip en redes sociales, donde ya tenía una presencia importante, y la reacción lo sorprendió. «Recuerdo que en ese momento me escribió Nacho Redondo, con quién tenía meses sin hablar, y me dijo que estaba orgulloso porque cuando nos conocimos él me dijo que debería hacer stand up. Es muy loco todo porque ahorita ya tenemos años de amistad y estoy girando con él», reflexiona.

En Utah, Angelo no se dedicaba solo al stand up. Dividía su tiempo entre el trabajo -fue vendedor de teléfonos- y la comedia -colaboraba con otros comediantes en sketches e, Incluso, fue redactor del Chigüire Bipolar-; sin embargo, sabía que si quería construir una carrera en el stand up tenía que mudarse a Nueva York o Los Ángeles. Se decidió por la Gran Manzana porque su sueño siempre había sido vivir allí. Aunque la llegada de la pandemia de covid-19 retrasó sus planes, el 1° de septiembre de 2020 ya estaba en la ciudad que nunca duerme. «Me mudé con la intención de hacer stand up, ya fuera en inglés o español».

Comedia en español
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En español, por favor

La primera vez que hizo stand up es español fue en Nueva York. Todavía vivía en Utah cuando un amigo comediante lo invitó a participar en un show en español. Se dio cuenta que así lo disfrutaba más y que, al ser su primer idioma, le permitía hacer cosas que no podía lograr en inglés como, por ejemplo, imitar acentos. «No es gracioso que haga una imitación del acento bogotano en inglés, pero es algo que sí puedo hacer en español», dice el comediante, quien explica que, además, los comediantes que no tienen el inglés como primer idioma deben explicar de dónde son y por qué están ahí. «Por mucho que yo hable inglés o que esté adaptado acá, el inglés sigue siendo mi segundo idioma. Dentro de la cultura del stand up en inglés hay que dar mucha explicación, tengo que decir que soy de Venezuela y dar demasiado contexto y para mí es una pérdida de tiempo. Cualquier minoría usualmente tiene que hacerlo, sobre todo un extranjero. Aquí hay demasiada identidad política y todas estas cosas», agrega.

Al mudarse, el comediante se dio cuenta de la falta de espacios para hacer stand up en español. Colina considera que esto se debe a que muchos de los latinos que están adaptados a la ciudad van a shows en inglés, mientras que los que no hablan el idioma y preferirían ver un show en español no pueden hacerlo. «Les sorprendería lo difícil que es hacer comedia en español aquí. Solo es fácil para los comediantes grandes que vienen con un show propio, pero empezar de cero haciendo comedia en español es difícil porque no hay espacios y es porque, culturalmente hablando, el latino que se adapta al país termina yendo a un show en inglés, pero la gente que preferiría ir a un show en español es probable que tengan un trabajo de 12 horas. Entonces, hay menos cultura de ir porque hay menos tiempo, el que puede hacerlo es porque creció aquí o ya está adaptado».

Pese a la falta de espacios, Angelo quería hacer stand up en español. Estaba decidido. Desde hacía tiempo, él y el comediante Andrés Sereno querían hacer un show juntos. «Pensamos en hacerlo como latinos en inglés y ya, pero de eso hay demasiado», dice el comediante, quien añade que luego se les ocurrió hacerlo en español porque conocían a personas que saben inglés, pero a las que les gustaría ir a un show en español. Así nació Español Please, un circuito de comedia sólo en español.

Angelo Colina
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El show comenzó en bares pequeños y luego se mudó a un club de comedia pequeño, donde se sumaron otros comediantes. «Siempre ha sido muy reducido porque era difícil saber qué comediante iba a venir, vender los tickets… Hacerlo rentable es muy difícil», explica Colina, quien también seguía haciendo stand up en inglés. De hecho, la primera vez que lo contrataron para un show fuera de Nueva York fue en inglés. Se presentó en el DC Improv. Allí se dio cuenta de que varios venezolanos y colombianos, que lo conocían por sus clips de comedia en redes sociales, fueron a verlo. Con el tiempo, más personas que hablaban español asistían a sus shows en inglés. De inmediato, vio la oportunidad de atraer a más público en español. «Me di cuenta de que cuando salía de la ciudad y volvía más gente quería ir a los shows, porque vieron que estaba fuera. Entonces hay como una retroalimentación en salir a hacer comedia en otros lugares».

