La sentencia de un laudo llevado a cabo ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, en contra de Bariven, una filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) encargada de las adquisiciones en el exterior, fue declarada ejecutable por la justicia de Curazao.
El fallo, inicialmente emitido en París en mayo de 2019, favorece a Credendo, una empresa con sede en Bruselas que ofrece la administración de riesgos para corporaciones radicadas en Europa, que hacen negociaciones con firmas en mercados volátiles, como el venezolano, según informó el portal Crónicas del Caribe.
Bariven incumplió el pago de más de 14 millones de dólares
Presuntamente la estatal venezolana incumplió el pago de las obligaciones contraídas mediante contrato con ArcelorMittal International Luxemburgo S.A., una firma especializada en el suministro de partes para la industria metalúrgica, que suman alrededor de 14,6 millones de dólares.
Luego de varios intentos por resarcir esta deuda en forma amistosa, ArcelorMittal recurrió a Credendo, con quien había contratado un seguro de crédito para respaldar la operación con la empresa venezolana.
Credendo inició esta reclamación ante la Corte Internacional de Arbitraje en mayo de 2017. Dos años después, esa instancia le dio la razón. Además de ordenar la cancelación de la suma exigida, añadió más de 152.000 euros por costas judiciales, más los intereses que surjan por el tiempo en que estas obligaciones no sean canceladas.
Ahora, Credendo ha solicitado el embargo preventivo de las cuentas de Bariven en el ING Bank NV, Coöperatieve Rabobank UA, ABN Amrobank NV, Deutsche Bank AG y NIBC Bank NV.
Además, Credendo quiere confiscar las acciones que Bariven posee en el capital de Pdvsa Services BV en La Haya.
No es la primera vez que empresas foráneas acuden a Curazao para intentar la ejecución de laudos que desfavorecen al Estado venezolano. Anteriormente, la corporación militar estadounidense Huntington Ingalls pidió embargar el crudo de Pdvsa, almacenado en la refinería Isla y en el terminal marítimo de Bullenbaai, debido al impago de los trabajos para la repotenciación de las fragatas misilísticas.