La aplicación financiera Bnka llega al mercado español con el objetivo de lograr 70.000 usuarios durante el primer año y ofrecer “una solución integral y disruptiva” en el manejo de las finanzas personales de la población migrante, con especial foco en aquellos que provienen de Suramérica y Europa, informaron hoy los desarrolladores en un comunicado.
Entre las principales funciones financieras están la posibilidad de abrir cuentas multidivisas, las tarjetas de débito de bandera internacional, el cambio de divisas y el pago de servicios y un sistema de remesas accesible a escala mundial mediante la tecnología ‘blockchain’.
Por el momento Bnka está presente para aquellas personas con nacionalidad argentina y de países europeos, aunque el plan de la compañía es que para 2024 ya funcione para ciudadanos de Perú, Colombia, Brasil y Estados Unidos.
Plataforma financiera
La mayoría de los servicios financieros se realizarán a través de la aplicación web o móvil de la plataforma, desde la que podrán realizar compras utilizando su moneda local y pagar todo en la moneda de su elección, ya sea en su país de origen, de residencia o de tránsito.
De esta forma los creadores destacaron como principal ventaja que “la eficiencia y mejora de las transacciones financieras”, así como las transferencias transfronterizas “seguras, rápidas y accesibles en tiempo real, independientemente de la ubicación geográfica”.
Respecto a la privacidad de los datos, en Bnka subrayaron que los fondos y la información personal de sus usuarios están protegidos por la tecnología de encriptación de “última generación” utilizada por la cadena de bloques (blockchain, en inglés).
El director general de Bnka, Sebastian Lesniewier, señaló que “la innovación es parte central del proyecto”, dentro de su propósito de ser “la primera plataforma financiera diseñada por y para migrantes y expatriados que opera en y desde España para Europa”.
Lesniewier insistió en que quieren globalizar los servicios financieros “dando libre acceso” para que las personas que viven en otro país y “no pueden acceder con facilidad a una cuenta corriente”, puedan operar con su dinero o enviarlo a sus familiares.