A Español Please le empezó a ir bien, pero no fue un trabajo fácil. Angelo y Andrés tuvieron que ser constantes y demostrar que eran capaces de atraer público. El show se presentó durante un año hasta que decidieron hacer una pausa en 2022. Incluso, fue parte del New York Comedy Festival en 2021, fue el segundo show en español en la historia del festival.

Para Colina empezar a hacer comedia en Nueva York fue un reto. En comparación con Utah, había más diversidad, por lo que el grado de dificultad era mayor. «Yo hablaba sobre lo que es ser latino porque no había latinos. Yo me estaba montando en el escenario con un latino migrante y, probablemente, era el único entre 80 o 90 personas. Ese era mi ángulo, era una voz distinta. Cuando me vine a Nueva York el nivel de exigencia aumenta porque aquí todo el mundo es distinto y todo el mundo es una minería. Entonces, no podía hablar sólo de eso. Aquí, para lograrlo, tienes que ser bueno”.

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Con el show, los venezolanos marcaron un precedente para la comedia en español en la ciudad. En total, 30 comediantes se han presentado en Español Please. «Nunca habían hecho comedia en español, lo hablaban pero no lo habían hecho porque no era una opción. No había espacios. Cuesta encontrar comediantes en español que sean durísimos y que vivan acá porque hay menos canchas para practicar», dice Colina, quien comenzó a hacer más comedia en español. Grabó su primer show en Washington DC en solitario y ha abierto las presentaciones de Led Varela y Nacho Redondo en Estados Unidos. Incluso, retomó Español Please. «Fui a DC para hacer mi primer show solo en español, mi primera hora, y lo pude llenar. Luego me dije ‘voy a hacer esto mensual’ y desde febrero voy a Washington DC, una vez al mes, a hacer comedia en español».

Este año Angelo Colina hizo su primera gira de stand up en solitario, Little Alone, una mala traducción de Solito, que lo ha llevado por 15 ciudades de Estados Unidos y que presentó en el Nueva York Comedy Festival. «Mi nueva misión es hacer stand up en español viviendo aquí, pero sigo haciendo stand up en inglés, que también disfruto mucho (…) Hacerlo en español me ha ayudado a mejorar en inglés porque me ha permitido tener más tarima, he enfrentado más escenarios, más oportunidades».

Para Angelo hacer su primera gira de stand up ha sido una experiencia enriquecedora, pero sobre todo desafiante. «Es una carrera en la que, al fin y al cabo, toca vivir de estar solo, de adaptarse a los escenarios solos. Cuando estás en el escenario sólo eres tú, el micrófono y la gente. Tienes que demostrar que puedes hacerlo solo. Creo que el aprendizaje es mucho más directo, si algo sale mal en el show yo soy el único responsable, así sea porque al comediante que abrió el show no le fue bien. Un buen comediante es capaz de rescatar cualquier show».

Angelo Colina
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Hacer comedia en español en Estados Unidos le ha dado muchas satisfacciones a Angelo. En septiembre, fue invitado a la Casa Blanca para la celebración del Mes de la Herencia Hispana por los espacios que ha creado para el stand up en español. «Yo era el único comediante de stand up invitado, creo que fue por los shows en Washington DC. Ahora hay una escena de comedia en español, los comediantes con los que colaboré armaron su propio show regular. Ahora hay más espacios, hay más cachas para que la gente siga practicando y se vuelva mejor. Estoy muy honrado de verdad por haber sido invitado. Siento que la comedia en español será como la gente que compró Bitcoin en 2019», afirmó. «Voy a tuitear eso antes de que se me olvide», agregó entre risas.

