El alcalde del condado de Miami Carlos Giménez condicionó el acuerdo para el traslado del Abierto de tenis al Estadio Hard Rock, a que el torneo culmine las deudas que asegura tener con la administración local, informó Mike Hernández.
El acuerdo entre el condado y el torneo de tenis de Miami firmado la pasada semana dio un vuelco este martes después de que las autoridades locales modificasen las condiciones del pacto tras conocer de una auditoría que apunta a la existencia de una deuda mayor a la prevista.
«El alcalde no sabía que existía otra auditoría. Es muy probable que deban mucho más. No quiere que paguen más de lo que deben, sino lo que deben», aseguró Hernández.
Los responsables del torneo se opusieron a la nueva propuesta del alcalde, la cual plantea que sea una tercera parte, independiente, la que determine la cantidad a pagar.
El torneo se remite contra al acuerdo que el 29 de noviembre firmó con el condado de Miami-Dade, en el que se comprometían a pagar 1,3 millones de euros para trasladar la competición de su emblemática localización de Cayo Vizcaíno al Hard Rock, donde juega el equipo de fútbol americano Miami Dolphins.
El acuerdo estaba a la espera de que los comisionados del condado de Miami-Dade lo aprobasen, y así lo hicieron este martes con 10 votos a favor y dos en contra.
No obstante, el cambio a última hora del acuerdo por parte del condado pone el futuro del Abierto de Miami en una situación incierta, ya que Wendy Elkin, vicepresidenta de la empresa que dirige el torneo, IMG, dijo este martes a los comisionados que la prueba está ahora en «grave riesgo de dejar Miami».
IMG ya manifestó en el pasado su intención de abandonar Miami, con quien tienen firmado un contrato hasta 2023, si no se lograba una nueva localización en la zona que permitiera ampliar las instalaciones al nivel de un Master 1.000 del circuito ATP y Premier Mandatory de la WTA.
Con todo, Hernández dijo que el alcalde de Miami-Dade es muy optimista respecto al futuro del torneo en Miami, ya que no ve otra salida legal que el pago de la deuda, pues para deshacer el actual contrato, el torneo tendría que pagar alrededor de un millón de dólares al año hasta 2023.
Asimismo, Hernández acusó al torneo de saber de la existencia de esta auditoría que revelaría nuevas deudas, una cantidad que podría alcanzar un millón de dólares extra a los 1,3 millones ya previstos en el acuerdo.
Este convenio fue suscrito además por el propietario del estadio del equipo de fútbol local, Stephen Ross, quien está dispuesto a invertir 53 millones de dólares en instalaciones para acoger el evento a partir de 2019.
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