Nicolás Maduro aseguró que, sobre Venezuela, está cayendo una lluvia de inversiones en varios sectores energéticos, y reafirmó su disposición a negociar con quien quiera suscribir acuerdos soberanos y de desarrollo con el país.
«Si quieren venir a invertir, vengan a tiempo. Ya han llegado muchos, algunos no los podemos decir porque hemos firmado en el marco de leyes especiales para protegerlos, pero está llegando a Venezuela una lluvia de inversiones en petróleo, en gas, en petroquímica», dijo Maduro el miércoles, luego de que el país y Trinidad y Tobago suscribieran un conjunto de acuerdos para el desarrollo de un proyecto de gas en un campo marítimo.
El Presidente @NicolasMaduro ha vuelto a cumplirle lo prometido al pueblo de Venezuela. Su estrategia acertada para aprovechar las potencialidades gasíferas de nuestro país, en pro de fortalecer la economía nacional, ha dado como resultado un paso histórico para el desarrollo del… pic.twitter.com/PjYRHvFGux
— Rafael Tellechea (@TellecheaRuiz) July 24, 2024
En este sentido, el jefe de Estado expresó que él y su gobierno están «listos y dispuestos para negociar con el que haya que negociar» y llegar a acuerdos para el «desarrollo de recursos petrolíferos y gasíferos».
«Yo le digo a los inversionistas de Estados Unidos, de Europa, de la India, de China, de Rusia, de Brasil, de Colombia, de México y del mundo entero que (…) soy el único que garantiza la seguridad jurídica, la estabilidad, la tranquilidad de este país para todos los proyectos de petróleo y de gas que ustedes quieran desarrollar aquí», dijo el líder chavista, que buscará su segunda reelección en los comicios de este domingo.
El sábado, el líder chavista anunció que el país tiene «firmadas y amarradas» inversiones por parte de Rusia, China y la India para mejorar la tecnología y aumentar la producción en la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), un conglomerado de empresas públicas de recursos mineros, forestales y eléctricos.
El pasado junio, el mandatario explicó que su gobierno obtuvo inversiones a través de la Ley Antibloqueo, que permite al presidente firmar contratos secretos, sin rendir cuentas al Parlamento, con el objetivo de burlar las sanciones económicas internacionales.