Pese a los esfuerzos, dice que aún no se tiene una opinión sobre la comedia en español en Estados Unidos porque muchos no saben que existe. «Me ha pasado que me dan un horario horrible, a las 4 o 5 de la tarde un domingo, porque eso siempre pasa cuando estás comenzando, y el show de la noche no vende tantas entradas. Es como si tuviéramos que probar que también vendemos entradas, que ofrecemos un show de calidad con gente que se comporta y consume, porque esto también es un negocio para los clubes», dice. Pero aún así –asegura– se ha formado una comunidad de comediantes latinos que se apoyan entre ellos. «Ahorita trabajo con Andrés Castañeda, que es de mis comediantes favoritos; con Elena Torres, mexicana en DC; con Abelardo, venezolano en Miami. Se está armando una comunidad muy bonita. Yo estoy muy agradecido de que la gente no solo se tome el tiempo de comprar un ticket para verme, sino de apartar el día para ir a un show, porque muchas veces solo tienen un día libre y lo usan para ir a verme. Para mí es algo absurdo, impensable».

Angelo Colina
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Angelo se dedica sólo al stand up; sin embargo, no sé cierra hacer o retomar otras cosas como actuar, dirigir o escribir sketches. Su única condición es que esté relacionado con la comedia. «Mi plan es hacer stand por siempre», asegura. Tampoco quiere cambiar su identidad en redes sociales. «Antes era más comediante de sketches o de video. No quiero que me conozcan sólo por eso, quiero que la gente que vaya a mis shows lo haga por mi stand up, no por ‘lajaguas’, el sketch que hice con Joanna Hausmann, que todavía nos persigue y está cool, pero noto la diferencia cuando la gente llega por eso y no por el stand up. Pero sí me gustaría retomar los sketch. Mi sueño sigue siendo dirigir una serie de comedia o una película de comedia. Es algo que voy a hacer, pero necesito trabajar en mi carrera para tener el empuje y la fuerza para lograrlo».

Como comenzó haciendo stand up en inglés la mayoría de sus referencias eran de comediantes estadounidenses; sin embargo, creció viendo el trabajo de Led Varela, Nacho Redondo, José Rafael Guzmán, Jesús «Chucho» Roldán, Andreina Borges, Nanutria, entre otros. «Crecí viendo la comedia venezolana y la colombiana. Tengo la fortuna de ser amigo y de conocer a quienes fueron mis referentes. Yo escuchaba a Chataing y a Erika en la radio, pero porque mis papás los escuchaban cuando manejaban; pero cuando yo manejaba escuchaba a José Rafael, por ejemplo. Ahora son mis compañeros, a quienes admiro», dice el Colina, quien sigue la movida actual de stand up en Venezuela. «Comediantes como Carlos Jelambi o Carluis Medina me inspiran demasiado porque entiendo lo que ellos hicieron, salieron de ningún lugar. Ellos no tuvieron un programa de televisión donde los viera todo el país. Han tenido que camellar, meterse en internet, diversificarse y hacerse un nombre».

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Y agrega: «Honestamente, cualquier persona que esté intentándolo para mí es una referencia porque es demasiado difícil. Por muy cursi que suene, yo respeto demasiado a la gente que tiene la convicción y el valor para intentar hacer comedia».

Sueña con presentarse en Venezuela. Espera poder hacerlo el año que viene. Aún no hay nada confirmado, tiene planeado visitar otros países. «Aunque en Venezuela hay mucha gente que me sigue, es más la gente que me pide shows en Argentina, Colombia o México. Creo que es porque mucho de lo que yo hablo es desde el punto de vista de un migrante, entonces conecto más con venezolanos en otros país».

Para Angelo es difícil imaginar lo que estará haciendo con su carrera en el futuro. Sólo sabe que quiere seguir haciendo comedia. Está enfocado en ser constante. “Es absurdamente impredecible, mañana se me puede hacer viral un video en el que digo algo que no debería y se me viene todo abajo o puede que esté haciendo shows en un teatro increíble. Es imposible saberlo al ritmo en el que están las cosas ahorita. Lo único que sé es que quiero seguir haciendo esto (stand up) y que ojalá todo lo que estamos haciendo con la comedia en español cree más canchas para seguir practicando y hacerla mejor».


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