Tres años más tarde después de alzar el título en hierba y cuatro de hacerlo en arcilla , Garbiñe Muguruza logró llegar contra todo pronóstico a la última instancia en el Abierto de Australia, justo en su nueva era con Conchita Martínez, la que fue su entrenadora en 2017.
La hispano-venezolana se enfrentó contra la estadounidense Sofia Kenin, de 21 años de edad y debutante en una final de Grand Slam. A Muguruza le traicionaron los nervios, pese a entrar muy concentrada a la cancha. Los errores no forzados, sobre todo doble faltas, estuvieron presentes en todo su juego.
Kenin fue de menos a más
Kenin vino de menos a más, su temple y madurez caracterizaron su estilo de juego en la disputa. Se convirtió en una pared, un frontón que regresaba todas las pelotas y no dudó en subir a la red. Sabía todo lo que tenía que hacer para incomodar a Muguruza.
Aunque los saques a 135 kilómetros por hora de la norteamericana debieron haber sido un regalo que la caraqueña no podía desaprovechar, así lo hizo.
Estadísticas
Muguruza cometió un total de 9 aces y 8 doble faltas, una de ellas fue el punto final para que Kenin se llevará el título. Tuvo 57% en efectividad en su primer servicio, cometió 45 errores no forzados y 77 puntos ganadores.
A diferencia de Gabiñe, Kenin solo logró 2 aces y 28 tiros ganadores. Sin embargo, tuvo una efectividad de 74% en su primer servicio, 23 errores no forzados (22 menos que Muguruza) y 92 puntos ganados.
-
Garbiñe: «No tengo que regresar porque he estado en el circuito»
-
Kenin derrotó a Muguruza y se coronó en el Abierto de Australia
Regularidad para quedarse
Se ve en la estadounidense una regularidad para quedarse muchos años en lo más alto del tenis femenino. Desde hambre, temperamento y buen tenis. A diferencia de otras jugadoras que ganan un Grand Slam y desaparecen. Tiene lo necesario para seguir consiguiendo títulos y llenar sus palmarés.
Kenin es la primera jugadora de los Estados Unidos, que no es Serena Williams, en ganar el título del Abierto de Australia, desde que Jennifer Capriati lo conquistara en 2002.
La estadounidense posee el buen tenis para estar no solo en el top 10 sino en lo más grande del tenis femenino y quién sabe si hasta ser el relevo de la menor de las Williams.