Rusia, uno de los mayores productores de petróleo del mundo y aliado de Nicolás Maduro, inició el 24 de febrero la invasión de Ucrania y desde ese Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto severas sanciones económicas a Moscú.
La UE ha expulsado a siete bancos rusos del sistema interbancario. Además, congeló los activos del Banco Central ruso en territorio comunitario y sancionó al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, entre otros altos funcionarios.
Junto co las medidas económicas, decenas de marcas internacionales de electrónica, ropa, muebles o servicios cerraron sus tiendas o terminaron sus operaciones en Rusia como reacción frente a la invasión.
Por su parte, el Banco Central ruso trató de estabilizar la situación limitando a 10.000 dólares el máximo que un cliente podrá retirar en moneda extranjera en sus cuentas de divisas. Si quisieran sacar más dinero, tendrían que hacerlo en rublos y a la tasa oficial del día.
El mayor aliado de Rusia es China, considerada la segunda mayor economía del mundo detrás de Estados Unidos. Sin embargo, sus respuestas diplomáticas han sido consideradas blandas por analistas.
Rusia produce aproximadamente 11 millones de barriles de crudo al día y se estima que la mitad está destinada a su propia demanda, el resto lo exporta. Aproximadamente la mitad de lo exportado se envía a países europeos como Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, Finlandia, Lituania, Grecia, Rumania y Bulgaria.
Reajuste en la distribución del petróleo
La Comunidad Europea no ha impuesto un veto a la compra de crudo ruso, como Estados Unidos, que compraba aproximadamente 680.000 barriles diarios. Sin embargo, Francisco Monaldi, jefe del Programa de Energía para América Latina de la Universidad Rice, considera que distribuirlos en otro mercado como el de Asia podría ser una solución.
“Eso es relativamente fácil para ellos colocarlo en otro lado, pero como pareciera que hay otros compradores que no les están queriendo adquirir eso genera una disrupción en el mercado”, dijo Monaldi a El Nacional.
El experto petrolero indicó que países de Asia, particularmente China, el segundo comprador de Rusia detrás de Europa, podría ser el destino de los barriles que por las sanciones no se han podido movilizar.
Esto conllevaría que “el crudo de los países del golfo Pérsico deje de ir en parte a China y vaya a suplir al que no está llegando a Europa y Estados Unidos. Ese rebalanceo va a ocurrir, pero toma tiempo y en el camino los precios pueden subir incluso más”, indicó.
¿Y el petróleo de Venezuela?
El 5 de marzo, una delegación de alto nivel de Estados Unidos visitó la capital venezolana y se reunió con Maduro. Según la Casa Blanca fue el viaje de mayor rango a Caracas en más de dos décadas.
Portales especializados afirmaron que entre los temas discutidos estaba la venta de crudo, posiblemente ligada al objetivo de aumentar el aislamiento económico de Rusia.
Sin embargo, Estados Unidos aseguró este lunes que por ahora no está manteniendo contactos ni poniendo en marcha ningún plan para importar petróleo venezolano. Y confirmó que habló con Colombia para que aumente el suministro de crudo a escala global.
Venezuela produce aproximadamente entre 750.000 y 800.000 barriles diarios, de los cuales buena parte se vende a China a refinerías independientes. Pero “ahora no tienen mucho más para subir sin invertir”, según Monaldi.
Heliodoro Quintero, asesor global en energía y petróleo, considera que esa ayuda de la mano de empresas privadas es posible, a pesar del historial de expropiaciones por el gobierno de Maduro.
“En la medida en que se les permita, las empresas petroleras estarían dispuestas. Hay aproximadamente cinco empresas que tienen una licencia de Estados Unidos para tener permanencia en Venezuela, pero están restringidas en la parte de operación, en perforar y obtener más barriles”, explicó a El Nacional.
El especialista mencionó que compañías como Eni o Repsol han tenido conversaciones al respecto: “Si se les dan las condiciones vienen, y cuando se las quiten se van porque son empresas que a lo largo de todos estos 22 años las han echado del país y las han vuelto a traer”.
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Las tres Marías
Siendo China un posible comprador del excedente del petróleo ruso, y el principal destino del crudo venezolano, las relaciones comerciales podrían complicarse entre estos tres aliados.
El crudo ruso es de mejor calidad que el venezolano, que por sus propiedades solo cierto tipo de refinerías puede utilizar, por lo que podría ser más llamativo para China. El punto a favor de lo producido en Venezuela es el precio al que es vendido.
“Eso se vende a China con descuento muy elevado y por eso lo compran, para ganar plata con el margen, pero resulta que van a tener un montón de crudo ruso llegando con altísimos descuentos”, dijo Monaldi.
Por su parte, Quintero destacó que lo enviado a China “va contra una deuda, se constituye como un factor de pago y viene con un descuento”.
“Independientemente de esto, el tamaño económico de China, que es la segunda economía mundial, le permitiría almacenar el petróleo enviado tanto por Rusia como por Venezuela”, agregó.
La producción petrolera de Venezuela aumentó 4% en febrero con respecto al bombeo de enero, de acuerdo con el reporte publicado este martes 15 de marzo por la Organización de Países Exportadores de Petróleo, basado en cifras oficiales.