«¿Que cómo estoy? Bien y luchando», dice Alicia Machado vía telefónica desde Estados Unidos, donde vive hace varias décadas.
Y desde muy joven, desde que fue nombrada Miss Universo, en 1996, cuando tenía 19 años de edad, no ha sido ajena a la polémica. En su reinado, Machado aumentó unos kilos y en ese momento, el dueño del concurso, Donald Trump, hizo de esa subida de peso un completo espectáculo, poniéndola a montar bicicleta delante de fotógrafos y camarógrafos.
Este hecho bochornoso fue retomado en 2016 por la entonces candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, quien dijo sobre Trump: «Este es un señor que ha llamado a las mujeres perras, feas, cerdas… Alguien que dijo algo de una mujer en un concurso de belleza… La llamó ‘Miss cerdita…».
A través de Twitter, Machado le agradeció a Clinton sus palabras y hoy ella solo dice: «Han pasado 25 años de ese incómodo episodio, eso ya pasó, yo hice una carrera como actriz, como empresaria, esas cosas quedan atrás y te hacen más fuerte, uno se va volviendo más callado, y como decía mi papá: ‘No aclare que oscurece».
Por eso no aclara chismes, no dice nada sobre lo que se ve en MasterChef Celebrity, el concurso colombiano en el que participa y en el que ha sido acusada hasta de mala compañera. «Los realities son así, se trata de una competencia y hay una fanaticada que interpreta a su manera lo que hacemos los concursantes», comenta.
En las grabaciones estuvo del 4 de enero al 18 de marzo. Y participar fue un reto personal. «Soy de naturaleza solitaria, he hecho mi carrera sola, trabajando, y de repente eso me ayudó a entender la competencia desde otro punto de vista, a concursar de una manera distinta. Pero también a cuidar más a la gente, porque cualquier accidente puede ser fatal», dice. «Desde el día uno le tuve pánico a cortarme, a quemarme o a quemar a alguien con aceite caliente. Es que todo es muy delicado. Para participar vi muchos videos de seguridad y nos dieron mucho entrenamiento», agrega.
Y tuvo, además, una lucha personal, pues siempre se dijo que lo que más le costaba era la concentración. «La distracción es mi debilidad, así que tuve que poner mucha más atención a cada uno de mis movimientos».
Machado, nacida el 6 de diciembre de 1976 en Maracay, hoy es ciudadana estadounidense y vive con su mamá y su hija. Su madre, además, le dio clases para participar en el concurso. «Yo nunca me he caracterizado por ser buena cocinera, pero llevé mi mejor disposición y los tips de mi mamá, que sí es muy buena preparando comida. También vi videos y tomé algunas clases. Fue una experiencia increíble estar en el programa, de verdad».
Ahora está con su propuesta What’s Up Alicia, un programa de entrevistas que se transmite en Venezuela, pero que quiere llevar a otros países. Los invitados son sus amigos del medio artístico que, como ella, han padecido y disfrutado la fama. «Desde ahí son las conversaciones, desde sus experiencias, hablando de hechos duros de sus vidas. Incluso me encontré con uno de ellos que contó, que haciendo una telenovela en la que yo participé, él estaba pasando por una etapa de alcohol y drogas muy difícil, de la que ya salió. Eso es lo increíble, nos veíamos casi a diario y yo no sabía nada de eso».
A los 44 años y tras muchas polémicas, Alicia Machado sigue su ruta más madura y tranquila, con su hija Dinora (nacida en el 2008). Estar siempre en el ojo del huracán y haber padecido un cáncer que la llevó a una doble mastectomía en 2014, la han sosegado. Supera las críticas sin inconvenientes y no olvida esa frase de su papá: «No aclare que oscurece».